Actualizado el viernes, 3 mayo, 2024
Dicen los especialistas que, llegados los 40, la mujer experimenta una segunda adolescencia. Esa edad incluso se ha ampliado y se habla del interesante y necesario fenómeno de las cincuentañeras.
Y no es sólo una apreciación. Al parecer, esta afirmación tiene una base biológica: nuestro cuerpo se prepara de nuevo para un nuevo terremoto hormonal que lo cambiará para siempre.
20 sinceros consejos
Se trata de la pre-menopausia. Se ha enfocado casi siempre como una especie de fin de fiesta, sin embargo, hace algunos años que la cuarta década se reivindica de otra manera, más como principio que como fin. Al experimentar esta “reinvención positiva” muchas mujeres y hombres miran atrás y aprenden del camino recorrido para afrontar la nueva etapa corrigiendo errores que experimentaron en su propia piel.
Nadie puede escarmentar en cabeza ajena, pero si pudieran volver al pasado para dar un consejo a la joven veinteañera que un día fueron, esta es la selección 20 consejos que han seleccionados en distintos foros especializados:
1. Ámate y acéptate. Por completo.
«Estoy convencida que hubiera podido evitar muchos errores si cuando era más joven hubiese aceptado lo bueno y lo malo que hay en mí. Sólo después de que aprendas a amarte puedes también amar y aceptar plenamente a otras personas. Eso es muy importante para relacionarse sanamente con los demás»
¿Tú también te has preguntado alguna vez eso de: por qué no soy fotogénica? ¿Por qué no soy más bonita? ¿Más delgada? ¿Más alta? ¿Más joven?… acaba con esos mitos estéticos y cuida, alimenta y celebra tu belleza interior.
2. Enriquece tu espíritu
«Si no sabes cuál es el apoyo que necesitas en tu interior ni sabes qué es lo que realmente te gusta: intenta algo nuevo. Prueba a hacer cosas diferentes. Ve a eventos a los que nunca habías ido hasta que encuentres eso que te apasione hacer, esos espacios donde te sientas libre o esas personas que te hagan feliz»
3. Rodéate de amigos de verdad
«Durante mucho tiempo intenté sortear todas las dificultades yo sola y sólo cuando estaba muy mal se lo contaba a mis amigos o algún familiar. Tardé demasiado en aprender que tener amigos y seres queridos en los que tengas la confianza suficiente para que te puedan ayudar y apoyar activamente en situaciones difíciles, es muy muy importante»
4. No tengas miedo a pedir ayudar
«Cuando encontraba alguna dificultad en mi camino, hacía como si nada ocurriera. Sólo algunas personas muy cercanas sabían lo que en realidad estaba pasando. Pero la verdad es que no tiene nada de malo en mostrar lo que te ocurre o lo que sientes. No tiene nada de malo pedir ayuda. Todos pasamos por situaciones difíciles en la vida y eso forma parte de nuestra existencia»
5. Vive TU vida
«Gran parte de mi vida la he dedicado a hacer lo que se esperaba de mi. Otra gran parte a cuidar a los demás sin dejar tiempo para mi. Lo único que conseguí con eso fue que lograra hacer mi vida mucho más infeliz de lo que en realidad podría ser. Y nunca di lo mejor de mi. Recuerda, nunca podrás hacer felices a todos los que te rodean, pero es muy importante que tú lo seas y compartas con ellos tu felicidad«
6. No te sacrifiques
«El sacrificio es necesario cualquier relación porque todos somos diferentes y tenemos diferentes necesidades. El sacrificio es aceptable mientras ambas partes lo hagan por igual. Si eres tú quien siempre sacrifica sus necesidades y deseos para complacer a los demás entonces vale la pena pensar de nuevo en si esa o esas relaciones valen la pena ¿realmente necesitas tener algo así en tu vida?»
