Actualizado el lunes, 2 septiembre, 2024
El Catecismo de la Iglesia Católica establece que deben ser tratados con “respeto, compasión y sensibilidad” y que se debe “evitar cualquier signo de discriminación injusta”. Aún así, son marginados e incluso perseguidos en muchos lugares de la iglesia. El papa Francisco dice en un nuevo documental, que los homosexuales deberían ser protegidos por las leyes de unión civil, en unas de las declaraciones más claras que ha realizado sobre los derechos de los gays. Los cristianos progresistas le piden ir más allá y avalar el matrimonio gay, y aunque los expertos aseguran que Bergoglio está aún muy lejos de eso, consideran «histórico» el paso de Francisco.
“La gente homosexual tiene derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ello […] “Lo que tenemos que crear es una ley de unión civil. De esa manera están cubiertos legalmente. Yo defendí eso”
Papa Francisco en el documental “Francesco”.
Las palabras del Papa pertenecen a la entrevista en un documental estrenado en Roma dirigido por el ruso Evgeny Afineevsky (nominado a un oscar por Winter on Fire).
La verdad sobre el apoyo del Vaticano a las familias LGBTi
«Toda la homofobia es aprendida. No nacemos siendo homofóbicos, absorbemos la homofobia en algún sitio (…) No hay duda de que parte del lenguaje utilizado por muchos líderes de la Iglesia para enseñar a las personas proyecta miedo e ira contra las personas LGBT«
Tiernan Brady, defensor irlandés en favor de las personas LGTB dentro de la Iglesia Católica. Brady también es director de Equal Future, una campaña pro LGTB.
El último de estos conflictos internos ocurrió en 2021 cuando La Congregación para la Doctrina de la Fe presentó el escrito Responsum ad dubium, (Una respuesta a una duda) que versaba sobre una pregunta: «¿Dispone la Iglesia del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?». El Vaticano fue claro: la unión homosexual es un pecado y Dios no puede bendecirlo. Frente a esta rígida postura, más de 100 sacerdotes católicos alemanes decidieron desafiar al Vaticano con bendiciones públicas de parejas homosexuales, una reivindicación que representaba la necesidad de una Iglesia Católica que se adapte a la realidad social de sus fieles en todo el mundo: en países como Australia, por ejemplo, el número de cristianos que abogan a favor del matrimonio igualitario supera a los que no lo hacen. Con respecto a la unión de personas del mismo sexo, el Papa había dado indicios de cierto progresismo desde la posición más alta dentro de la Iglesia al posicionarse a favor de las uniones civiles entre homosexuales, alegando que todo el mundo es merecedor de los derechos que le garanticen la posibilidad de ser feliz, tener una familia estable y otras ventajas asociadas a la unión civil. Mientras, sacerdotes y creyentes continuarán demandando la actualización de las doctrinas para terminar con estas practicas excluyentes que, desde una perspectiva histórica, desvelan su posibilidad de cambio.
¿La Iglesia Católica alguna vez autorizará el matrimonio entre personas del mismo sexo? La enseñanza de la iglesia es clara: no. Pero hay algunos obispos en Europa que han planteado la cuestión de si la iglesia puede “bendecir” las uniones civiles de parejas homosexuales.
No es la primera vez que Jorge Mario Bergoglio se pronuncia en favor del matrimonio homosexual y de la cobertura legal a las familias homosexuales. Y a eso, probablemente, se referiría el propio Pontífice en el documental cuando señala: “Yo apoyé eso”.
El apoyo del Papa Francisco a las uniones civiles entre personas del mismo sexo es un gran paso adelante en el apoyo de la iglesia a las personas LGBTI. Está en consonancia con su enfoque pastoral para las personas LGBT, incluidos los católicos LGBT, y envía una fuerte señal a los países donde la iglesia se ha opuesto a tales leyes.
La Biblia tiene algunos pasajes que condenan la práctica de la homosexualidad ( Corintios 6: 9-10, Romanos 1: 26-27 y Levítico 18:22 y 20:13). ¿Dios condena a las personas LGBT?
