Actualizado el miércoles, 22 noviembre, 2023
«El Principito» es un clásico atemporal escrito por Antoine de Saint-Exupéry en 1943. Es una historia mágica sobre los viajes de un joven príncipe desde su planeta natal a otros planetas y sus encuentros con extrañas y maravillosas criaturas. El Principito aprende valiosas lecciones sobre la vida, el amor, la amistad y la responsabilidad de estas criaturas. También aprende a apreciar la belleza del mundo que lo rodea. Este libro se ha convertido en un éxito de ventas internacional y continúa siendo amado por lectores de todas las edades.
El Principito es una de esas obras que traspasan la frontera del tiempo y la edad. No es casualidad que haya sido traducida a más de 180 idiomas y se haya convertido en uno de los libros más vendidos de la historia que inspira a diferentes generaciones.
El Principito transmite un mensaje atemporal sobre la importancia del amor y la amistad, así como la necesidad de mirar más allá de las apariencias y descubrir lo que hay debajo. A través de su narrativa simple, habla a los lectores de todas las edades sobre las verdades más grandes de la vida. Nos anima a ser valientes en nuestras decisiones, compasivos con los demás y a nunca perder de vista lo que realmente importa en la vida.
En esencia, El Principito es una exploración filosófica de la existencia humana que seguirá siendo relevante para las generaciones venideras.
«El principito» es una obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry que ha cautivado a generaciones enteras por su sabiduría y ternura. A continuación se presentan las lecciones más importantes que se pueden extraer de este maravilloso libro:
- La importancia de la amistad: El principito busca amigos en su viaje y aprende que tener amigos es una de las cosas más importantes en la vida.
- La importancia de cuidar nuestro planeta: El principito viaja de un planeta a otro y aprende sobre la importancia de cuidar nuestro hogar, la Tierra.
- La importancia de la simplicidad: El principito se sorprende al ver que los adultos hacen cosas complicadas e innecesarias, y aprende que la simplicidad es la clave de la felicidad.
- La importancia de la imaginación: El principito tiene una gran imaginación y se da cuenta de que la imaginación es esencial para entender el mundo que nos rodea.
- La importancia de ser fiel a uno mismo: El principito aprende que es importante ser fiel a uno mismo y no dejar que los demás influyan en nuestras decisiones.
- La importancia de la responsabilidad: El principito es responsable de cuidar su rosa y aprende que es importante ser responsable de las cosas que nos importan.
- La importancia de ver más allá de las apariencias: El principito aprende que las cosas no siempre son lo que parecen y que debemos buscar más allá de las apariencias para encontrar la verdadera esencia de las cosas.
Estas son solo algunas de las muchas lecciones que se pueden extraer de «El principito». Este libro es un tesoro de sabiduría y una lectura obligada para cualquier persona que busque inspiración y guía en la vida
La obra de un hombre que quería rescatar la esperanza y el amor
Su escritor, Antoine de Saint-Exupéry, vivió en una época convulsa y fue piloto durante la Segunda Guerra Mundial. En su obra autobiográfica Tierra de hombres narra cómo en 1935 su avión se estrelló en el desierto del Sáhara mientras intentaba romper un récord de velocidad.
Los mapas que tenía eran muy antiguos, por lo que perdió el rumbo en el desierto. Muy pronto sobrevino la deshidratación, por lo que tanto él como su copiloto comenzaron a tener espejismos y alucinaciones. Al cuarto día los encontró un beduino que les salvó la vida. Obviamente, El Principito tiene muchos puntos en común con esa historia, por lo que es difícil saber dónde termina la realidad y empieza la ficción.
En esta obra, Saint-Exupéry también deja entrever su preocupación por la guerra y los crímenes fascistas, por lo que, en cierta forma, es un intento de rescatar la esperanza y el amor. Y nada mejor que recurrir a la metáfora de un niño pequeño para recordarnos los valores que son verdaderamente importantes en la vida.
12 grandes lecciones que nos legó Saint-Exupéry en El Principito
«El Principito» es un libro escrito por Antoine de Saint-Exupéry que cuenta la historia de un niño extraterrestre que viaja a través del universo y visita diferentes planetas. A lo largo de su viaje, el Principito aprende muchas lecciones importantes sobre la vida, algunas de las cuales incluyen:
- La importancia de las relaciones: El Principito aprende que las relaciones interpersonales son más valiosas que los objetos materiales o el poder.
