Quizás se hayan vuelto locos de tanto leer. Es la única explicación posible para entender El Club de los Raros. Hablamos de un emprendimiento social que quiere unir cultura, sostenibilidad y solidaridad a través de la venta de libros de segunda mano. De esos libros que todos tenemos abandonados en casa, cogiendo polvo en algún rincón o directamente en el trastero. Libros que nunca volveremos a leer y que, en el mejor de los casos, sirven para decorar nuestro salón o como setup de postín para nuestras videoconferencias con el jefe.
Hablando de libros, un emprendedor social no deja de ser, en el fondo, una mezcla entre un empresario convencional —atado como todos al balance contable, para que al final las cuentas cuadren y se puedan pagar facturas y comer tres veces al día —y un idealista Don Quijote, quizá nuestro personaje literario más emblemático, cuyas principales motivaciones son desfacer entuertos, vencer a los malos y conseguir que reine el bien en el mundo. O, que al menos, no gane el mal todo el rato.
Pero con una dificultad añadida: este quijote emprendedor sí que se enfrenta de verdad a los gigantes de un modelo económico que te aplasta y que no juega a tu favor. Y al mismo tiempo, su idealismo choca igualmente contra la cruda realidad de los molinos de viento. Porque hasta lo más cotidiano puede suponer un obstáculo añadido cuando te metes en estas aventuras.
Sin embargo, como buen quijote, no hay ninguna barrera que impida al emprendedor social salir a recorrer esos inciertos caminos en busca de su ideal. Y ahí tenemos el Club de los Raros, que ya es una realidad. Efectivamente, ya podemos entrar en esta librería online solidaria, cuyo objetivo es contribuir a la conservación de nuestros bosques, servir de herramienta de financiación para entidades sociales y ONG y generar oportunidades de empleo para colectivos en situación o en riesgo de exclusión.
Al rescate de los libros perdidos
Todo ello, como decíamos, a través del rescate de esos libros abandonados. “Queremos rescatar libros para dar una segunda vida a obras literarias que vale la pena leer, y que están por ahí acumulando polvo en cualquier rincón de la casa, sin ser disfrutadas por nadie más desde que fueron leídas hace mucho tiempo. Pero ese libro que tú ya no vas a volver a leer, seguramente podría ser aprovechado por otra persona”, nos cuenta Ginés Haro, cofundador de este proyecto y emprendedor social con una larga trayectoria y reconocido como Top influencer por El Referente y Mentorday.
Le acompaña en este quijotesco empeño su socia María Gómez, abogada y gerente de la Fundación Inquietarte, que también insiste en la importancia de darles nuevas vidas a los libros por motivos ambientales. “Rescatar libros evita que haya que editar nuevos ejemplares para las personas que quieran leerlos. De este modo, nos ahorramos el sacrificio de árboles, así como el gasto de agua, que tampoco nos sobra, y el aumento de la huella de carbono”, asegura la emprendedora.
Su socio, Ginés Haro, nos recuerda que “igualmente hay un elevado coste para el planeta en el caso de los libros electrónicos, pues se emplean muchos minerales, energía y también agua en fabricar este tipo de dispositivos. Lo que queremos es aprovechar los libros que ya tenemos y que no vamos a volver a leer. Se trata de aplicar los principios y prácticas de la economía circular a la cultura”.
La apuesta por la sostenibilidad en El Club de los Raros no se reduce al rescate de libros. Otro de los objetivo de esta librería solidaria es promover la recuperación de nuestros bosques. De hecho, un porcentaje del precio de cada libro rescatado se destina a la plantación de árboles en “El Bosque Inteligente de los Raros”, ubicado en el municipio cacereño de Piornal. A cargo de este proyecto se encuentra Retree, empresa dedicada a plantar árboles para contribuir a la captura de CO2, la creación de empleo rural y la lucha contra la desertización.
Acción social y donación libros
Otro de los ejes fundamentales de El Club de los Raros es ayudar a las organizaciones, asociaciones y fundaciones a generar recursos con fondos editoriales y promover proyectos que unan cultura y solidaridad. Por este motivo se están suscribiendo acuerdos con diferentes ONG y entidades sociales, como por ejemplo Madre Coraje, Nuevo Futuro Málaga, Cadir o Microbibliotecas. En virtud de estos convenios, dichas entidades dedican un espacio de sus sedes físicas a recoger donaciones de libros que después son vendidos a través de la librería solidaria. A cambio, reciben parte de los ingresos obtenidos por dichas ventas.
También se pueden plantear otras posibilidades. Por ejemplo, La Casa de Carlota, estudio de diseño que emplea como creativos a personas con capacidades diferentes, ha habilitado un córner en su sede de Sevilla (calle Juan de Juanes, número 3) en el que se están vendiendo libros. “No estaba previsto, pero ha sido una grata sorpresa que ha hecho posible la aparición de nuestra primera librería física. Ojalá sea la primera de muchas”, apunta Gómez.
Las personas que quieran donar sus libros para ayudar tanto al Club de los Raros como a las ONG con las que la librería online de segunda mano colabora, pueden hacerlo a través de la web donarlibros.org. Allí se detalla cómo se hace esta donación (recogida en un punto acordado o mediante mensajería) y qué libros se pueden donar (deben tener ISBN o código de barras, estar en buen estado y no tratarse de enciclopedias, diccionarios, revistas, periódicos o libros de texto desactualizados).
Estamos hablando de una iniciativa que está dando sus primeros pasos y que, como todas las peripecias en las que se vio inmerso nuestro ingenioso hidalgo, no tienen garantizado un final feliz. Pero eso poco importa cuando estás convencido de lo que haces y no dudas en salir a buscar aventuras, lanza en ristre, por esos mundos de Dios, por mucho que te hayan dejado maltrecho tus últimas andanzas. Porque, como nos cuenta la inmortal obra de Cervantes, nadie puede vencer a quien está convencido de la bondad de su causa.