Actualizado el viernes, 25 febrero, 2022
La pandemia global que inició en 2020 ha sido más importante en cuanto al cambio de hábitos de la población que cualquier otra crisis de la historia reciente. Prácticamente, toda la ciudadanía mundial ha adoptado medidas sin precedentes para frenar el contagio. Entre las medidas más populares fueron el distanciamiento social y el uso de cubrebocas o mascarillas en lugares públicos.
En los distintos países de América Latina y el Caribe los organismos públicos han respondido de distintas maneras ante la pandemia. Países como por ejemplo España, Argentina y Perú, aplicaron medidas estrictas de confinamiento, mientras que otros, como México y Brasil, dejaron las decisiones de cierre en manos de los diferentes estados y fueron más permisivos. Gracias a estas medidas se pudo contener la expansión exponencial que el virus estaba provocando, pero supusieron, además, poner en riesgo nuestro sentido de comunidad, nuestra libertad y nuestra forma de consumo.
La pandemia global le está abriendo el paso a nuevas industrias digitales para darles cabida a estos consumidores en proceso de digitalización, todas las cuales ofrecen oportunidades para nuevos flujos de pago, soluciones y esquemas de lealtad. Según un estudio liderado por Mastercard, las actividades relacionadas con las finanzas que presentarán mayor crecimiento será ahorrar dinero (un 46%) y pagar facturas por Internet (un 46%).
El ejemplo de pagos digitales en casino y Mastercard
Gran parte de nuestro ocio también se ha digitalizado y junto a él, el uso de tarjetas de crédito como Mastercard. Durante las cuarentenas por privación general de la población o bien por el contagio, el comercio electrónico se convirtió, en muchas ocasiones, en el único medio para la obtención de bienes físicos, la interacción social y el entretenimiento. Los usuarios han tenido que, además, aprender a navegar con seguridad por este tipo de páginas y servicios, popularizando canales de información como estafa.info para confirmar la legitimidad de los casinos online con Mastercard disponibles. Según las estadísticas, en latinoamérica, se estima que un 49% aumentaron su gasto en comercios electrónicos durante la pandemia y el 17% de estos realizaron una compra en línea por primera vez en su vida. Es decir, nuevos usuarios que necesitan aprender cómo manejar sus hábitos de ocio, consumo y formación en un entorno digital en el que no habían confiado antes.
Los estudios también muestran que los consumidores están adoptando nuevos hábitos digitales para compensar la pérdida de actividades sociales convencionales. Alrededor de una tercera parte de los latinoamericanos asistirán a una conferencia virtual al menos una vez al año, pedirán comida de restaurantes por Internet y comprarán productos físicos en línea por primera vez en su vida. Una cuarta parte hará las compras del supermercado por Internet, tomará algún curso de formación o verá obras musicales o teatrales en vivo en un entorno virtual.
La digitalización de nuestras vidas y nuestra economía
Uno de los principales cambios llegó con la adopción del trabajo desde el hogar. Los empleados de oficina tradicional pasaron, en muchos casos, a trabajar desde sus hogares. Otros profesionales, no pudieron desarrollar su labor y esto afectó a sus empleos. Según estudios elaborados por organismos internacionales, la actividad económica no volverá a los niveles previos a la pandemia antes del segundo trimestre de 2023.
Debido a la urgencia de la situación, se improvisaron soluciones y tanto consumidores como empresas se han adaptado a los requerimientos de distanciamiento social a través de una mayor migración a canales digitales. La inclusión digital y financiera se convirtió, de forma urgente y caótica, en una de las principales prioridades en casi todos los mercados.
El comercio electrónico y las comunicaciones tuvieron un crecimiento exponencial. Y la banca digital y los servicios financieros en línea se convirtieron en la forma más fácil de mover dinero. El efectivo se empezó a considerar como algo “potencialmente contagioso” y se optó por los pagos digitales o con tarjeta.
Además de todo esto, ha surgido un curioso fenómeno paralelo: el ahorro. Ya sea porque muchos no han podido llevar su ritmo de gasto habitual, o porque muchos han visto como crisis como la pandemia pueden volver a repetirse y es esencial contar con herramientas de planeación financiera.
La situación actual también ha obligado a los ciudadanos a reconsiderar su relación con la banca y la tecnología. Pongamos un ejemplo: más de 40 millones de latinoamericanos se abrieron una cuenta en un banco durante la pandemia y AMI estima que, en 2020, más de 50 millones habrían hecho una compra en línea por primera vez.