Es correcto decir que la Biblia condena la actividad homosexual. Pero también condena (y aprueba) otras cosas que hoy entendemos de una manera completamente diferente. Por ejemplo, la Biblia también dice que alguien que trabaja en sábado debe ser ejecutado (Ex. 35: 2). Y que cualquiera que cometa adulterio también debe ser asesinado (Lev. 20:10).
James Martin, sacerdote y consultor del Vaticano
Y tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento hablan con aprobación sobre la esclavitud (Lev. 25:44; Ef. 6: 5). Hoy vemos esas cosas bajo una luz diferente, porque entendemos el contexto histórico en el que fueron escritas. Pero, por alguna razón, cuando se trata de la homosexualidad, nos convertimos en “fundamentalistas” y nos negamos a mirar el contexto histórico en el que se escribieron esos pasajes.
¿Una persona LGBT merece la excomunión? No. Son amados hijos de Dios. Además, si excomulgamos a las personas LGBT, lo cual no está permitido por la iglesia, entonces también tendríamos que excomulgar a muchas otras personas. Por ejemplo, a cada pareja casada que usa anticonceptivos, porque eso también es condenada por la iglesia. O a todos los que están divorciados, lo que Jesús condena. Básicamente, tendríamos que excomulgar a todos los que no son amorosos, no son indulgentes, no son misericordiosos, y todos los que no dan a los pobres. Esas también son enseñanzas esenciales, ordenadas por Jesús. ¿Quién se quedaría?
La opinión del papa Francisco sobre el matrimonio homosexual
El jesuita norteamericano James Martin, uno de los grandes defensores de la inclusión LGBTI+ en la Iglesia, calificó de «histórico» el paso dado por Francisco:
- Porque los dice como Papa, no como arzobispo de Buenos Aires.
- Porque está claramente apoyando, no simplemente tolerando, las uniones civiles.
- Porque lo dice a la cámara, no en privado.
Los comentarios del Papa puede que no sean gran cosa en Europa occidental o Estados Unidos, pero en lugares como Polonia, donde algunos obispos son virulentamente anti-LGBT, o Uganda, donde los obispos están del lado de las leyes que penalizan la homosexualidad, es muy importante
James Martin, jesuita consultor del Dicasterio para la Comunión del Vaticano
Su biógrafo, Austen Ivereigh, autor de El gran reformador. recuerda que cuando era arzobispo de Buenos Aires se opuso a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero se mostró a favor de una ley que regulase las uniones en una votación de la Conferencia Episcopal Argentina. “Lo hizo porque cree que deben respetarse los derechos básicos como poder heredar, visitar al otro en el hospital… Es una cuestión de justicia civil. Esa fue su posición matizada, pero perdió el voto con los otros obispos”.
«Francisco está abriendo puertas, dando pasos de gigante. No está en su mano arrancar los cimientos añejos de un Vaticano que ha hecho tanto daño y sigue haciendo […] No me han extrañado sus declaraciones, las estaba esperando. Quizás porque yo tuve la suerte de sentarme a charlar con él una hora y media, quizá porque le he oído, le he visto, he visto sus ojos cuando me hablaba, y quizá porque he podido vivirlo en primera persona y en la cercanía. Creo que sé cómo piensa de todo esto. No me extraña que lo diga […] Bergoglio es un guerrero al que es casi imposible parar, que va a luchar porque sigan abriéndose ventanas y entre aire fresco en la institución, y seguirá en su lucha por la igualdad, de dejar de rechazar y poner etiquetas»..
Diego Neria, recibido por el Papa en 2015 junto a su pareja
¿Desde cuándo apoya el papa Francisco las uniones civiles entre homosexuales?
El pontífice, que ahora ha mostrado su apoyo a la unión de personas del mismo género, había hecho estas declaraciones a una televisión mexicana, pero El Vaticano no permitió la difusión de esas imágenes. Ahora, mediante un documental, han salido a la luz.