7. Viaja más. Viaja mejor
«Quizá sea esto de lo que más me arrepiento. No viajé lo suficiente cuando era más joven y aún no tenía responsabilidades que ataban mi día a día. Fue un error. Puedes elegir en qué usar tu dinero: comprar recuerdos o cosas; si yo hubiese entendido eso antes, hubiese dejado de gastar en cosas que en realidad no necesitaba y hubiese invertido el dinero en visitar al menos un país nuevo al año. Los viajes dan la sensación de libertad, abren la mente y permiten darse cuenta lo diferente que puede ser la vida en otro lugar del mundo«
8. Preocúpate menos
«Antes debía luchar constantemente con la preocupación y la angustia. Las preocupaciones alimentaban la angústia y mi personalidad cambiaba casi hasta quedar irreconocible. Luego te darás cuenta de que el hecho de preocuparte no va a cambiar la situación de ninguna manera empezarás a aceptar lo que pueda pasar. Dejarás de preocuparte y empezarás a ocuparte.. Cuando dejé de preocuparme tanto mi nivel de estrés bajó inmediatamente y fui mucho más feliz«
9. No compares. No te compares
«A veces pienso que las redes sociales deberían acabar ahora mismo. Una cosa es comparar tu vida con la vida de tu mejor amigo, pero otra muy distinta es compararla con alguien de la lista de “amigos“ de Facebook. Hace daño. Y podrás superarlo sólo cuando entiendas que el hecho de compararte no cambiará nada en tu vida y sólo reducirá tu autoestima. Siempre habrá alguien más inteligente, más bello, o mejor que yo y ya lo he aceptado. En el momento que siento que empezaré a compararme enfoco mi pensamiento en lo agradecida que estoy por lo que tengo, y de esa manera obtengo algo bueno de lo que hubiera podido llegar a deprimirme.»
10. Olvídate de las expectativas
«Crecí con el «síndrome de Disney», es algo así como si creyera que algún día encontraría a mi Príncipe Azul, me casaía y viviía feliz para siempre. Pero eso no es verdad, no tiene nada que ver con la realidad. Después de haber soportado dos malos matrimonios tomé mis expectativas y las eché al basurero. Una vez hecho eso puedes empezar a pensar en tu vida sin esperar nada de otras personas y empezarás a vivir aquí y ahora»
11. No trabajes sólo para sobrevivir
«Si yo pudiera volver a comenzar de cero me gustaría probar diferentes profesiones para elegir la que me vaya mejor. Luego de encontrar una vocación que puedas seguir en realidad hasta el fin de tus días entenderás que vivir para trabajar significa amar y respetar tu decisión. Muchos han quedado atrapados en un trabajo que no les gusta porque reciben un salario, y eso está lejos de ser algo sano«
12. Ahorra en gastos innecesarios
«Parecería que no hace falta pensar mucho para decidir algo así, pero yo no lo hice cuando era más joven y ahora veo a mis padres disfrutar de su pensión y pienso en lo que debo hacer para poder garantizar lo que el estado no va a hacer: garantizarme una vejez tranquila. La vida cambia constantemente y puede darte una buena cantidad de sorpresas, por eso ahorrar en caso de dificultad es algo correcto e inteligente. Pero jamás confíes en los bancos«
13. Se más solidario
«Tarde en comprender que me gusta ayudar a al gente. Ya sea el ser voluntaria, hacer obras de voluntariado o sencillamente ayudar a un amigo cercano que esté en una situación difícil. Cuando haces algo para otra persona te olvidas por un momento de tus propios problemas. Al hacer esto de todo corazón y sin esperar nada a cambio verás que también los problemas de tu vida empezarán a resolverse poco a poco de formas inesperadas«
14. Perdónate y perdona a los demás
«Durante gran parte de mi vida estuve enojada por causa de situaciones por las que tuve que pasar y estaba segura que eran 100% culpa de otras personas. Cuando entendí que la imposibilidad de perdonarme y perdonar a los demás por los errores del pasado no me dejaría vivir feliz, decidí cambiar. Me tomó algo de tiempo dejar ir toda la carga de culpa pero luego me sentí realmente libre. Deja que el pasado se vaya y entenderás que la vida es bella«
15. Aprende a decir «NO»
«Siempre me había sido muy difícil decir que no, siempre quería decir que sí y hacer feliz a todo el mundo, pero eso es imposible. Cada vez que decía ”no“ intentaba justificarme o explicar la situación. Al madurar pude ver con más claridad que decir que “no” con total confianza es muy importante. No estoy obligada a justificar por qué no quiero tomar la responsabilidad de algo o no puedo hacer algo por alguien. Si estás segura de querer decir ”no“ entonces la otra persona podrá aceptar tu respuesta con mayor facilidad»
