Actualizado el martes, 10 mayo, 2022
Récord histórico en deforestación: la Amazonía brasileña perdió más de 1.000 kilómetros cuadrados de árboles en abril. El Observatorio del Clima, una ONG que lucha contra la crisis climática, calificó como «surrealista» el registro del territorio devastado, solamente durante el mes de abril de 2022.
Incendios Brasil 2020
En Brasil, solo en septiembre hubo 164 focos de incendios que avanzaron en tierras indígenas de la región del Pantanal, la llanura aluvial más grande del planeta. En agosto, hubo más de 200. Casi la mitad de las áreas indígenas de la región regularizadas ante el Estado ya han sufrido incendios que han rodeado aldeas, destruido casas y cultivos y provocado hospitalizaciones de personas por problemas respiratorios.
Los incendios forestales en Brasil aumentan más de un 80% sin que los políticos movilicen efectivos ante la terrible situación.
Hay grupos de maleantes que están incendiando ilegalmente franjas de la selva amazónica, a menudo con la bendición del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. Muchos indígenas que se han interpuesto en la expansión de la frontera agrícola han sido asesinados.
Debemos detener esta locura. Y podemos.
El presidente Bolsonaro está desesperado por cerrar un multimillonario acuerdo comercial con la Unión Europea pero, con la selva ardiendo, los líderes europeos están considerando incluir cambios de última hora en el acuerdo para disponer cláusulas que ayuden a proteger la Amazonía.
Esto obligaría a Brasil a mejorar su conducta ambiental como condición para comerciar con algunas de las economías más grandes del mundo. No dejemos que se queme la Amazonía — suma tu nombre para hacer que Europa actúe y, cuando este llamamiento despegue, lanzaremos encuestas de opinión y entregaremos nuestras voces a los responsables de la toma de decisiones y frente a los medios de comunicación:
Díselo a la UE: ¡No dejen que se queme la Amazonía!
Grandes inversionistas y fondos de pensiones ya amenazan con retirar miles de millones de dólares de Brasil, a menos que haya medidas reales para combatir la destrucción de la Amazonía. Incluso banqueros, empresas líderes y ex-ministros de Economía brasileños se están uniendo a los llamamientos para defender la selva.
Pero los ojos de Bolsonaro están fijados en ratificar el acuerdo comercial del Mercosur. Muchos brasileños y brasileñas como yo creen que Europa debería mandarle un mensaje directo al presidente: sin protección a la Amazonía, no hay acuerdo. Si Europa se mantiene firme, ¡cambiarían las reglas del juego!
Estudios recientes confirman que la UE es parte del problema ya que grandes cantidades de soja y carne vacuna, importadas de Brasil, podrían provenir de terrenos deforestados ilegalmente. Pero ahora, la UE puede y debe ser parte de la solución.
Alemania, Francia, Holanda y Bélgica ya han expresado su preocupación por la destrucción de la Amazonía brasileña. Demostrémosles que cuentan con un apoyo público masivo para suspender el acuerdo si es necesario — suma tu nombre mientras aún nos quede tiempo.
Los incendios forestales han alcanzado este año un récord de 72.843 en Brasil. Según un estudio del centro de investigación espacial INPE, ha habido un aumento del 83% en comparación con el mismo periodo de 2018.
Brasil ha registrado entre enero y las tres primeras semanas de agosto 71.497 focos de incendio, el mayor número para el período en los últimos siete años, y poco más de la mitad de los cuales se reportaron en la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, según datos oficiales.
Un estudio publicado en Cell del que se hace eco Motherboard pone cifras a esta capacidad destructiva: desde 1992 nos hemos cargado el 10% de las áreas silvestres del planeta.
El trabajo ha sido llevado a cabo por la universidad australiana de Queensland y las cifras sobrecogen: los humanos hemos tirado por la borda cerca de 1,3 millones de millas cuadradas de zonas salvajes, es decir, de territorios que están a salvaguarda del desarrollo humano. Para hacerse una idea de la magnitud de la pérdida hay que tener en cuenta que en total, ahora, el mundo tiene 11,6 millones de millas cuadradas de este tipo de regiones: un 23% del planeta.
El riesgo no está en lo que ya hemos destruido, sino en lo que somos capaces de destruir en adelante. Para el año 2050, ese 23% corre serio peligro. Esto afectaría a la vida humana.
Vista por satélite de los incendios activos ahora mismo
Qué está sucediendo este verano:
Siberia, que lleva tres meses ardiendo. Una inmensa nube blanca preñada de hollín y más grande ya que la superficie de la UE cubre el territorio de la vasta región rusa.
((🌎)) El volcan de Yellowstone registra 2,300 movimientos desde Junio
((🌎)) Temblor de 5.3 golpea Idaho
((🌎)) Terremoto de Japón 6.1 con Alerta de Tsunami
((🌎)) Temblor de Mexico de 8.2 con alerta de Tsunami
((🌎)) Temblor en Mexico de 7.1
((🌎)) Temblor en Chile de 5.0
🌞 Hay una incidencia solar de nivel X10 C.M.E . La mas alta jamas registrada
¿Todavía crees que no debemos alarmarnos?
La zona más afectada se sitúa en América Latina. El área del Amazonas, según los responsables del estudio, ha perdido un 35% de su superficie.
Desde la Universidad de Queensland, advierten de que estos cambios amenazan la supervivencia de cientos de especies animales que actualmente se encuentran en peligro de extinción. Y también ponen cifras: podría desaparecer el 12 por ciento de los mamíferos que están en riesgo de extinción. También se verán afectadas las comunidades indígenas cuyo modo de vida depende de estos parajes.
