La verdad detrás de los productos de higiene «para ellos» y «para ellas». Un peligroso engaño

Actualizado el domingo, 22 noviembre, 2015

Hoy toca reflexionar pero también reírnos. Un poco de nosotros mismos y un poco de todo el sistema de marketing sexista. En la actualidad se habla de la igualdad de género en todas partes del mundo, sin embargo, si damos una rápida mirada a la publicidad que nos rodea observamos que no se ha logrado tal equidad y no solo distorsiona nuestra identidad como persona sino que perpetúa la socialización sexista: eres de una forma u otra, tienes estas u otras aspiraciones, deseos, inquietudes, metas… según tus órganos genitales. Este vídeo, al menos consigue mostrárnoslo de forma divertida:

https://www.youtube.com/watch?v=R4mzVkTaHAA

Fuente original (en inglés)

Al igual que el racismo, el discurso sexista perpetúa los estereotipos sociales y roles de género, atentando contra la dignidad e integridad, personal y profesional de hombres y mujeres. Solo hay que observar algunos anuncios publicitarios.

En la actualidad se habla de la igualdad de género en todas partes del mundo, sin embargo, si damos una rápida mirada a la publicidad que nos rodea observamos que no se ha logrado tal equidad y que aún la imagen de la mujer se muestra de forma degradante. Como muestra os dejamos este caso de dos anuncios que coexisten actualmente en las televisiones españolas.

DISTINTAS FORMAS DE VENDER UN MISMO PRODUCTO:

CREMA PARA HOMBRES

Shiseido Men. Ingeniería Cosmética de Alta Tecnología
La conquista definitiva sobre el paso del tiempo.
En resumen: en esta vida un hombre lo puede conquistar todo, incluso el paso del tiempo. 

CREMA PARA MUJER

Una mujer se mira en el espero 10 veces al día, para ver qué ha cambiado, y qué no.
En Olay creemos que cada día es una oportunidad para mostrar tu mejor versión.
Si puedes impresionar a la mujer del espejo… ¡lo habrás conseguido todo!
En resumen: Todo lo que puedes llegar a conseguir en esta vida es mirarte al espejo y verte guapa.

Quizás el día de mañana consigamos no condicionar los sueños, metas y aspiraciones de nuestros hijos sólo por su género de nacimiento. ¡Ayúdanos a compartir esta reflexión!