Uno de los hombres más cercanos al propio papa Francisco, el también jesuita Antonio Spadaro, en una entrevista a los medios de la Conferencia Episcopal Italiana, sorprendía al declarar que la parte en la que habla de los homosexuales estaba sacada de una entrevista que ofreció en mayo de 2019 a la corresponsal del canal de televisión mexicano Televisa, Valentina Alazraki.
Además se filtró un correo interno entre los miembros del personal que trabaja en la Secretaría de la Comunicación del Vaticano en la que se pedía no escribir nada sobre el tema. En estas horas se recuerda cómo en 2018 el papa Francisco hizo dimitir al entonces prefecto de la Secretaria de Comunicación, monseñor Dario Vigano, después de que también modificase digitalmente una fotografía de una carta privada del papa emérito Benedicto XVI para enviarla a los medios.
Opiniones alternativas dentro del seno de la Iglesia
¿Por qué las mujeres no pueden ser obispos o incluso papas o papisas? Si en la diócesis de Estocolmo los cristianos suecos de origen luterano pudieron elegir a Eva Brunne, una obispa lesbiana, casada con otra señora, ¿por qué el catolicismo se mantiene en una posición tan conservadora?
Es importante tener en cuenta que esta sería la “restauración” del diaconado femenino, no su “institución”, ya que está claro, por el trabajo de académicos como Phyllis Zagano, que hubo mujeres diáconos en la iglesia primitiva. Así que estoy agradecido de que el Papa Francisco haya convocado una comisión sobre el tema, y tengo esperanzas sobre la restauración de este ministerio.
Debemos recordar que la primera persona a la que Jesús se apareció después de su resurrección no fue un hombre, sino una mujer: María Magdalena. Y en el tiempo transcurrido entre la resurrección, cuando Cristo se le apareció y ella anunció la noticia de la resurrección a los discípulos, María Magdalena era la iglesia en la Tierra, porque solo ella entendió la resurrección. Solo ella entendió lo que llamamos el ‘misterio pascual’. Cualquier discusión sobre las mujeres en la iglesia debe comenzar con este hecho.
Hay cierto sector dentro del catolicismo que le reclama el fin del celibato o que plantea un rol más destacado para las mujeres. El catolicismo padece un doble problema. Por una parte, es machista y, por otro, anti LGTB. En el fondo, no acaba de admitir que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres.
“Como iglesia también tenemos que avanzar para forjar una sociedad y una comunidad libre de discriminación y prejuicio. Se ha recorrido camino. Han cambiado algunas cosas, y cada vez son más las voces que hablan con respeto, con ternura, y con valentía, frente a discursos que parecen anclados en otra sociedad y otra época. Pero hay que avanzar más. Tenemos que contribuir al reconocimiento de la radical dignidad de todas las personas en la sociedad en general, y en la iglesia en particular. Hay muchas personas homosexuales, lesbianas, y transexuales que creen en Dios y que se saben parte de la Iglesia. Pero que en ocasiones se sienten, como me decía un buen amigo, “obligados a ver el partido desde el banquillo”, porque se les dice que eso es lo que hay. ”
PastoralSJ
Lucetta Scaraffia, historiadora y experta en asuntos sociales y de la mujer en la Iglesia cree que “es parte de su proceso de apertura”. Al igual que sucedió con la discriminación a la mujer, a las personas divorciadas o incluso a los matrimonios interraciales, poco a poco se siguen dando pasos para encontrar la esencia del cristianismo más allá de las tradiciones basadas en ritos discriminatorios que estaban vigentes hace siglos. “Es algo importante. Hay que recordar todos los partidos católicos que han hecho una guerra contra esto. Supongo que creará problemas dentro de la Iglesia y en el mundo político. Quizá hacía falta hacerlo de forma más detallada y transitoria, es como si faltase un pasaje hasta llegar aquí”.
«Para muchos será escandaloso lo que ha dicho el Papa sobre uniones civiles de personas LGTB, cuando en la sociedad ya está más que asumido […] Nuestra asignatura pendiente no es decirles a las personas homosexuales qué hacer en su vida civil, sino facilitar su pertenencia eclesial».
