Actualizado el miércoles, 21 septiembre, 2022
Aunque el francés Pascal Poot ya nos demostró que era posible cultivar sin agua… sin duda, esta fuente de vida será uno de los recursos esenciales por los que habrá más disputas en los próximo años.
Si bien para un ciudadano normal está penado recoger agua de lluvia en grandes cantidades, para las grandes empresas parece que todo es siempre más fácil. Tomemos por ejemplo el caso que nos plantea la ONG Alianza por la Solidaridad, donde más de 30.000 personas están amenazadas a quedarse sin agua en Nejapa (El Salvador) por la explotación del acuífero que está realizando la embotelladora de Coca-Cola en el país.
La guerra por el agua en Nejapa es un ejemplo más de cómo una inversión irresponsable está acabando con los recursos hídricos del planeta. Los estudios realizados por esta ONG española junto al Foro del Agua de El Salvador aseguran que la explotación está consumiendo cerca el 200% de la capacidad total anual del acuífero. Al ritmo en el que la embotelladora consume esta reserva de agua, se calcula que se agotará en unos 30 años, 27 si se tienen en cuenta los efectos del cambio climático, esquilmando la región y dejando al resto de ciudadanos sin esa necesidad básica de vida.
“Paradójicamente, la historia oculta es mucho más complicada. La historia real del sector mundial del agua es un enrevesado lío que implica a empresas de inversión de Wall Street, bancos y otras empresas globales de capital privado de élite que trascienden las fronteras nacionales para asociarse entre sí, con bancos y fondos de cobertura, con empresas de tecnología y gigantes de los seguros, con fondos regionales de pensiones del sector público, y con fondos soberanos.
Todos ellos se están focalizando en el sector del agua, no solo para comprar derechos de agua y tecnologías de tratamiento de agua, sino también para privatizar los servicios públicos de suministro de agua y las infraestructuras respectivas.”
Fuente: Alarma ante la privatización del agua
¿Qué podemos hacer?
Tras casi un año de campaña, gracias al apoyo de la ciudadanía a través de la ONGAlianza por la Solidaridad, han conseguido el primer gran paso: que ante las más de 8.000 firmas entregadas, la embotelladora retire su proyecto de ampliación de esta planta. Esta ampliación hubiera acelerado todavía más el vaciado del acuífero, sin embargo, no lo ha detenido por completo. Hemos querido recoger también, no obstante, la respuesta oficial que ha dado la embotelladora sobre este asunto: «Ampliación de planta de SABMiller, embotelladora de Coca-Cola, podría limitar acceso al agua en Nejapa; SABMiller responde«
La sostenibilidad del acuífero sigue estando amenazada por lo que está luchando contra esta multinacional para que haga real su compromiso del uso responsable de los recursos naturales reduciendo el consumo de agua en un 22 % y contribuyendo a la recuperación del acuífero y del entorno que lo rodea.
En sus campañas de marketing la multinacional se marca como propósito el “devolver cada gota de agua que contienen sus refrescos a la naturaleza” mientras que por cada litro de refresco producido en la planta se gastan 2,5 litros del agua del acuífero.
¿Coca Cola contamina?
Coca-Cola es la marca que más contamina el planeta con sus plásticos, y lo lleva siendo durante varios años.
Sus botellas de plástico tienen la culpa: alrededor de 300.000 botellas de plástico salen de esta fábrica en Austria cada hora, de las cuales muchas acabarán en el medio ambiente poniendo en peligro a tortugas, ballenas y aves marinas en todo el mundo.
A modo de protesta por esta invasión plástica, una treintena de activistas de Greenpeace ha instalado una “cascada de plástico” con miles de botellas de plástico de Coca-Cola en esta planta de embotellado, exigiendo que reduzcan su producción de envases de un solo uso y se pasen a un nuevo modelo basado en la reutilización.
Una botella retornable de vidrio podría reemplazar hasta 50 botellas de plástico de un solo uso. Pero Coca-Cola sigue haciendo oídos sordos: prefieren seguir con su “lavado de imagen verde” para distraernos del problema y continuar echando la culpa al consumidor. Hace poco han anunciado que seguirán fabricando botellas de plástico de un solo uso porque afirman que sus consumidores aún quieren usarlas.
Pero este cambio no puede venir solo. Necesitamos leyes mucho más restrictivas por parte de las administraciones y un sistema de gestión de residuos en España que realmente funcione. Actualmente, apenas se recicla el 25% de los envases plásticos, el resto acaba contaminando el medioambiente en vertederos e incineradoras, sin contar los que son exportados a países como Malasia.