Actualizado el miércoles, 29 septiembre, 2021
Los anuncios de juguetes para los más pequeños ‘bombardean’ la televisión, escaparates y buzones. Todos repiten el esquema: Niñas con muñecas y niños con coches. Tonos rosas para ellas y azules para ellos. Algunas cosas están cambiando incluso a peor, como LEGO, que ahora parece que hiciera productos y anuncios más sexistas que antes.
Muy parecido al error que cometió Mercadona, McDonald’s España ha conseguido que los niños pasen buenos momentos en tus restaurantes, pero no consiguen acabar con los estereotipos sexistas que, además, fomentas con tu división de juguetes llamados “muñeco” y “muñeca”.
En esta petición de firmas online, esta madre preocupada le pide que paren de fomentar esa educación sexista.
«Como empleada de su multinacional a diario me tengo que enfrentar con frases como «Muñeco, que me hijo es muy macho» o que los padres te digan «niño» al hacerles elegir entre «muñeco» y «muñeca». Comprendemos que es un problema educacional en el núcleo familiar, pero eso no excusa para su falta de compromiso con un tema tan serio como el sexismo.
En la mayoría de los casos los niños se conforman con el juguete que les toca; ellos no entienden de sexo, sólo de juguetes. Es verdad que si lo desean se les cambia el juguete sin problema, pero en la mayoría de los casos los padres ya han decidido previamente por ellos y aunque un niño quiera no podrá seleccionar su pony o coche de la Barbie como juguete.
Dejad de segmentar a los niños por sexos, dejad de jugar con la ambigüedad de los símbolos, formas y colores. Son niños, pero con una acción tan simple estáis interfiriendo y educando erróneamente en su pequeña y moldeable mente»
¿La solución? Que se ofrezca el juguete según el nombre del mismo, modelo y/o promoción. No es ningún drama, por suerte, ya hay jugueterías que lo han entendido así: Las profesiones no tienen sexo, los juguetes tampoco.
Parece evidente que el gusto (sobre el que en teoría no hay nada escrito) lo debería definir la personalidad de cada niño independientemente de su sexo y sin embargo, los adultos nos empeñamos en poner etiquetas y decirles qué les debe gustar y qué no. Los expertos insisten en que si ayudamos a fortalecer los gustos de nuestros hijos, sean cuáles sean, reforzaremos su autoestima y sus valores de igualdad. Además, fomentaremos el juego sin exclusiones por género. Tanto pequeñas como pequeños no entienden de roles y programación de géneros, pero sí de la diversión, el entretenimiento y la creatividad. Psicólogos y pedagogos coinciden en que los juguetes que compremos a nuestros hijos deben favorecer roles respetuosos con los géneros y estimular la cooperación igualitaria. Asimismo, no deben encerrar al niño o a la niña en un determinado papel, erroneamente concordante con su sexo.
Eduquemos dando a nuestras hijas e hijos las mismas tareas en el hogar, depositando en ellos las mismas expectativas académicas y profesionales y fomentando el respeto de hombres y mujeres por igual. Estemos alertas a la información y estereotipos que dan los medios sobre la mujer y su papel en la sociedad. No caigamos en el error de fijar roles que se adjudican a la mujer limitando su potencial y desarrollo. No podemos cambiar el modo en que nos educaron pero tenemos la gran oportunidad de educar en la paridad por un mundo mejor en el que nuestras hijas e hijos disfruten de una sociedad donde trabajan en equipo remando juntos y en la misma dirección.
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