16. No pierdas el tiempo con personas negativas
«A veces es difícil dejar de relacionarse con personas negativas, especialmente si son tus colegas o miembros de tu familia, pero siempre puedes elegir el tipo de amigos que quieres y con quienes podrás disfrutar de la mayor cantidad de tiempo. Cuando sepas claramente cuáles son los límites que protegen tu tranquilidad de la energía de otras personas sentirás que sin su influencia negativa la vida será más fácil y alegre»
17. Piénsatelo bien antes de decir “Lo acepto»
«Me he divorciado, y es difícil para mi aceptarlo, pero ahora sé lo que quiero, lo que deseo ver y lo que merezco. Es muy fácil hundirse en emociones y sentimientos: quería más de lo que tenía y por eso me casé esperando que todo cambiara para mejor sólo porque la publicidad, las películas y la sociedad me decían que así sería. Efectivamente, todo cambió, pero a peor. Si no sientes que la relación que tienes en este momento es para toda la vida o si hay muchos “peros”, entones deberías reconsiderar si esa persona debería seguir siendo tu pareja. Es muchísimo más fácil acabar con una relación antes que vivir junto a alguien a quien no amas»
18. Disfruta de las cosas pequeñas
«Vivimos en un mundo en el que cada persona está conectada a su propia máquina de internet, y se vuelve aún más dificil desconectarse y símplemente disfrutar la vida. Presencia un atardecer o levántate para ver el amanecer, enamórate de una noche estrellada; detente a oler una flor, bañate desnuda en al mar o recorre senderos perdidos en las montañas. La vida pasa tan rápido que si no te detienes a mirarla, podrías perdértela”.
19. Deja de preocuparte por lo que piensen los demás
«¡Ojalá hubiese entendido esto antes! Siempre estaba muy preocupada por lo que pensarían los otros de mi y con cierta frecuencia hacía cosas que pensaba que la gente esperaba que hiciera. Cuando entendí que las conjeturas de los demás no tienen nada que ver con mi vida pude finalmente centrarme en lo que realmente deseaba. Cuando te conviertes en ti misma y no buscas agradar a los demás la vida se hace más fácil»
20. No tengas miedo a cambiar
«Cuando era más joven yo quería que todo fuera predecible y estable. Pensaba que era más fácil pensar que mi vida sería de una u otra manera concreta durante muchos años. Cuando tuve que hacer frente a fuertes cambios no estaba lista. Ahora sé que lo único seguro en la vida son los cambios. Cuando entiendas que puedes tener curvas inesperadas en tu vida te será más fácil estar preparada para todo lo que puedas encontrar en el largo, interesante y feliz camino de tu vida»
Por qué no podemos dormir: La nueva crisis de la mediana edad de las mujeres
Por qué no podemos dormir explora la cuestión de por qué las mujeres estadounidenses de la Generación X están experimentando una crisis de la mediana edad. A estas mujeres se les vendió la historia de que nada les impedía lograr sus sueños más salvajes, cuando en realidad se han enfrentado a enormes desafíos para salir adelante. No solo se graduaron en un mercado laboral desastroso, sino que también enfrentan discriminación por género y edad y, con demasiada frecuencia, terminan teniendo que cuidar a niños pequeños y padres ancianos simultáneamente. Todo lo que han logrado ha sido contra viento y marea.
Las mujeres de la Generación X crecieron y les dijeron que el mundo era su ostra y que podían cumplir todas las fantasías de sus antepasados feministas: un trabajo fantástico, una división equitativa del trabajo doméstico y la oportunidad de tener un impacto en el mundo. Pero la realidad es bastante diferente. Las mujeres de la Generación X han crecido en tiempos económicos precarios, con deudas abrumadoras y la mayor parte de las responsabilidades de cuidadoras. Esto crea una olla a presión de estrés y expectativas incumplidas, lo que lleva a una crisis de la mediana edad. Pero hay ayuda disponible y, en última instancia, la crisis pasará.
Descubra la historia no contada de las crisis de la mediana edad de las mujeres
A estas alturas, todos nos hemos acostumbrado al tropo de la crisis de la mediana edad masculina. El hombre estereotipado se despertará un día profundamente insatisfecho con su vida. Se comprará un Ferrari amarillo, se dejará barba o se dedicará a surfear en Hawái como pasatiempo. O, por supuesto, dejará a su esposa por una mujer mucho más joven.