José María Olaizola, jesuita español
¿Deberían los sacerdotes homosexuales declararse públicamente homosexuales? ¿Es usted homosexual?
Es importante recordar que cuando hacemos esa pregunta, estamos hablando de hombres con orientación homosexual que también son célibes y castos, y están en órdenes religiosas. Hay muchos sacerdotes homosexuales célibes que llevan su vida al servicio fiel de la iglesia, de manera silenciosa. Y estos hombres, de hecho, están haciendo lo que el Catecismo pide a las personas homosexuales: vivir en celibato.
Depende de ellos decidir si deben hablar sobre su sexualidad. En algunas situaciones, podría ser útil: por ejemplo, si hay casos de violencia contra las personas homosexuales en su comunidad, podría ayudar a los feligreses escuchar a un sacerdote hablar sobre su propia experiencia sobre el hostigamiento.
A pesar de las declaraciones públicas del papa Francisco y que muchos creyentes, curas y pastores se oponen al discurso oficial homófobo desde dentro de la Iglesia, otros tantos consideran que la homosexualidad es pecado y, por tanto, deben privar a las personas “que pecan” de los derechos civiles que los Derechos Humanos u otro tipo de legislaciones laicas quieran otorgarles. Es algo así como que las personas que están a dieta están en contra de que haya gente que pueda no estarlo.
Ser homosexual, heterosexual o bisexual no te hace ser creyente o no creyente religioso. No te hace amar u odiar o ser ateo, cristiano, musulmán o budista. Sin embargo, algunas personas utilizan la religión para discriminar a las personas con una orientación sexual diferente a la suya.
Por suerte, dentro del seno de religiones como el cristianismo (incluso la musulmana) se han visto importantes avances en los últimos años y, aunque en principio había un rechazo hacia temas como las relaciones previas al matrimonio, al uso de anticonceptivos o al divorcio, muchos cristianos pueden ejercer su fe sin ser juzgados y discriminados por estos supuestos pecados.
La comunidad cristiana internacional está alzando la voz recordando que DIOS ES AMOR y el único gran pecado es odiar, agredir o discriminar en su nombre.
En algunos lugares la iglesia trata a las personas LGBT como hijos amados de Dios. Hay que recordar que hay muchas personas LGBT que son católicos bautizados. Por lo tanto, son tan parte de la iglesia como el Papa, su obispo local o su párroco. Hay muchas diócesis, parroquias y escuelas en las que son miembros valiosos de su comunidad. Pero en otros lugares, la iglesia los trata como leprosos, entonces depende de la ubicación. Para mí es triste que la vida de fe de alguien dependa de dónde viva.
¿Es posible un cambio de interpretación bíblica?
A que aunque saben, entienden, comprenden (al igual que sucedía con temas como el divorcio) que la homosexualidad forma parte de la naturalidad humana, no saben cómo afrontar el hecho de que lleven años penalizándola. No es tan problema el hecho de que en las escrituras esté condenado ya que por ejemplo, desde años llevan justificando la acumulación de capital en contra de las palabras del propio Jesucristo recogidas en Mateo 19, 23-30 “Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos” (aunque la traducción tradicional no es muy buena, debió traducirse por soga por el ojo de una aguja).