- La belleza de la simplicidad: El Principito descubre que la verdadera belleza está en las cosas simples de la vida, como las flores y los amigos verdaderos.
- La importancia de la amistad: El Principito aprende que la amistad es un vínculo más fuerte que cualquier otra cosa y que un amigo verdadero es alguien que siempre está ahí en los buenos y malos momentos.
- La necesidad de explorar: El Principito aprende que es importante explorar el mundo y descubrir nuevas cosas para tener una vida plena y rica.
- La importancia de la pasión: El Principito descubre que la pasión por la vida es lo que hace que valga la pena vivir, y que es importante encontrar algo que nos apasione y nos haga sentir vivos.
Estas son solo algunas de las lecciones de vida que «El Principito» enseña a sus lectores. En general, el libro es una reflexión profunda sobre la vida y su significado, y ha sido un favorito de generaciones de lectores de todo el mundo.
Aquí os dejamos otras 12 grandes lecciones que podemos aprender en este inspirador libro.
Dedicatoria del libro
«A León Werth.
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo un motivo importante para ello: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otro motivo, además: esta persona mayor puede entenderlo todo, hasta los libros para niños. Tengo aún un tercer motivo: esta persona mayor vive en Francia, donde padece hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolado. Si todos estos motivos no son suficientes, quiero, entonces, dedicar este libro al niño que una vez fue esa persona mayor. Todas las personas mayores han sido primero niños (pero pocos lo recuerdan).
Así que corrijo mi dedicatoria:
A León Werth, cuando era niño».
1. Ve más allá de la apariencia, siempre
“Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos […] Los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón”.
En una sociedad donde la apariencia parece haber desbancado todo lo demás, esta idea cobra aún más protagonismo. Saint-Exupéry no solo nos anima a mirar más allá de la apariencia, sino también a deshacernos de nuestros prejuicios y estereotipos para conectar realmente con las personas y conocerlas más allá de su profesión, posición social o aspecto físico.
2. No exijas a los demás lo que no pueden darte
“Es necesario exigir a cada uno lo que cada uno puede dar. La autoridad reposa, ante todo, sobre la razón”.
Las mayores desilusiones suelen provenir de nuestras expectativas, de esperar que los demás se comporten y piensen como nosotros. Así, terminamos llevando al límite a quienes más amamos, imponiéndoles nuestros sueños y forma de ver la vida. Saint-Exupéry nos anima a ser razonables y no presionar innecesariamente a los demás. El amor debe ser incondicional, jamás debe representar un peso para quien lo recibe.
3. Conócete a ti mismo antes de criticar a los otros
La crítica dice mucho más de quien critica que de quien es criticado porque solemos juzgar lo que no entendemos, no queremos aceptar o nos asusta. La práctica del auto-conocimiento, ser conscientes de nuestros errores, limitaciones y debilidades nos permitirá adoptar una actitud más conciliadora y tolerante. Se trata de un cambio de perspectiva considerable: dejar de fijarnos tanto en los errores y actitudes ajenas para centrarnos en mejorar como personas.
“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio”.
4. No es más feliz quien más tiene, sino quien valora lo que posee
“Las personas de tu tierra cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín y no encuentran lo que buscan. Y, sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa”.
Muchas personas pasan toda su vida buscando el secreto del éxito, pensando que cuando finalmente logren todo eso que siempre han ansiado serán felices. Sin embargo, el secreto de la felicidad podría ser mucho más sencillo y fácil de alcanzar porque radica en sentir gratitud por lo que tenemos y por las personas que están a nuestro lado. Tener más no significa ser más rico ni más feliz.
5. La vida no se mide, se vive
“Las personas mayores aman las cifras. Cuando ustedes les hablan de un nuevo amigo, nunca preguntarán lo esencial. ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas? En cambio preguntarán: ¿Cuántos años tiene? ¿Cuánto gana su padre?”
A medida que crecemos las matemáticas nos ganan la partida. Comenzamos a valorar la vida en términos numéricos y nos olvidamos de lo verdaderamente importante. Creemos que el valor de las cosas, e incluso de las experiencias, depende de su precio; olvidamos que el valor viene dado por el significado y la importancia que le atribuyamos, más allá del «valor» que intenta imponer la sociedad.
6. Invierte tu tiempo en crear relaciones especiales
“No conocemos más que las cosas que domesticamos. Las personas no tienen tiempo de conocer nada. Compran las cosas hechas en los mercados. Pero como no hay mercados de amigos, los personas no tienen amigos”.