¿Por qué los medios no le dan la importancia que tiene?
Uno de los más cercanos colaboradores de Jair Bolsonaro, confirmó que el presidente de Brasil planeaba ya desde antes de campaña, unir los ministerios de agricultura y medioambiente. Una fusión que, según los críticos, ponía en serie riesgo a la Amazonía. El nuevo gobierno creó un “súper ministerio” en el que se fusionaban las dos carteras y dejaba de lado la lucha contra el cambio climático o la protección medioambiental.
“Esta decisión dañará seriamente a Brasil y dará la idea a los compradores en el extranjero que el negocio agrícola brasileño sobrevive gracias a la destrucción de la selva“, Marina Silva, antigua ministra de medio ambiente.
La desinformación y las noticias falsas llenan las redes de odio o incredulidad frente al cambio climático. Es tan peligrosa que está impulsando violencia justiciera en India y Brasil, y está alimentando una brutal limpieza étnica en Myanmar.
También está envenenando la política. Las noticias falsas ayudaron a ganar al Brexit, Bolsonaro, y a Trump pero también, está afectando a la madre naturaleza y a millones de animales inocentes.
Y también están destruyendo la confianza en los medios de comunicación tradicionales y en las alarmas lanzadas por los científicos. Con tanta desinformación, las redes sociales ahora son una amenaza para la democracia pero también una amenaza con el medio ambiente. Para la vida de mucha vegetación y millones de animales que las habitan. Una amenaza para el pulmón del mundo.
¿Por qué no hacemos nada?
Cuando se quemó Notre Dame se declaró una tragedia mundial y en sólo días se recaudaron 218 millones de euros para reconstruirlo.
Este verano ha ardido casi entera Gran Canaria. Lleva semanas quemándose el Amazonas, el pulmón del mundo, el que alberga más de 600 especies y NADIE HACE NADA, NI LOS MEDIOS NI LOS GOBIERNOS. El mundo no se está muriendo, lo estamos matando.
El número de focos de fuego en lo que va de este año es en un 83 % superior al del mismo período de 2018, según los datos divulgados por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que contabiliza los incendios con la ayuda de imágenes de satélite.
Según los cálculos del organismo, de los focos de incendio registrados hasta el 18 de agosto, 38.228, es decir el 52,5 %, fueron detectados en estados de la Amazonía.
El 30,1 % de los focos se ha registrado en el Cerrado, como es conocida la sabana brasileña y que cerca la Amazonía, y el 10,9 % en el Bosque Atlántico, la región boscosa que bordea la mayor parte del litoral del país.
La Amazonía tiene 7,4 millones de km2, es la mayor región de bosque tropical del planeta y alrededor del 60 por ciento se encuentra en Brasil. Su bioma es inigualable y su existencia es vital para los esfuerzos contra el cambio climático. Sin embargo, en estos momentos el llamado pulmón del mundo está envuelto en llamas, lleva 16 días incendiándose y organizaciones denuncian que el Gobierno de Jair Bolsonaro ha guardado silencio ante lo que han llamado un «crimen ambiental».
De acuerdo con el INPE, los focos de incendio tan solo en la última semana han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas principalmente en la Amazonía.
«El número de focos de calor registrado en la Amazonía ya es en un 60 % superior al de los últimos tres años y ese pico tiene relación con la deforestación y no con una sequía más fuerte como podría suponerse», ha denunciado la organización.
«Si la sequía no explica los actuales incendios, la retomada de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado (por colonos y hacendados) para limpiar el terreno después de la deforestación», ha agregado el Ipam en su comunicado.
La divulgación del fuerte aumento de los incendios en la Amazonía y de su posible relación con la deforestación promovida por hacendados se produce en momentos en que Brasil es blanco de críticas por las políticas medioambientales flexibles del actual presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El aumento de tala de árboles en el pulmón verde del planeta ha llevado a Noruega y Alemania a suspender partidas destinadas al Fondo Amazonía, dedicado a la protección ambiental en Brasil y del que ambos países son los principales patrocinadores.
Tras las críticas recibidas, Bolsonaro ha insistido en defender la «soberanía» de Brasil sobre la Amazonía, ha mandado a la canciller Ángela Merkel a usar los fondos para «reforestar Alemania» y ha reprochado a Noruega por «matar ballenas» y «extraer petróleo del Polo Norte».
Desde que llegó al poder, el pasado 1 de enero, Bolsonaro ha propuesto un giro radical en política medioambiental, que pasa por la defensa de la explotación de la selva tropical, la legalización de la minería en las reservas indígenas y la reducción de la fiscalización en áreas protegidas.
Las imágenes por satélite ofrecen un panorama pavoroso de Alaska, Siberia, Groenlandia y Canadá, donde inmensas columnas de humo se yerguen en un sobrecogedor espectáculo. Que el Ártico sea una descomunal brasa es muy peligroso para el planeta, por cuanto el carbono desprendido acelera el proceso de fusión de la nieve y el deshielo en la región.
La expansión de los incendios en la zona es tal que algunos científicos deslizan la hipótesis de que el Ártico, incluida Siberia, está experimentando un calentamiento que progresa dos veces más rápido que el del resto del planeta. El combate contra las llamas se complica por el hecho de que muchos de los focos se encuentran en zonas de difícil acceso, además de que los bomberos se enfrentan a cientos de incendios a la vez.
2 respuestas a «Arde la Amazonia mientras Bolsonaro invita a los medios a mirar a otro lado»