Actualizado el miércoles, 21 octubre, 2020
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos siempre van acompañados de historias de superación que son un mensaje de inspiración para todos. Más si cabe los segundos, que ya de por sí suponen un ejemplo de cómo afrontar situaciones difíciles en la vida y que son, desde siempre, mis preferidos.
Pero hoy os traigo una noticia que me ha dejado helada. Que quería compartir con vosotros y que merece ser compartida por todos para honrar su nombre. La atleta belga Marieke Vervoort, campeona en Londres 2012, nos ha sorprendido estos días con una noticia sobre su futuro: quiere morir tras los Juegos de Río.
Marieke Vervoort
«Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en la eutanasia. Pero, a pesar de mi enfermedad, he vivido lo que otros solo pueden soñar», ha señalado en una entrevista concedida a Le Parisien.
La belga ha estado ligada toda su vida al éxito en el deporte. No obstante, fue dos veces campeona del mundo de triatlón y llegó a participar en el famoso Ironman de Hawaii.
Pero su historia tuvo un giro inesperado en 2008, cuando fue diagnosticada con una enfermedad que acabaría postrándola en una una silla de ruedas.
Superó todas las barreras psiclógicas y se aferró al deporte y la competición adaptando su vida a nuevas metas. «Cuando me siendo en mi silla de carrera, todo desaparece. Expulso todos los pensamientos oscuros, el miedo, la tristeza, el sufrimiento, la frustración. Así es como he conseguido ganar lo que he ganado», expone la belga en la entrevista.
Practicó baloncesto, golf, esgrima, surf, triatlón, buceo, golf, esquí y atletismo en silla de ruedas. En Londres 2012 logró un oro en 100 metros lisos y plata en los 200 y 400 metros lisos. El año pasado, en los Mundiales de Doha, se proclamó campeona del mundo, batiendo récords en 400, 800, 1.500 y 5.000 metros.
Vervoort también competirá este año en Río 2016, del 7 al 18 de septiembre, donde llega con la aspiración de colgarse nuevas medallas al cuello en las pruebas de 100 y 400 metros.
Será, según sus propias palabras, un último gran esfuerzo. Y es que la enfermedad que sufre, degenerativa e incurable, la dificulta cada día más no solo la competición sino sobrellevar el día a día. Es por ello por lo que ya ha solicitado en Bélgica, donde la eutanasia es legal desde 2002, que le priven de la vida después de competir en Brasil. Suena realmente terrible pero ella se muestra firme en su intención.
«Todo el mundo me ve reír con mi medalla de oro, pero nadie ve el lado oscuro»,
Es una de las confesiones que ha realizado a los medios pues los dolores no le dejan dormir más que diez minutos seguidos en ocasiones. Durante el día, se desmaya y es su perro quien la tiene que despertar a base de lametazos.
Su única motivación para seguir viviendo es la competición y sabe que Río será su última gran aparición. Después, sólo le motiva planificar su funeral:
«Quiero que todos tengan una copa de champán en la mano y un pensamiento feliz para mí».
Sin duda, un ejemplo de superación y lucha. De cómo aprovechar lo poco que te da la vida para vivirla al máximo. Alzaré mi copa por Marieke y recordaré en mis entrenamientos su fuerza y su ejemplo.