Actualizado el Wednesday, 24 May, 2023
La genial respuesta de una marca de galletas a los comentarios homófobos: Honey Maid contestaba con un genial vídeo a toda las críticas por su anuncio ‘This Is Wholesome’, donde mostraba una familia homoparental.
Honey Maid es una marca estadounidense de galletas ha querido reflejar en sus anuncios la realidad que viven millones de personas en todo el mundo, incluidos, entre ellos, muchos de sus clientes. Estrenaba una campaña enternecedora, donde al igual que cada vez más marcas, mostraban todo tipo de familias, entre ellas, una familia compuesta por dos hombres y un bebé.
En España, este tipo de anuncios como por ejemplo el de Coca-Cola mostrando los “distintos modelos de familia” para asegurar que “no existe una fórmula única para conseguir la felicidad” son cada vez mejor recibidos y ya casi nadie pone en duda no sólo que hay muchos tipos de familia, sino que además, todos son igual de respetables mientras en ellos se de el amor.
La marca de galletas Honey Maid respondió de manera brillante a los comentarios homófobos recibidos tras su anuncio “This Is Wholesome”, en el que se mostraba una familia homoparental. La marca decidió contestar a estas críticas con un genial vídeo.
En el vídeo de respuesta, Honey Maid tomó los comentarios negativos y los imprimió en grandes hojas de papel. Luego, con las mismas hojas, crearon una obra de arte que mostraba el mensaje “Love” (Amor). A continuación, se mostraron imágenes de familias diversas, incluyendo familias homoparentales, junto con el mensaje “Estamos orgullosos de contar historias de amor”.
Esta respuesta creativa y poderosa de Honey Maid demostró su apoyo y compromiso con la diversidad y la inclusión. En lugar de ceder ante los comentarios negativos, la marca decidió celebrar el amor en todas sus formas y reafirmar su postura de inclusión.
El vídeo de Honey Maid se viralizó rápidamente y recibió una gran cantidad de apoyo por parte de personas que valoraban la inclusión y la igualdad. Esta respuesta ejemplar de la marca no solo desafió los comentarios homófobos, sino que también inspiró a otras empresas a tomar posturas similares en favor de la diversidad.
El caso de Honey Maid demuestra cómo una marca puede utilizar su plataforma para enviar un mensaje positivo y contrarrestar la discriminación. Esta respuesta inteligente y valiente se ha convertido en un ejemplo destacado de cómo abordar la intolerancia y promover la aceptación en la sociedad.
ACEPTACIÓN DE LAS FAMILIAS HOMOPARENTALES
Pero es Estados Unidos la realidad es bien distinta y los grupos más radicales no tardaron en dejar todo tipo de comentarios como: “asqueroso”, “horrible”, “lo siento por el pobre bebé”. Comentarios cargados de homofobia, falta de respeto, odio y discriminación que colapsaron le canal de Youtube donde marca que mostraba este vídeo y donde otros muchos comentarios, intentaban apelar al respeto, los derechos humanos, el amor y que estos valores, no el género biológico de los padres, es realmente en lo que se sustenta una familia feliz.
La respuesta de la marca ante todos esos mensajes fue realmente maravillosa:
Para explicarlo de forma visuarl Honey Maid contrató a dos artistas para que hicieran algo significativo con todos esos comentarios discriminatorios sobre su campaña ‘This Is Wholesome’. Tras imprimir todos esos mensajes, los enrollaron en forma de pequeños tubos y con todos ellos crearon la palabra “love”. Precioso mensaje y genial respuesta para todos los homófobos: sólo el amor importa.
Aun cuando la mayoría de los homosexuales en nuestro país viven vidas normales, algunas personas homosexuales o bisexuales aún sufren homofobia. La realidad es que la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento y no puede cambiarse. La homofobia sí.
Para algunas personas gay y bisexuales el proceso de “salir del armario” es difícil pero para otras no lo es. Con frecuencia, las personas lesbianas, gay y bisexuales sienten miedo, se sienten diferentes y solas cuando se dan cuenta de que su orientación sexuales diferente de la norma imperante en la comunidad. Y dependiendo de sus familias y comunidades, pueden tener que luchar contra los prejuicios y la falta de información sobre la homosexualidad.
