Actualizado el sábado, 28 octubre, 2023
Cuando Einstein daba alguna conferencia en las numerosas universidades, la pregunta recurrente que le hacían los estudiantes era:
-¿Cree Ud. en Dios?
Y él siempre respondía:
-Creo en el Dios de Spinoza.
Einstein y Spinoza: Tratado teológico-político
«I believe in Spinoza’s God who reveals himself in the orderly harmony of what exists, not in a God who concerns himself with fates and actions of human beings.»
Palabras de Albert Einstein sobre la existencia de Dios
La traducción literal sería:
«Creo en el Dios de Spinoza que se revela en la armonía ordenada de lo que existe, no en un Dios que se preocupa por el destino y las acciones de los seres humanos».
Albert Einstein pronunció estas palabras cuando se le preguntó si creía en Dios el rabino Herbert Goldstein de la Sinagoga Institucional, Nueva York, el 24 de abril de 1921.
El que no haya leído a Spinoza se sorprenderá. Baruch de Spinoza fue un filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués, considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes. En algunos puntos, incluso nos recuerda al «Ama y haz lo que quieras» de Agustín de Hipona.
“La esencia infinita de Dios, y su eternidad, son conocidas por todos. Y si las personas no tienen de Dios un conocimiento tan claro como el que tienen de las nociones comunes, se debe a que no pueden imaginarse a Dios como imaginan”
El dios de Espinosa // (Baruch Espinoza, Ética, II, 47).
Gutkind presenta en el libro enviado a Einsten, a la Biblia como una llamada a la resistencia para que el judaísmo e Israel se mantengan incorruptibles. Es una de las partes más criticadas por el físico alemán aunque ofrece al autor algunas concesiones y puntos de vista comunes:
«Ahora que he expresado de forma clara nuestras diferencias en lo que respecta a las convicciones intelectuales, sigo teniendo claro que estamos muy cerca en lo esencial, es decir, en nuestras evaluaciones sobre el comportamiento de los seres humanos»
Albert Eisntein
Para entender estas palabras, debemos recordar que aunque provenía de una familia y una tradición judía, el pensamiento teológico de Einstein cambió por completo durante su estancia en Zurich. Allí, el físico alemán descubrió dos libros del filósofo Baruch Spinoza que cambiaron su visión sobre Dios y la religión.
En estos libros se mencionaba otra visión diferente a la plantada por las religiones tradicionales en Europa. El dios de Spinoza era artífice del arte y la ciencia que creaban el universo, o en otras palabras, responsable tanto del orden matemático del universo como de la belleza que aportaba la vida. Esta línea de pensamiento determinista resonó profundamente en el científico y en numerosas ocasiones mostró su apoyo al pensamiento del filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués, Baruch Spinoza.
El Dios de Spinoza es un concepto de ser divino propuesto por el filósofo holandés Baruch Spinoza en su libro Ética. Spinoza argumentó que Dios no es un ser personal, sino una fuerza impersonal que es la fuente de toda realidad. Vio a Dios como una sustancia infinita y eterna, a la que llamó «Naturaleza» o «Sustancia». Este concepto ha tenido una gran influencia en la historia de la filosofía y ha sido adoptado por muchas tradiciones religiosas. El Dios de Spinoza ofrece una visión alternativa a las concepciones tradicionales de una deidad personal y proporciona una perspectiva interesante sobre la naturaleza de la divinidad.
Ideas teológicas de Einstein
Albert Einstein, además de ser un destacado físico, también tuvo interesantes reflexiones sobre teología y religión. A continuación, se presenta una tabla con las principales ideas teológicas de Einstein:
- Principales ideas teológicas
- Panteísmo
- Rechazo al teísmo
- Creencia en un Dios impersonal
- La ciencia como una forma de conocer a Dios
- Relación entre religión y ciencia
Una de las principales ideas teológicas de Einstein es el panteísmo, que sostiene que Dios es idéntico al universo y que todo en el universo es una manifestación de Dios. Según Einstein, la religión y la ciencia tienen como objetivo descubrir la misma realidad, por lo que ambas pueden ser herramientas para conocer a Dios.
En contraposición al teísmo, que sostiene la existencia de un Dios personal, Einstein creía en un Dios impersonal, que se revela en las leyes naturales que gobiernan el universo. Para él, el universo es una creación divina, pero no en el sentido de que haya sido creado por un Dios personal, sino en el sentido de que es una manifestación de la divinidad.
