Se llaman Guillem Marqués y Ulises Madurell y, con once años, han hecho un regalo increíblemente original y difícil de conseguir. Según cuenta Efe, una de sus compañeras de escuela, Mariam Sabar, nació con una malformación en la mano derecha. La niña es la mediana de una familia de inmigrantes de Pakistan y actualmente se encuentra en el parvulario.
Los estudiantes de sexto del colegio El Turó de Montcada i Reixac de Barcelona utilizaron una impresora 3D para regalarle una mano nueva. Para reconstruirla, imitaron la fisionomía de la mano izquierda de Sabar. Siempre asesorados por su profesor, Nacho Gálvez, Marqués y Madurell, diseñaron la extremidad a partir de prototipos disponibles en la red. El trabajo toca varias áreas de aprendizaje: informática, geometría, inglés, anatomía o matemáticas.
Sabar recibió feliz la mano y está experimentando con ella. Ya puede coger un libro, el estuche o el desayuno. El artilugio, al permitirle rotar la muñeca, abre el camino a desarrollar con más facilidad otros movimientos. Según cuenta Gálvez a Efe, desde el momento en que la recibió, comenzó a probarla y a solicitar mejoras estéticas y funcionales, como en la dureza de las piezas.
Como cuenta su tutora, Montse Gracia, a El Español: «“Nunca le han dado un trato preferente por faltarle una mano. Incluso ella ayuda a los demás a ponerse los botones, a vestirse. Es una niña muy extrovertida, cariñosa, amable, le gusta colaborar, autónoma, aprende rápido, es viva y despierta”.
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