Pero ¿y las mujeres? Se describe a las mujeres como reaccionando a estas crisis, pero, por supuesto, tienen las suyas propias. Esto es quizás más cierto para las mujeres de la Generación X, que nacieron entre 1965 y 1980, una época de gran inestabilidad económica y política. A estas mujeres se les prometió que podrían lograrlo todo: una carrera exitosa, así como una vida familiar y social próspera.
Tambaleándose bajo el peso de estas expectativas, las mujeres de la Generación X están atravesando una grave crisis existencial a medida que alcanzan la mediana edad. Están ansiosos y furiosos, y permanecen despiertos por la noche. Sin embargo, esto suele ser difícil de ver desde el exterior, ya que rara vez destruyen sus matrimonios o compran vehículos en colores chillones.
En estos consejos, obtendrá una imagen de cómo se ve realmente la crisis de la mediana edad para las mujeres, qué la causa y qué tipo de apoyo las mujeres realmente necesitan.
Descubrirás
- por qué la deuda está desestabilizando los planes de éxito de la Generación X;
- las responsabilidades adicionales que recaen sobre las mujeres de la Generación X; y
- cómo aceptar que la vida es difícil en realidad puede ser empoderador.
A las mujeres de la Generación X se les dijo que podían lograr cualquier cosa, pero el sueño no estaba a la altura de la realidad
Todas las niñas que crecieron en Estados Unidos en la década de 1980 están familiarizadas con el anuncio del perfume Enjoli. Mostraba a una mujer rubia vorazmente enérgica intercambiando un elegante traje de negocios por ropa hogareña mientras prepara la cena para su familia, y luego se convierte en una mujer fatal con un vestido de cóctel listo para seducir a su esposo. ¡Y parecía retener su energía optimista en todo momento!
Este anuncio resume el sueño de «tenerlo todo» con el que crecieron las mujeres estadounidenses nacidas en la Generación X, una promesa de que las mujeres pueden hacer y ser cualquier cosa. No tenían por qué ser enfermeras; en su lugar, podrían ser médicos. No tenían que conformarse con ser secretarias cuando podían ser CEO.
Esta promesa fue tremendamente emocionante y mostró el progreso de las feministas de la segunda ola. Estas mujeres lograron victorias como aprobar la ley federal Título IX en 1972, que proclamó que las niñas ya no podían ser discriminadas en los programas educativos financiados por el gobierno federal.
Pero estas nuevas posibilidades también llegaron con una tremenda presión. La promesa de que las niñas podían hacer todo se transformó en un imperativo. Las chicas deben hacer todo. Ahora que las mujeres tenían estas libertades, teóricamente no había nada que las detuviera a lograr sus sueños, excepto la falta de imaginación o la falta de voluntad para trabajar.
Sin embargo, las mujeres nacidas en la Generación X se han enfrentado a barreras estructurales para lograr sus ambiciones que no tienen nada que ver con sus cualidades individuales o su impulso. Por un lado, crecieron a través de sucesivas recesiones que causaron precariedad económica e inseguridad laboral, lo que significa que las mujeres que crecieron en esta generación a menudo están cargadas con enormes cantidades de deuda. Por otro lado, los roles de género no han cambiado para reflejar las nuevas posibilidades que tienen las mujeres en el lugar de trabajo.
Decir que las mujeres son libres de hacer cualquier cosa e ignorar los enormes desafíos que enfrentan crea expectativas poco realistas. También crea una cultura de la vergüenza. Muchas mujeres criadas en esta época han interiorizado la narrativa de que sus vidas están llenas de infinitas posibilidades. Se culpan a sí mismos cuando no pueden lograr todo lo que esperaban, y mucho menos estar a la altura del modelo a seguir del perfume Enjoli con el que crecieron.
Las mujeres de la Generación X enfrentan discriminación por género y edad en el lugar de trabajo
Si se debe creer a Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, todas las mujeres pueden tener éxito en el lugar de trabajo si simplemente se inclinan y exigen que se las recompense y asciendan de manera justa. Entonces, ¿por qué tantas mujeres de la Generación X se encuentran en trabajos precarios o mal pagados en su mediana edad?
Las mujeres que fueron criadas creyendo que la oficina del CEO era suya para tomarlas se han sentido muy decepcionadas al enfrentar enormes cantidades de discriminación de género. Esto es a pesar de todos los logros feministas de la generación Boomer que tanto le costó conseguir. De hecho, a mitad de la carrera, los hombres tienen un 70% más de probabilidades que las mujeres de ocupar puestos ejecutivos superiores. Al final de la carrera, esa diferencia se amplía a un enorme 142%.