Einstein también creía que la ciencia era una forma de conocer a Dios. Según él, el universo era un gran libro escrito por Dios, y la ciencia era una herramienta para descubrir sus secretos. Para Einstein, la ciencia y la religión no eran incompatibles, sino que se complementaban mutuamente.
Por último, Einstein reflexionó sobre la relación entre religión y ciencia, sosteniendo que la religión tenía como objetivo responder a preguntas relacionadas con el significado y propósito de la vida, mientras que la ciencia se enfocaba en descubrir la verdad sobre el universo. Según él, la religión y la ciencia eran complementarias y no debían ser vistas como opuestas entre sí.
En resumen, las principales ideas teológicas de Einstein incluyen el panteísmo, el rechazo al teísmo, la creencia en un Dios impersonal, la ciencia como una forma de conocer a Dios y la relación entre religión y ciencia. Estas ideas muestran una reflexión profunda y compleja sobre la relación entre Dios y el universo.
Ideas teológicas de Einstein
Baruch Spinoza fue un filósofo y teólogo holandés del siglo XVII, cuya obra representa una de las mayores contribuciones al pensamiento racionalista y al estudio de la teología. A continuación, se presenta una tabla con las principales ideas teológicas de Spinoza:
Principales ideas teológicas |
---|
Panteísmo |
Dios como la única sustancia |
Rechazo del dualismo |
Creencia en la causalidad |
Concepto de amor intelectual |
La principal idea teológica de Spinoza es el panteísmo, que sostiene que Dios es idéntico al universo y que todo en el universo es una manifestación de Dios. Según Spinoza, Dios es la única sustancia existente, de la que todo lo demás es una expresión o modo. Esta idea se basa en el concepto de que todo en el universo está interconectado y que la naturaleza es una unidad.
Otra idea importante de Spinoza es el rechazo del dualismo, que sostiene que hay dos realidades opuestas e irreductibles en el universo. Para él, todo en el universo es una manifestación de la única sustancia divina, por lo que no hay lugar para una dualidad absoluta.
Spinoza también creía en la causalidad, es decir, que todo en el universo es el resultado de una causa previa. Para él, la naturaleza seguía leyes fijas y predecibles, y que Dios estaba presente en cada una de estas leyes.
Por último, Spinoza habló del concepto de amor intelectual, que se refiere a la unión con la única sustancia divina, es decir, la unión con Dios. Para él, el amor intelectual era la mayor forma de felicidad y la liberación del sufrimiento humano.
En conclusión, las principales ideas teológicas de Spinoza incluyen el panteísmo, la creencia en Dios como la única sustancia, el rechazo del dualismo, la creencia en la causalidad y el concepto de amor intelectual. Estas ideas muestran una reflexión profunda y compleja sobre la naturaleza de Dios y su relación con el universo.
El Dios de Spinoza en palabras de Anand Dilvar
«Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.Deja de complicarte las cosas y de repetir como un loro lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti».
Anand Dilvar.
“Sobre Dios y la naturaleza, sostengo una opinión muy distinta de aquella que suelen defender los modernos cristianos. Afirmo, en efecto, que Dios es causa inmanente, como se dice, de todas las cosas y no transitiva; aún más, que todas las cosas están en Dios y se mueven en Dios, lo afirmo yo con Pablo y quizá también, aunque de otro modo, con todos los antiguos filósofos e incluso, me atrevería a decir, con todos los antiguos hebreos, en cuanto se puede deducir de algunas tradiciones antiguas, pese a sus innumerables adulteraciones. No obstante, cuando algunos piensan que el “Tratado teológico-político” se basa en que Dios y la naturaleza (por la cual entienden cierta masa o materia corpórea) son una y la misma cosa, están totalmente equivocados” (Baruch Spinoza, Carta 74).
Confesión de Einstein sobre Dios via telegrama
Todo empezó cuando Albert Einstein fue interrogado vía telegrama por el rabino Herbert S. Goldstein sobre si creía o no en la existencia de Dios. Einstein respondió:
“Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela así mismo en una armonía de lo existente, no en un Dios que se interesa por el destino y las acciones de los seres humanos”.
En una entrevista de 1930 publicada en el libro Glimpses of the Great de G. S. Viereck, Einstein amplia su explicación aún más:
«Tu pregunta es la más difícil del mundo. No es algo que pueda responder con un simple sí o no. No soy ateo. No sé si pueda definirme como un panteísta.
