Actualizado el jueves, 10 noviembre, 2022
Kelly Renee Gissendaner, de 47 años, fue ejecutada a las 12:21 de la madrugada con una inyecciónn la prisión estatal de la ciudad de Jackson acusada de ayudar al asesinato de su marido.
El crimen lo perpetró su amante, Gregory Owen, pero en lugar de estar condenado a pena de muerte, optará a la prisión condicional en 2022.
Al igual que en el dilema del prisionero, tenemos a dos detenidos donde quien traiciona se salva y quien coopera con el otra, es condenada. ESTO FUE LO QUE PASÓ:
VÍCTIMA DEL DILEMA DEL PRISIONERO
El dilema del prisionero es un problema fundamental de la teoría de juegos que nos enseñaba cómo dos personas pueden no cooperar incluso si ello va en contra del interés de ambas. Es un ejemplo de problema de suma no nula. Las técnicas de análisis de la teoría de juegos estándar, por ejemplo determinar el equilibrio de Nash, pueden llevar a cada jugador a escoger traicionar al otro, pero ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen.
Si nos ponemos en la piel de uno de los dos prisioneros, sabemos que nuestra mejor decisión será la de delatar al otro en cualquier caso, pues así siempre minimizaremos nuestra condena, independientemente de lo que el otro haga. Y dado que el otro prisionero es igual de inteligente y razonará de la misma manera, lo que al final ocurrirá es que ambos acabarán pasando 6 años entre rejas (-6, -6), mientras que si hubieran cooperado hubieran sido condenados sólo 2 (-2, -2).
El caso de Kelly Renee Gissendaner: condenada por no pactar.
Kelly Renee Gissendaner, de 47 años, fue ejecutada a las 12:21 de la madrugada con una inyección de pentobarbital en la prisión estatal de la ciudad de Jackson no por asesinar a su marido, fue asesinada por no pactar. Gissendaner fue condenada en febrero de 1997 por la muerte de su esposo, Douglas Gissendaner pero el crimen lo perpetró su amante, Gregory Owen. Al igual que en el dilema del prisionero, tenemos a dos detenidos donde quien traiciona se salva y quien coopera con el otra, es condenada.
Foto de archivo de 2004 de Kelly Gissendaner mirando desde su celda. Fuente BBC.COM
Owen, que fue quien apuñaló a Douglas hasta la muerte, aceptó un acuerdo con la fiscalía y testificó contra Gissendaner. Fue sentenciado a cadena perpetua por su implicación en el crimen y sin embargo a partir de 2022 puede optar a la libertad condicional. ¿Por qué el asesino podrá optar a la libertad condicional y su complice no? Gissendaner prefirió no pactar y se sometió a juicio, en el que fue condenada a muerte.
Lo han leído bien, lo que llevó a la muerte a Kelly no fue el ir a juicio, si no el hecho de no pactar.
LA PENA DE MUERTE (PENA CAPITAL), CONTINÚA EN EE.UU.
Ni la petición de clemencia del papa Francisco pudo evitar su ejecución ni la frenética actividad de su equipo de abogados, que en las últimas horas presentaron hasta tres apelaciones ante la Corte Suprema de Estados Unidos para detener la condena. Kelly Gissendaner se convirtió en la hace unos días en la primera mujer en ser ejecutada en el estado de Georgia (Estados Unidos) en 70 años.
Es además la decimosexta mujer que recibe el máximo castigo en todo el país desde que la Corte Suprema de EE.UU. reinstaurara la pena de muerte en 1976. Su conversión a la fe cristiana y su buen comportamiento en la cárcel no fueron suficientes para salvarle la vida.
El caso congregó a los activistas contra la pena de muerte frente a la sede de la comisión de perdones para pedir la conmutación de la sentencia de Kelly.
La pena capital en Estados Unidos es aun legal en 31 estados, y a nivel federal en los sistemas legales civiles y militares. De 1974 a la fecha, 142 personas que se hallaban esperando a ser ejecutadas, han sido exoneradas y puestas en libertad, muchos de estos casos estuvieron a tan sólo horas de ser consumados.
Antes de la ejecución hubo varias tentativas para lograr clemencia para Gissendaner. Los tres hijos de la mujer la habían perdonado argumentando que ella se había reformado. Incluso llegaron a interceder a su favor en varias ocasiones. Aunque la más mediántica fue la intervención del papa Francisco a través de su representante diplomático en Estados Unidos, el arzobispo Carlo Maria Vigano.
Uno de los motivos planteados por los defensores de Kelly fue la rehabilitación espiritual, social y formativa que había alcanzado en sus años de cárcel.
A pesar de ello, ni la mediación del Papa, de la familia y de los activistas contra la pena de muerte hizo que las autoridades decidieran perdonarle la vida a Gissendaner… aunque curiosamente, la estrategia de Owen, el asesino de su marido, le salvó la vida y le pondrá en las calles en pocos años.
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