Incluso cuando las mujeres tienen el mismo puesto de trabajo, a menudo ganan mucho menos que sus homólogos masculinos. Si bien la brecha salarial entre hombres y mujeres parece estar disminuyendo, con las mujeres ganando 82 centavos por cada dólar masculino en 2017, el panorama se vuelve mucho más sombrío si se mira a las mujeres de mediana edad. A los 40 años, las mujeres solo ganan 73 centavos por dólar masculino. Y si se analiza el lapso de una carrera de 15 años, teniendo en cuenta los períodos en los que las mujeres se ven obligadas a ausentarse del trabajo, su salario se reduce a solo 49 centavos por dólar.
Las mujeres de la Generación X enfrentan un doble golpe no solo de género, sino también de discriminación por edad. Se ven obligados a competir con los millennials, a quienes los empleadores perciben como más expertos en trabajos relacionados con Internet y las redes sociales. Una investigación del New York Times reveló que la discriminación por edad está incluso incorporada en la forma en que se distribuyen algunos anuncios de empleo de Facebook; La empresa de telecomunicaciones Verizon, por ejemplo, especificó recientemente que solo las personas de entre 25 y 36 años deberían mostrar sus anuncios de empleo en sus feeds.
Las pruebas del mercado laboral llevan a muchas mujeres de la Generación X a dedicarse al trabajo autónomo. Este trabajo a menudo se presenta como empoderador, una oportunidad de «cobrar por hacer lo que amas». Pero viene con muchos factores estresantes, como ingresos inconsistentes, horas de trabajo erráticas y toda la administración y la molestia de administrar su propio negocio.
La discriminación desenfrenada ha hecho que sea muy difícil para las mujeres de la Generación X salir adelante. A pesar de los buenos títulos, la perseverancia y toda la voluntad de «apoyarse», los trabajos estables y bien remunerados continúan eludiéndolos. Como veremos, crecer en tiempos económicos muy precarios solo lo ha hecho más difícil.
Las ambiciones de las mujeres de la Generación X se ven frustradas por montañas de deudas
La generación Boomer vivió en un mundo de prosperidad y estabilidad financiera casi increíble para los estándares actuales. Una familia de clase media en Estados Unidos podría vivir cómodamente con un solo ingreso, ser dueña de su propia casa y trabajar en la misma empresa durante toda su vida.
Esa imagen ahora parece tan optimista como un cuento de hadas. La generación X es considerablemente más pobre que sus padres y no tiene esperanzas de recuperar el terreno perdido. La caída del mercado de valores de 1987 provocó una recesión justo cuando la generación X de mayor edad se preparaba para ingresar al lugar de trabajo. En 1993, el salario por hora alcanzó un nuevo mínimo, lo que significa que las personas comenzaron sus carreras en desventaja económica.
Luego, justo cuando las mujeres de la Generación X intentaban ganar terreno en sus carreras, la burbuja de las puntocom estalló en 2001, lo que provocó otra caída y recesión del mercado de valores. ¡La Oficina de Estadísticas Laborales informa que se perdieron 2,7 millones de puestos de trabajo solo entre 2001 y 2002!
Una cosa que las mujeres de la Generación X podían obtener era un préstamo hipotecario, ya que las hipotecas eran muy fáciles de adquirir a principios de la década de 2000. Si bien finalmente poseer una propiedad les pareció un sueño hecho realidad, el sueño se convirtió en una pesadilla en 2007, con la crisis de las hipotecas de alto riesgo y el colapso de la burbuja inmobiliaria. Las casas que acababan de comprar perdieron hasta el 30% de su valor casi de la noche a la mañana.
Como era de esperar, hoy la Generación X tiene una cantidad asombrosa de deuda: un 82 por ciento más que los Boomers y $ 37,000 más que el promedio nacional. Pero esta deuda no se debe todo a las recesiones. Los miembros de la Generación X también tienen préstamos estudiantiles paralizantes, gracias al costo creciente de la educación superior, y a menudo están endeudados por los costos relacionados con la atención médica. La falta de buenos trabajos resulta en la falta de acceso a un seguro médico. Eso significa que un problema de salud puede hundir a una familia en una crisis financiera.