El matrimonio entre personas del mismo sexo (también conocido como matrimonio homosexual o matrimonio igualitario) reconoce legal o socialmente un matrimonio formado por contrayentes del mismo sexo biológico o legalmente reconocido.
La aceptación de las familias homoparentales es un aspecto fundamental para promover la igualdad y el respeto hacia todas las formas de familia. Una familia homoparental está compuesta por parejas del mismo sexo que tienen hijos, ya sea a través de la adopción, la reproducción asistida o la crianza de hijos de relaciones anteriores.
Es importante reconocer que todas las familias merecen ser respetadas y valoradas, independientemente de la orientación sexual de los padres o las madres. La orientación sexual no define la capacidad de criar y amar a los hijos. Numerosos estudios han demostrado que las familias homoparentales son tan capaces de brindar un entorno seguro, amoroso y estable como las familias heteroparentales.
La aceptación de las familias homoparentales implica dejar de lado los prejuicios y estereotipos, y reconocer que el amor y el compromiso son los cimientos de una familia, no la composición de género de los padres. La aceptación también implica brindar igualdad de derechos y oportunidades a estas familias, como acceso a servicios de salud, protección legal y reconocimiento legal de sus uniones y derechos parentales.
Es esencial fomentar una cultura de respeto y apoyo hacia las familias homoparentales en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la educación, el empleo, la política y la comunidad en general. Esto implica promover una educación inclusiva que enseñe el respeto por la diversidad familiar y la no discriminación. Además, es fundamental garantizar la protección legal y los derechos de las familias homoparentales, para que puedan criar a sus hijos con seguridad y sin temor a la discriminación.
La aceptación de las familias homoparentales no solo es un acto de justicia, sino también un reflejo de los valores fundamentales de igualdad, respeto y diversidad. Al reconocer y apoyar la diversidad familiar, construimos una sociedad más inclusiva y equitativa, donde todas las familias puedan vivir y prosperar con amor y aceptación.
Las primeras leyes de la época actual en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo se aprobaron durante la primera década del siglo XXI. A 9 de mayo de 2014, dieciséis países (Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Uruguay) y varias jurisdicciones sub-nacionales de México y los Estados Unidos permiten casarse a las parejas del mismo sexo y por supuesto, formar una familia.
De cualquier forma, las familias homoparentales siguen siendo foco de diversas y fuertes discusiones a nivel político y cultural en muchos países occidentales, pese a que la ciencia ha podido demostrar de manera consistente que tanto padres gais como madres lesbianas tienen la misma capacidad e idoneidad de los padres heterosexuales, e incluso la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) señala que “los resultados de algunos estudios sugieren que las habilidades como progenitores de madres lesbianas y padres gais pueden ser superiores a los de progenitores heterosexuales equivalentes.”
Los informes actuales indican que el bienestar físico, económico y emocional de los padres se extiende con el matrimonio, y que los hijos reciben beneficios cuando son criados por dos personas que están en el marco de una unión legal y reconocida por la sociedad.
Zach Wahls es un chico nacido en Iowa (Estados Unidos), que fue criado por una pareja de mujeres homosexuales. En este testimonio, se escucha a Wahls dar su opinión respecto a una ley en dicho Estado para aprobar o no el matrimonio entre personas del mismo género.
Junto a la institución del matrimonio, y en muchos casos como alternativa, existen instituciones civiles adicionales, muy diferentes en cada país y comunidad, con denominaciones distintas, como “parejas de hecho” o “uniones civiles”, cada cual de una naturaleza, requisitos y efectos ad hoc, según la realidad social, histórica, sociológica, jurídica y política de cada sociedad.
Estas instituciones son consideradas por movimientos de derechos humanos como instituciones apartheid y en muchos casos (especialmente cuando no otorgan los mismos derechos) son criticadas por fomentar la discriminación y crear ciudadanos de segunda clase.