Solo podemos conocer a una persona si pasamos tiempo a su lado, si le acompañamos en los buenos y malos momentos. Esa es la única manera de construir una sólida red de apoyo social que nos sostenga cuando más lo necesitamos. No debemos olvidar que el tiempo es nuestra posesión más valiosa y debemos usarlo sabiamente para construir relaciones especiales.
7. La avaricia te ciega y te impide apreciar la belleza
“Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo: ‘Soy una persona seria, soy una persona seria’, lo que le hace hincharse de orgullo. ¡Pero eso no es una persona, es un hongo!”
Acumular riquezas y desear siempre más puede impedir que disfrutes de las pequeñas cosas o, incluso, puede opacar los logros que ya has alcanzado.
Cuando pones tu vista siempre adelante, cuando siempre ansías algo más, pierdes la posibilidad de disfrutar del presente, que es lo único que tienes. Recuerda que la vida no se mide en riquezas sino en los momentos que has disfrutado.
Frases esenciales que muestran lo que nos enseña El Principito
El Principito es una novela filosófica escrita por Antoine de Saint-Exupéry en 1943. Cuenta la historia de un joven príncipe que visita diferentes planetas y conoce a diferentes personajes, cada uno representando un aspecto diferente de la vida. A través de estas interacciones, el príncipe aprende sobre la importancia del amor y la amistad, así como el significado de la vida. La novela ha sido traducida a más de 300 idiomas y sigue siendo una de las obras literarias más populares del mundo. Su mensaje central es que, aunque la vida puede ser difícil, vale la pena vivirla si nos tomamos el tiempo para apreciar su belleza y valorar las relaciones con los demás.
- «—¡Ah! ¡Ah! ¡Un admirador viene a visitarme! Gritó de lejos el vanidoso al percibir al principito. Ya que para los vanidosos todas las demás personas son admiradores.»
- «A veces no hay inconveniente en dejar para más tarde el trabajo a realizar. Pero tratándose de baobabs podría ser una catástrofe»
- «Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos». [«Derecho, siempre hacia delante, no se puede ir muy lejos»] [Cap. 3]
- «—Conozco un planeta, donde hay un señor color carmesí. Nunca ha olido una flor, nunca ha visto una estrella, nunca ha querido a nadie. No ha hecho otra cosa más que sumas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: ¡Yo soy una persona seria! ¡Yo soy una persona seria! Y esto le hace sentirse orgulloso, pero eso no es una persona, ¡es un hongo!»
- «Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer». [Cap. 2]
- «¿Dónde están las personas?, preguntó por fin, el principito. Se está muy solo en el desierto…
—También se está solo entre las personas, dijo la serpiente.»
- «Él no sabía que para los reyes el mundo está simplificado, todos las personas son súbditos.»
- «—Es bueno haber tenido un amigo, incluso si se va uno a morir. Yo estoy contento d haber tenido un amigo zorro…»
- «Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio». [Cap. 10]
- «¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!».
- «Esta persona será despreciado por los otros, por el rey, por el vanidoso, por el bebedor. por la persona de negocios. Sin embargo, es el único que no me parece ridículo, quizás porque se ocupa de otra cosa y no de sí mismo.»
- «Hace seis años, ya que mi amigo se fue con su cordero y si trato de describirlo es con el fin de no olvidarlo. Es triste olvidar a un amigo. No todo el mundo ha tenido un amigo»
- «He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos». [Cap. 21]
- «Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones». [Cap. 1]
- «—Las estrellas no son la misma cosa para todos. Para los que viajan las estrellas son guías. Para otros no son más que pequeñas lucecitas. Para los sabios, las estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios eran oro. Pero todas esas estrellas no dicen nada… Tú tendrás estrellas como nadie…
—¿Qué quieres decir?
—Cuando por las noches, mires el cielo, sabrás que en una de aquellas estrellas estaré yo, riendo, entonces será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!»
- «—Las estrellas son bellas, por una flor que no se ve…»
- «Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Eso es muy triste! ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, me hará acordarme de ti y me gustará el ruido del viento entre el trigo».