De hecho, según la BIBLIA no podrán llegar al cielo las siguientes personas:
Homosexuales.- Lesbianas. – Trans.- Familias homoparentales.- Familias lesboparentales. – Familias diversas.- Adúlteros.- Fornicadores.- Los que viven en unión libre.- Los casados civilmente.- Los divorciados vueltos a casar.- Los divorciados que viven en unión libre.- Los que tienen hijos fuera del matrimonio.- Los que no reconocen hijos.- Los que hayan tenido sexo con una mujer con la menstruación.- Los que se han acostado con la mujer de su prójimo (poner cuernos).- Los que no guarden el sábado para el Señor- Los borrachos.- Los que visitan prostitutas.- Los practicantes del onanismo- Los que adoran imágenes.- Los que siembran y recogen las frutas caídas.- Los que participan en juegos de azar (lotería, navideña, lotto, raspas).- Los que roban (así sea un lápiz).- Los que tienen pensamientos y deseos impuros.- Los que juran en vano.- Los que codician bienes ajenos.- Los que mienten.- Los que engañan.- Los que juran en falso.- Los que no santifican las fiestas (irse a la playa en Semana Santa).- Los que oprimen y despojan al prójimo.- Los que emiten sentencias injustas. – Los que hacen favores al pobre.- Los que calumnian al prójimo.- Los que odian al hermano.- Los rencorosos.- Los que cobran venganza.- Los que siembran su campo con dos clases distintas de grano.- Los que usan ropa tejida con hilos de dos clases.- Los que practiquen la hechicería y la astrología (leer el horóscopo).- Los que se rapan en redondo su cabeza.- Los que se cortan los bordes de su barba.- Los que llevan tatuajes en su cuerpo.- Los que consultan a los brujos.- Los que no se ponen de pie ante los ancianos.- Los que cobran intereses de úsura (garroteras).- Los se hacen ídolos y levantan estatuas monumentos.- Los que critican.- Los que utilizan métodos anticonceptivos.- Los que tienen sexo antes del matrimonio. – Los que tienen sexo con fines no reproductivos.- Los que tienen sexo por placer.
Por tanto, su problema no parte tanto de contradecir a la Biblia sino de contradecir a sus propias interpretaciones de la misma y a años de legitimación de discursos de odio y discriminación a la comunidad LGBTi. Y el problema añadido, que las comunidades religiosas más poderosas económicamente son las que más han utilizado ese discurso discriminatorio que les pondría en evidencia ante sus fieles si el Vaticano decidiese evolucionar tal y como lo hicieron por ejemplo, los luteranos. Como comentábamos en párrafos anteriores, en la diócesis de Estocolmo los cristianos suecos de origen luterano pudieron elegir a Eva Brunne, una obispa lesbiana, casada con otra mujer.
El Vaticano responde: «la homosexualidad no debe ser condenada»
En un texto de 330 páginas, la Comisión Bíblica, a petición del Papa Francisco, reinterpreta la visión de la homosexualidad, el celibato o el divorcio
La base de ¿Quién es el hombre? el nuevo documento publicado por el Vaticano, asegura que cambia las interpretaciones clásicas y las cambia por nociones más actuales, según informa Religión Digital.
Promovido por el Papa Francisco, la Comisión Bíblica ha decidido mostrar en 330 páginas, un texto que trata temas polémicos, al igual que reflexiones sobre temas que están en el centro del debate social y civil: el divoricio, el adulterio, la homosexualidad o el celibato sacerdotal.
«La relación erótica homosexual no debe ser condenada«, aseguran desde El Vaticano en el interior del texto y defiende que existen «ejemplos de unión legalmente reconocida entre personas del mismo sexo en la tradición bíblica«.
La Comisión Bíblica también trata el tema de la separación, cómo «el cónyuge que, observando que la relación conyugal ya no es una expresión de amor, decide separarse de aquellos que amenazan la paz o la vida de la familia, no realiza por ello un acto contrario al matrimonio”, razonan.
Respecto a los aspectos eróticos el Vaticano quita hierro al asunto «“La Biblia poco o nada dice acerca de este tipo de relación erótica, que por lo tanto no debe ser condenada».
Por fin nos encontramos con un obispo (en este caso el de Roma) que se cree el Evangelio y lo proclama. Hace unos días con la publicación de la encíclica Fratelli Tutti y ahora con esta toma de posición a favor de las familias homoparentales y la necesidad de no discriminarlas. Es una cosa que parece muy evidente, pero que hasta ahora había brillado por su ausencia en los discursos y la praxis del aparato vaticano».
Jordi Valls, presidente de ACGIL, la Asociación Cristiana de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales