Actualizado el martes, 12 julio, 2022
El siglo XX estuvo lleno de hitos, guerras, invasiones y revoluciones de los que hemos oído hablar gracias a periodistas de guerra que pusieron la verdad y la información por delante de sus vidas. Hombres y mujeres a los que les debemos las exclusivas sobre la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la guerra de las Malvinas y cientos de eventos más. Os preguntaréis a que viene esta nostalgia al periodismo del siglo pasado, pero es que la semana pasada nos dejaba, a los 105 años de edad, un icono de esta profesión: Clare Hollingworth.
Clare Hollingworth
Su compañera de profesión y amiga, Kate Adie, veterana corresponsal de guerra de la BBC, describe a Hollingworth como una «pionera y modelo a seguir para las mujeres en el periodismo» y no le falta razón. La británica, que se pasó la vida cubriendo conflictos para el Daily Telegraph, se dedicó en cuerpo y alma a su profesión y, a pesar de que muchos de sus compañeros varones se lleven los méritos en los libros de historia, se convirtió casi sin quererlo en uno de los nombres más importantes del periodismo de guerra. Además, siempre será recordada por enfrentarse al general Montgomery cuando se negó a permitir a las mujeres estar en el frente —batalla que Hollingworth, sin duda, ganó—.
La reportera de guerra que ganó la batalla para que las mujeres cubriesen conflictos internacionales
Hollingworth escribió crónicas sobre Argelia, Rusia o China que inspiraron al mundo, pero el pistoletazo de salida lo dio con una exclusiva que salvó cientos de vidas. Corría el año 1939 y Polonia estaba a punto de ser invadida por los nazis, aunque, claro, nadie lo sabía. Fue Hollingworth quien descubrió alrededor de mil tanques en la frontera entre Alemania y Polonia listos para la invasión y fue ella quien publicó las primeras líneas sobre la Segunda Guerra Mundial.
La de Clare es una historia de esas que inspiran y que hacen un perfecto guión de película. La reportera británica murió en Hong Kong enamorada del periodismo, con quien compartió una vida llena de aventuras y crónicas.
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