Actualizado el jueves, 11 enero, 2024
La semana pasada te contaba sobre las las tecnologías adecuadas o tecnologías de la libertad. Es decir, aquellas tecnologías que están diseñada con especial atención a los aspectos medioambientales, éticos, culturales, sociales y económicos de la comunidad a la que se dirigen. Las tecnologías de la libertad emergen del medio local, demandan menos recursos, son más fácil de mantener, presenta un menor coste y un menor impacto sobre la naturaleza respecto a las altas tecnologías. Hoy siguiendo esta línea temática te quiero contar la historia de William Kamkwamba.
En 2001, una hambruna dramática asoló su país: Malawi. William tuvo que dejar la escuela, sus padres (agricultores de maíz) no podían pagar la matrícula, unos 80 dólares aproximadamente, de acceso a la educación secundaria.
«En mi casa comíamos sólo una vez al día, por las noches… miré a mi padre y después a los campos de siembra secos. Era un futuro que no podía aceptar».
WILLIAM AND THE WINDMILL from {group theory} on Vimeo.
William Kamkwamba decidió entonces continuar aprendiendo en la biblioteca local. Allí empezó a leer libros de ciencias. Como no sabía inglés, al principio sólo se fijaba en los gráficos y en las imágenes. Fue así como encontró con una imagen que cambiaría su vida y la de su pueblo; la foto de un molino de viento.
«El libro decía que un molino podía generar electricidad y bombear agua, y eso significaba riego». Su objetivo: ayudar a su familia que no contaba con electricidad ni agua potable y luchar contra la sequía que azotaba Malawi.
William decidió empezar la construcción de su molino. Pero como no tenía los materiales necesarios tuvo que reutilizar chatarra y basura que pudo ir encontrando: el aspa de un ventilador, un amortiguador, los restos de una bicicleta y tubos de PVC.
La historia de William se expandió rapidamente. Un periódico local recogió la noticia y de ahí a varios medios internacionales. A su temprana edad , 14 años, abrió los ojos de muchos de sus compatriotas. “I tried it and I made it” (Lo intenté y lo hice). Las palabras de William emocionan en la conferencia organizada por TED.
Tras la charla, los miembros de la comunidad TED se unieron para ayudarlo a mejorar su sistema de energía mediante la incorporación de energía solar. Proyectos posteriores han incluido: agua potable, prevención de la malaria, iluminación de viviendas y un sistema de riego por goteo. William cambió su destino y la de su pueblo,¡gracias por inspirarnos!