El problema en cuestión es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola? La mente humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo. Estamos en la posición del niño pequeño que entra a una inmensa biblioteca con cientos de libros de diferentes lenguas.
El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo o quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un orden misterioso, el cual no comprende, sólo sospecha.
Esa, me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la más grande y culta, en torno a Dios.
Vemos un universo maravillosamente arreglado, que obedece ciertas leyes, pero apenas entendemos esas leyes. Nuestras mentes limitadas no pueden aprehender la fuerza misteriosa que mueve a las constelaciones. Me fascina el panteísmo de Spinoza, porque él es el primer filósofo que trata al alma y al cuerpo como si fueran uno mismo, no dos cosas separadas».
¿Cómo es el Dios de Spinoza al que Einstein se refiere?
Baruch Spinoza, nacido un 24 de noviembre de 1632 como Benedito de Espinosa, fue un filósofo neerlandés, de origen judío sefardí, considerado junto con Descartes y Leibniz uno de los filósofos racionalistas más importantes de la ilustración, cuya repercusión fue reconocida después de su muerte, acaecida el 21 de febrero de 1677 a la edad de 44 años.
Su obra más sobresaliente es la Ética demostrada según el orden geométrico, publicada póstumamente por sus amistades más cercanas y que pronto fue censurado por la Iglesia Católica al incluirlo en su Index librorum prohibitorum.
En su magnum opus, Spinoza trató de definir la Naturaleza de Dios y de las pasiones humanas, para Spinoza no hay un dualismo, sino un monismo intermedio, esto es, no existen dos substancias, sino una con distintos atributos como el del pensamiento y/o la extensión. Consideró además que Dios era una res extensa, esta concepción asume a Dios no como metafísico, sino como la totalidad de lo físico o material.
Los mejores libros teológicos de Spinoza
El hereje y el cortesano: Spinoza, Leibniz y el destino de Dios en el mundo moderno
Lo incluimos en esta lista como uno de los mejores libros ya que incluso fue seleccionado como uno de los mejores libros del año por The New York Times Book Review. Gottfried Wilhelm Leibniz visitó a Baruch de Spinoza, en La Haya (Holanda) y fruto de ese encuentro se derivarían importantes reflexiones para la historia de la filosofía. Una original reinterpretación de la vida y la obra de Spinoza y Leibniz, dos de los fundadores del pensamiento filosófico moderno.
Ética: demostrada según el orden geométrico
Es la obra esencial de Spinoza, y fue publicada póstumamente en 1677. Es una obra compuesta como un conjunto de Definiciones, Axiomas, Postulados, Leyes, Proposiciones y Escolios al modo geométrico. Esta edición de la obra cumbre de este intelectual cuyo pensamiento y figura han sido clasificados de las formas más dispares.
El milagro Spinoza: Una filosofía para iluminar nuestra vida
Fue el pionero de una lectura histórica y crítica de la Biblia; el iniciador de la filología, la sociología y la etología; el inventor de una filosofía basada en el deseo y la alegría, que trastornó la concepción de Dios, la moralidad y la felicidad? En este libro excepcional, su pensamiento se nos revela como un enérgico recorrido que va de la servidumbre a la libertad, de la tristeza al regocijo.
Spinoza: Vida, escritos y sistema de filosofía moral
En este libro nos ofrece una presentación omnicomprensiva de la figura del pensador holandés. La obra aborda todas y cada una de las dimensiones del filósofo, tanto las biográficas como las puramente teóricas. El objetivo del autor es disponer en español de una obra accesible y sistemática, útil tanto para adentrarse por primera vez en el sistema del filósofo como para profundizar en las distintas vertientes de su pensamiento.
Todo en Dios: la teología de Einstein y Spinoza
Según esta concepción, Dios es Naturaleza Naturante que presenta afecciones y modos de ser, que a su vez tienen como origen necesario a Dios, estos son considerados como naturaleza naturada, así Dios es aquel ser en el que se concibe y es todo cuando existe, y que sin él o fuera de él nada es o puede ser concebido. A este perspectiva se le consideró como Panenteísta, lo que significa Todo en Dios.
Fuente:
Espinoza, Baruj, Ética demostrada según el orden geométrico
Traducción del Dr. Atilano Domínguez.
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