Si bien todos los miembros de la Generación X enfrentan estas circunstancias, también hay una dimensión de género en la deuda: los hombres no solo suelen obtener buenos trabajos, sino que las mujeres también suelen cargar con la mayor parte de los costos relacionados con el cuidado de los niños, en casos de divorcio y el cuidado de los niños. padres enfermos.
Hacer frente a esta enorme deuda significa que las mujeres a menudo han tenido que suspender sus planes de carrera o abandonar sus ambiciones creativas para aceptar cualquier trabajo que puedan encontrar que les ayude a pagar sus facturas.
Aunque las mujeres de la Generación X están más presentes en el lugar de trabajo, ahora dedican mucho más tiempo al cuidado de los niños
Es asombroso ver cuánta sabiduría común sobre la crianza de los hijos puede cambiar en una sola generación. La autora recuerda las largas tardes que pasó viendo la televisión en una casa vacía mientras sus padres trabajaban y deambulando libremente por las calles con sus amigos. Sus padres la alimentaron, la vistieron y le dieron refugio, pero no mucho más.
Hoy en día, la crianza de los hijos parece haberse vuelto mucho más complicada. Se espera que los padres de clase media estimulen activamente la imaginación de sus hijos, los involucren en juegos creativos, les preparen comidas caseras y les presten toda su atención.
En un sistema educativo cada vez más competitivo, las tareas de los niños ahora deben ser supervisadas activamente para garantizar que tengan éxito y puedan presentar solicitudes competitivas a las universidades.
Y, en medio de preocupaciones por la seguridad, los niños ya no pueden vagar libremente por las calles. En cambio, son transportados de una actividad deportiva o cultural organizada a otra.
Todas estas actividades consumen muchísimo tiempo y la mayor parte de este trabajo aún lo realizan las madres, además de las horas de trabajo más largas.
De hecho, un estudio del Pew Research Center muestra que las madres dedican ahora 25 horas semanales al trabajo remunerado, en comparación con las 9 horas semanales de sus predecesoras de 1965. También realizan un promedio de 14 horas semanales de cuidado infantil, en comparación con las 10 de la generación anterior. En cambio, los hombres realizan un promedio de 8 horas semanales de cuidado infantil. Esto es 3 veces más de lo que hicieron sus predecesoras de 1965, pero aún muy por debajo de lo que hacen las mujeres.
Pero estas cifras ni siquiera cubren el trabajo de las mujeres en el hogar que no se puede cuantificar, lo que se llama trabajo invisible . Por lo general, son las mujeres del hogar las que se acuerdan de comprar una tarjeta de cumpleaños para un abuelo, obtener un regalo de fin de curso de un maestro, programar citas con el médico, responder correos electrónicos de la escuela y recordar comprar calcetines nuevos. Esencialmente, las mujeres tienen la tarea de administrar mentalmente el hogar además de todas sus responsabilidades laborales. Llevan una carga mental enorme e invisible .
Y las responsabilidades de cuidado de las mujeres de la Generación X no terminan con sus familias nucleares. Como veremos, eso es solo el comienzo.
Las mujeres de la Generación X tienen que cuidar simultáneamente de niños pequeños y padres ancianos, con poco apoyo
Imagínese que está lidiando con las enormes demandas de cuidar a dos niños pequeños al mismo tiempo que equilibra un trabajo y trata de mantener la casa en orden. Justo cuando su hijo menor comienza la escuela y usted encuentra un poco más de tiempo para usted, uno de sus padres tiene una crisis de salud. De repente, también debes comenzar a apoyarlos.
Esta es la experiencia de muchas mujeres de la Generación X. Como van a tener hijos más tarde, a los 30 e incluso a los 40, a menudo se encuentran lidiando con las enormes demandas del cuidado infantil al mismo tiempo que sus padres se vuelven frágiles y comienzan a depender de ellos. Al igual que con el cuidado de los niños, las mujeres están agrupadas con la mayor parte del trabajo de cuidar a los padres ancianos. Esos padres a menudo están divorciados y no tienen apoyo mutuo, lo que agrava la carga.
Esta enorme responsabilidad de ser el principal cuidador de los niños pequeños y los padres al mismo tiempo solo se ve dificultada por el hecho de que las redes de apoyo se han reducido. Hoy en día, es cada vez más inusual que los vecinos y amigos sin hijos ayuden con el cuidado de los niños. Y debido a que la generación Boomer tuvo menos hijos, la Generación X, a su vez, a menudo tiene menos hermanos para ayudar a aligerar la carga.
