Actualizado el miércoles, 4 agosto, 2021
«La potencia se mide en vatios. La velocidad se mide en segundos. ¿El coraje? No puedes medir el coraje… ¿o sí?»
Las victorias llenan los titulares deportivos y a veces se escapan momentos mágicos que nos recuerdan, que sus valores van más allá del espectáculo comercial en el que se han convertido algunas disciplinas. En mi memoria queda un recuerdo olímpico muy especial que me acompaña cada vez que la vida me da un revés y necesito la fuerza necesaria para seguir avanzando. Casi nadie recuerda a Derek Redmond. Yo sí porque me recuerda a cada paso: «no te rindas, yo no me rendí».
Este vídeo con la historia de Derek Redmond (cruzando la línea de meta junto a su padre) te conmueve y obliga a reflexionar. Ganar no dependía de él pero el abandonar sí. Y no lo hizo. La historia de Derek Redmond es un gran ejemplo de perseverancia. Nos enseña a no rendirse nunca pese a las adversidades. A terminar lo que has empezado sin importar el resultado. Sin duda, un ejemplo para todos y de los mejores momentos del deporte que recuerdo muy por encima de triunfos y medallas.
Rescatamos la historia de Derek para que pueda llegar también a los más jóvenes y que el ejemplo de este gran atleta también pueda inspirarles en sus vidas.
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