- «—Las personas de tu tierra —dijo el principito—, cultivan cinco mil rosas en un jardín… y no encuentran lo que buscan…
—No lo encuentran, conteste…
—Y, sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa, o en un poco de agua…»
- «¿Las personas? El viento las lleva, pues no tienen raíces y no tenerlas les causa amargura». [Cap. 18]
- «Las personas de tu planeta —dijo el principito— cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín… sin embargo, no encuentran lo que buscan». [Cap. 25]
- «Las personas no tienen imaginación, repiten lo que uno les dice». [Cap. 19]
- «Las personas ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existe ningún comerciante de amigos, las personas, las personas ya no tienen amigos». [Cap. 21]
- «Lo que embellece al desierto es que oculta un pozo en cualquier lugar».
- «Me pregunto si las estrellas están encendidas para que cada cual pueda encontrar algún día la suya».
- «Me quedé helado, de nuevo, por un sentimiento de algo irreparable y comprendí que no podía soportar la idea de no volver a oír nunca aquella risa. Era, para mí, como una fuente en el desierto.»
- «¡No supe comprender nada, entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. Ella me perfumaba, me iluminaba. ¡Jamás debí huir de allí! Hubiera adivinado su ternura que ocultaban sus astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla»
- «Otras veces me digo: «Alguna que otra vez uno se distrae. ¡Y, eso basta! Si alguna noche ha olvidado el fanal, o bien el cordero ha salido por la noche sin hacer ruido…» Entonces los cascabeles se convierten en lágrimas»
- «Pero desgraciadamente, yo no sé ver los corderos a través de las cajas. Soy, un poco, como las personas mayores. He debido envejecer»
- «Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos no oyen más que las alabanzas.»
- «Pero los ojos no siempre ven, hay que buscar con el corazón».
- Variante: «Pero los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón». [Cap. 25]
- Variante: «Pero los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón». [Cap. 25]
- «Puede ser que esta persona sea absurda. Sin embargo, es menos absurdo que el rey, el vanidoso, el hombre de negocios y el bebedor. Por lo menos su trabajo tiene algún sentido. Cuando alumbra su farol, es como si hiciera nacer una estrella de más o una flor y cuando lo apaga es como si durmiera la flor o la estrella. Es una ocupación muy bonita y por ser bonita es verdaderamente útil.»
- «Se podría acumular a toda la humanidad en la más pequeña isla del Pacífico. Esto, claro, las personas adultas no lo creerán, pues ellas opinan que ocupan mucho espacio, que son tan importantes como los baobabs». [Cap. 17]
- «—Si alguien ama una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que la mire para ser dichoso. Puede decirse: «Mi flor está allí, en alguna parte…» Pero si el cordero se come a la flor, para él es como si de pronto todas las estrellas se apagaran bruscamente.»
- «Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro». [Cap. 21] (…) Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco…»] [Cap. 25]
- «Si yo ordenará, decía frecuentemente, si yo ordenara a un general que se transformará en ave marina y el general no me obedeciese, no sería culpa del general sería mi culpa.»
- «Solamente hay que exigirle a cada uno lo que cada uno puede dar, continuo el rey. La autoridad reposa primeramente en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará una revolución. Tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables»
- «—Solamente los niños saben lo que buscan dijo el principito. Pierden tiempo con una muñeca de trapo, y esta se vuelve tan importante que, si se la quitan, lloran…»
- «—Un día vi ponerse el sol, ¡43 veces! Y un poco más tarde añadías:
—¿Sabes?… cuando uno está demasiado triste, le gusta ver la puesta del sol…
—¿Entonces, el día de las 43 veces estabas tan triste?
Pero el principito no respondió.»
- «Y si yo conozco una flor única en el mundo, que no existe en ningún lado más que en mi planeta y que un corderito puede aniquilarla una mañana sin ni siquiera darse cuenta de ello, ¡¿es que esto no es importante?!»
Dedicatoria del libro
- «A León Werth.
Pido disculpas a los chicos por dedicar este libro a un adulto. Tengo una buena excusa: este adulto es mi mejor amigo en todo el mundo. Hay otra excusa: es un adulto que puede entender todo, incluso los libros para chicos. Y una más: es un adulto que vive en Francia, donde pasa hambre y frío. De verdad necesita que lo mimen. Si todas estas excusas no parecieran necesarias, quiero dedicar este libro al chico que está adulto fue en otro tiempo. Todos los adultos fueron chicos alguna vez (pero pocos lo recuerdan).
Así que corrijo mi dedicatoria:
A León Werth, cuando era chico».- Nota: Dedicatoria a Léon Werth
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