Si bien las comunidades religiosas solían ser un pilar de apoyo en tiempos difíciles, a medida que la generación X se ha vuelto menos religiosa, a menudo están menos involucradas en esas comunidades y en todos los recursos que solían proporcionar.
Si vive en los Estados Unidos, tampoco podrá depender de mucha ayuda del gobierno. Existe una ley que establece que los empleados pueden tomar hasta doce semanas de baja laboral por licencia de maternidad u otras preocupaciones familiares, pero esas semanas no son remuneradas y, de todos modos, la ley solo cubre al 60% de los trabajadores estadounidenses. El resto queda fuera de él y puede ser despedido sumariamente por tomarse un tiempo libre por motivos familiares o de salud.
No se necesita mucha imaginación para comprender que estas demandas de cuidado, junto con la falta de apoyo social, crean una enorme cantidad de estrés para las mujeres de la Generación X, la «generación sándwich», que están extremadamente delgadas.
Las mujeres de la Generación X pueden tener dificultades para encontrar la pareja perfecta o tener hijos cuando estén listas
Toda esta charla sobre las dificultades de ser madre podría hacerte pensar en deshacerte de todo el asunto de la crianza de los hijos por completo.
De hecho, algunas mujeres de la Generación X han optado por no tener hijos, y en su lugar han priorizado otras relaciones, el trabajo, los viajes y todas las cosas para las que los padres no tienen mucho tiempo. Este movimiento se llama Childfree by Choice. Pero es muy diferente a ser alguien que quería tener hijos pero no pudo.
Desafortunadamente, algunas mujeres de la Generación X encajan en este último campo de mujeres. ¿Por qué?
A veces es porque no pudieron encontrar una pareja con la que quisieran formar una familia. Si bien las comedias románticas con las que crecimos nos dieron la impresión de que el amor siempre está a la vuelta de la esquina, puede ser muy difícil de alcanzar.
De hecho, si eres una mujer heterosexual que busca un hombre en la ciudad de Nueva York, ya estás en desventaja, ya que hay 400.000 mujeres más que hombres. Uno pensaría que las aplicaciones de citas modernas como Tinder ayudarían, pero algunos creen que la tecnología dificulta las cosas, facilitando una cultura en la que la gente está constantemente buscando algo mejor.
Algunas mujeres finalmente han encontrado a la pareja perfecta o han decidido intentar criar a un hijo solas, pero descubren que no pueden concebir o llevar un bebé a término. Esto se debe en parte a que las mujeres ahora intentan tener hijos más tarde que cualquier generación anterior. Esto es posible en parte por tecnologías como la FIV, iniciada en 1978, o la congelación de óvulos, que condujo por primera vez a un parto exitoso en 1999. Si bien estas tecnologías han extendido la fertilidad para algunas mujeres, no siempre funcionan. En 2016, solo el 22% de los procedimientos de FIV tuvieron éxito.
La presión de navegar en el mundo de las citas y tomar una decisión sobre cuándo empezar a intentar tener un bebé puede ser increíblemente estresante para las mujeres de la Generación X. Sobre el papel, tenemos muchas opciones. Pero en la práctica, hay obstáculos inexpugnables, como nunca conocer al copadre de sus sueños o descubrir que no puede concebir un hijo.
Los cambios hormonales pueden tener una enorme influencia en las mujeres de mediana edad, pero falta apoyo médico
Tan recientemente como en 1970, un miembro del Comité de Prioridades Nacionales del Partido Demócrata argumentó que luchar por la igualdad de género no era una prioridad. ¿Su razón? Las hormonas de las mujeres eran tan peligrosas para su capacidad de toma de decisiones que nunca se les podrían confiar puestos de alto rango. Argumentó que las mujeres no podían ser pilotos, presidentes o directores ejecutivos porque sus hormonas «pondrían en peligro al mundo».
En respuesta a un sexismo descarado como este, las feministas que luchan por la igualdad afirmaron que las mujeres podían funcionar exactamente tan bien como los hombres. Eso, por supuesto, es cierto: las mujeres pueden ser igualmente efectivas en cualquier trabajo.
