La igualdad de género no es sólo un asunto de las mujeres, sino un tema de derechos humanos que requiere la participación de hombres y mujeres en todos los ámbitos. Quizás por ello nos sorprenden las historias que día se suceden en cualquier rincón del mundo pero sin duda, son mucho más graves si además, se cometen en un ambiente universitario y por un profesional de la medicina.
Sucedió en Barcelona, un profesor de Dermatología que preparaba a alumnos de Medicina para presentarse al examen de MIR comparó en clase el trabajo que realizan determinadas glándulas del cuerpo con las chicas que van a las discotecas: las que van a ligar son «guarras» y las que van a bailar son «rancias».
Una de las imágenes explicativas de la clase. / @Niura123 (TWITTER)
La desafortunada comparación ha sido denunciada por un grupo de estudiantes de sexto de Medicina inscritos en la academia CTO Medicina SL de Barcelona, que prepara a los alumnos para el examen MIR, el examen oficial para acceder a la formación de especialistas médicos.
Tras haber expresado su disconformidad, el profesor acusó a las alumnas de «sensiblonas y exageradas»
Por eso han hecho un comunicado que ha corrido por las redes sociales acompañado con el ‘power point’ que usó el profesor y en el que se pueden leer los comentarios machistas que intentó poner como ejemplos.
Comunicat d’estudiants arran del Cas a @CTOMedicinaES #ProuMasclismeAules . Reclamem solucions!
ENTRE TOTES, TOT! pic.twitter.com/iq9EgyER3Q
— Nura (@Niura123) 15 de marzo de 2016
Por suerte, es importante dar a conocer estas noticias para no dejar pasar por alto estos «micromachismos» que suman a la desigualdad social y en esta ocasión, los alumnos tomaron conciencia de que podían aceptar este tipo de conductas. Tacharon de «inaceptables, degradantes, humillantes y denigrantes» las afirmaciones del profesor, e incluso una veintena de estudiantes -hombres y mujeres- abandonaron el aula, según sus declaraciones: «ante las vejaciones y la impotencia que sentíamos. Al expresar nuestra disconformidad y oposición se nos acusó de ‘sensiblonas’ y exageradas».
Este tipo de violencia se basa en un sistema social de desigualdad sustentando por el machismo que todos presenciamos día a día solo puede ser revertido desde la responsabilidad social e individual de cada uno. Puede ser modificado y para ello necesitamos condenar claramente la violencia, porque el silencio nos hace cómplices, y aprender nuevas formas de relación y de masculinidades igualitarias.
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