Actualizado el domingo, 14 enero, 2024
Kate T. Parker, fotógrafa profesional estadounidense, ha retratado la infancia de sus hijas con el objetivo de ayudar a romper los estereotipos y normas de la belleza femenina. La serie de fotografías, Strong is the New Pretty, que se convertirá en libro en 2017, retrata a Ella y Alice en su día a día, comportándose con espontaneidad y naturalidad, saltándose las imposiciones sociales que obligan a las niñas a ser modositas, coquetas y sumisas. Las pequeñas participan en combates de lucha grecorromana o en partidos de fútbol o baloncesto. El trabajo de Parker resulta muy práctico para resquebrajar las tretas más sutiles del machismo.
La idea de Parker es homenajear a las chicas por cómo son y no por cómo deberían de ser. La mujer se vende siempre como un producto aspiracional, como un emblema de belleza, corrección y saber estar. Hay ideas grabadas a fuego en el imaginario colectivo sobre el género femenino: las mujeres sólo piensan en la ropa y en el aspecto físico o las mujeres viven superadas por sus emociones... La fotógrafa de Atlanta trata de desmontar estos estereotipos y lo consigue gracias a una única norma de trabajo: mantenerse fiel a la realidad y a la personalidad de sus hijas.
En estas imágenes de valor artístico innegable, Alice y Ella aparecen como personas divertidas, curiosas, fuertes, atléticas, alegres, tristes, valientes… Las pequeñas tienen 6 y 9 años, aún no han tenido tiempo de ver cómo la sociedad, poco a poco, va marcándoles los pasos para encajarlas en el rol de mujer. Lo más llamativo de estas fotografías es su solvencia al enseñar que la naturaleza no es la culpable de que hombres y mujeres desempeñen papeles tan diferentes en la sociedad.
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