Pero cis mujeres hacen difieren fisiológicamente a partir de cis hombres. Tenemos hormonas únicas, que afectan nuestras vidas de formas específicas. Verse obligada a negar que durante tanto tiempo en la lucha por la igualdad ha tenido un efecto negativo en la salud y el bienestar de las mujeres de mediana edad.
Todo el mundo reconoce que los adolescentes atraviesan un enorme ajuste fisiológico durante la pubertad. La perimenopausia es un trastorno hormonal igualmente enorme que afecta a las mujeres de mediana edad. Si bien la mayoría de las mujeres atraviesan la menopausia a los 51 años, los cambios hormonales comienzan mucho antes, alrededor de diez años antes para las mujeres afroamericanas y siete años antes para las mujeres blancas.
Entonces, ya en sus cuarenta, las mujeres pueden experimentar sofocos debilitantes, así como insomnio, sexo doloroso, disminución de la libido, dolor en los senos y disminución del apetito. También pueden experimentar cambios de humor desorientadores y sentimientos intensos de ansiedad y rabia.
Existen tratamientos efectivos, como la terapia de reemplazo hormonal, que pueden reducir drásticamente estos síntomas. Pero muchas mujeres ni siquiera saben lo que les está pasando, mucho menos cómo tratarlo. De hecho, el 42% de las mujeres nunca ha hablado siquiera de la menopausia con sus proveedores de salud. Y la mayoría de las veces, los propios médicos no son más sabios: según una encuesta de 2013 en Johns Hopkins, solo uno de cada cinco residentes de obstetricia y ginecología recibe capacitación formal sobre la menopausia.
Las mujeres de la Generación X, como hemos visto, ya están bajo una enorme cantidad de estrés. Y pasar por las profundas transformaciones fisiológicas provocadas por la menopausia sin un buen apoyo médico o social solo la empeora.
Llegue a la paz con su crisis de la mediana edad haciéndose real
Todos nos hemos acostumbrado a transmitir imágenes retocadas de lo mejor de nosotros en las redes sociales. Ver esto puede llevarnos a asumir que otras personas llevan vidas mucho mejores, más solventes financieramente o más interesantes que las nuestras.
Pero la verdad es que la gran mayoría de las mujeres de mediana edad se encuentran bajo una enorme cantidad de estrés. Reconocer que, para nosotros y para los demás, puede romper el aislamiento de la crisis.
Darse cuenta de que muchas de las expectativas con las que creció no son realistas le ayudará aún más. Las mujeres de la Generación X fueron criadas para creer que podían hacer y tener todo. Pero existen impedimentos sustanciales para una carrera exitosa, ahorros en el banco y una vida hogareña fácil que están completamente fuera de nuestro control.
Admitir eso puede sonar derrotista, pero de hecho, puede ser muy enriquecedor. Significa que todo lo que hemos logrado se ha ganado contra enormes obstáculos. Y también significa que no estamos locos por sentirnos estresados. Nuestras vidas pueden ser realmente duras. Sentirse tenso, ansioso o deprimido en respuesta es una reacción muy apropiada.
Buscar apoyo es el siguiente paso importante. Esto puede ser de amigos o mujeres de ideas afines que están en el mismo barco; un buen terapeuta; o un médico que en realidad no sabe acerca de cómo apoyar a las mujeres perimenopáusicas. Puede tomar la forma de un paseador de perros, un contador o un miembro de la familia al que no le importa cuidar a los niños. Pedir ayuda puede ser difícil cuando te criaron para intentar ser completamente autosuficiente. Pero es tan importante.
Puede parecer que esta fase de tu vida durará para siempre: que siempre estarás estirado entre todas tus responsabilidades, que siempre te sentirás tan desdichado por tu carrera. Pero la belleza de una fase es que termina. No serás de mediana edad para siempre. Tus hijos crecerán, tus hormonas se calmarán y podrás experimentar una fase de la vida que muchas mujeres encuentran mucho más satisfactoria e interesante.
Entonces, más allá de ajustar sus expectativas y pedir ayuda, una de las mejores formas de superar una crisis de la mediana edad es simplemente esperar y recordar que pasará.
Una de las mejores formas de conectarse con personas de ideas afines, sea cual sea su situación de vida actual, es programar una reunión mensual en torno a un interés compartido. Por ejemplo, podría tener un club para beber margaritas, una sociedad de escritores o un intercambio mensual de plántulas. Tener ese contacto regular será una excelente manera de obtener apoyo y romper su sensación de aislamiento.
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