Actualizado el viernes, 11 octubre, 2024
La cultura del césped es muy perjudicial para nuestro planeta. Para que os hagáis una idea: los americanos dedican una media de 70 horas al año a cortar el césped de sus jardines con máquinas de gasolina, para cumplir con el estándar de belleza.
Nos encanta presumir del verde de nuestro jardín aunque para ello hallamos tenido que verter litros de químicos que lo convierten en ecológicamente estéril.
Solo en los Estados Unidos hay 40 millones de acres (1 acre = 0,40 hectáreas) de césped, lo que es igual a la mitad de la tierra que reservamos para los cultivos más importantes, dedicados a una alfombra verde. Una proporción desorbitada de un cultivo muy reciente de una evolucionada hierba.
Nos encanta presumir de jardín verde, aunque suponga envenenarlo.
¿Por qué el césped es un desastre ecológico?
El césped es una de las plantas más utilizadas en todo el mundo. Es utilizado en parques, jardines y campos de deportes, y es muy popular en áreas residenciales. A pesar de que el césped puede ser hermoso, es un desastre ecológico. En este artículo, discutiremos por qué el césped es un desastre ecológico y cómo podemos tomar medidas para reducir su impacto en el medio ambiente.
El césped es una planta no nativa
El césped es una planta no nativa. Fue introducido por primera vez en Europa en el siglo XVI y se ha utilizado desde entonces en todo el mundo. El césped se cultiva en una gran cantidad de lugares y requiere una gran cantidad de agua y fertilizantes para crecer adecuadamente. Estos fertilizantes pueden filtrarse en las fuentes de agua subterránea, lo que puede tener un impacto negativo en la calidad del agua. Además, el césped puede desplazar a las plantas nativas y reducir la biodiversidad.
El césped es una plaga invasora
El césped es una plaga invasora. Cuando se cultiva el césped, las semillas pueden ser transportadas por el viento y por los animales, lo que permite que el césped se propague a nuevas áreas. Esto puede tener un impacto negativo en los ecosistemas locales al desplazar a las plantas nativas y reducir la biodiversidad. Además, el césped puede ser resistente a las plagas y enfermedades, lo que puede llevar a una mayor necesidad de pesticidas.
El césped requiere una gran cantidad de agua
El césped requiere una gran cantidad de agua para crecer adecuadamente. En las áreas donde el agua es escasa, el riego del césped puede ser un problema importante. Además, el riego excesivo del césped puede causar la lixiviación de los nutrientes y los pesticidas en el agua subterránea, lo que puede tener un impacto negativo en la calidad del agua.
El césped puede ser un desperdicio de recursos
El césped puede ser un desperdicio de recursos. Requiere una gran cantidad de agua, fertilizantes y pesticidas para crecer adecuadamente. Además, el mantenimiento del césped, como el corte y la poda, puede ser un trabajo intensivo. En las áreas donde el agua es escasa, el césped puede ser un problema importante.
Cómo reducir el impacto del césped en el medio ambiente
Hay varias cosas que podemos hacer para reducir el impacto del césped en el medio ambiente. Una de las cosas que podemos hacer es reducir el tamaño del césped. Esto reducirá la cantidad de agua, fertilizantes y pesticidas que se utilizan. Otra cosa que podemos hacer es utilizar plantas nativas en lugar de césped. Las plantas nativas son más resistentes a las plagas y enfermedades, lo que significa que se necesitan menos pesticidas. Además, las plantas nativas pueden ser más resistentes a la sequía, lo que significa que se necesitan menos agua para mantenerlas.
¿Qué diferencia el césped de otras plantas?
La mayoría de las plantas crecen desde la parte superior, salvo los pastos que siempre crecen desde la base. Desde la perspectiva de la planta, esta era una gran estrategia de supervivencia para las plantas que sirven de alimento a los herbívoros y que eran golpeadas en el mismo punto cada pocos meses.
¿Qué problemas tiene el césped moderno?
Los propietarios de jardines los siegan dos o tres veces al mes. Esto engaña a la planta y provoca que la hierba haga crecer sus raíces hacia afuera, en lugar de hacia abajo. De esta forma, genera brotes más extensos con la esperanza de evitar el pastoreo excesivo de los herbívoros en este caso de la máquina cortacésped.
Por lo tanto, podemos afirmar que solo en los EE.UU. se invierte entre 47800 y 82000 millones de dólares para mantener la tala y el paisajismo de los jardines. Además, cuando repoblamos de césped en nuestro jardín lo atrapamos en su pubertad, demasiado joven para resembrar y corriendo a la desesperada para poder sobrevivir a una prematura siega.
Solo en los EE.UU. se invierte entre 47800 y 82000 millones de dólares para mantener los jardines.
Césped, ¿sinónimo de la muerte de los ecosistemas?
Como curiosidad, cortamos por igual el césped que a nosotros mismos: 35000 personas, 4800 de las cuales niños, son tratadas anualmente por lesiones relacionadas con el cortacésped. Este dato asombroso concluye en amputación en 600 casos en jóvenes. La Royal Statistical Society incluso recalca el hecho de que casi ocho veces más estadounidenses son asesinados por cortacéspedes que por terroristas islámicos.
Sin embargo, hay una manera de mejorar la calidad del césped con el fin de reducir los riesgos, eliminar la fertilización y ralentizar su crecimiento: una mezcla de pastos nativos. Los monocultivos de césped nativo y no nativo y policultivos nativos dan un nuevo enfoque ecológico para la creación de césped sostenible.
¡Apuesta por los jardines sostenibles!