Actualizado el domingo, 13 noviembre, 2022
Una noche especial fue la que se vivió el pasado mes de octubre en el programa de belleza Miss Perú. Sus 23 participantes hicieron una presentación muy peculiar en la que, en vez de informar al público sobre sus medidas, dieron cifras de los feminicidios que sufren las mujeres en el Perú.
«Mi nombre es Pamela y representó el departamento de Lima, mis medidas son 2.200 casos por feminicidios reportados en los últimos nueve años en el país».
Mejor respuesta feminista de una Miss
Una ronda de cinco minutos en las que las chicas realizaron un manifiesto contra la violencia contra las mujeres. Para ello, cada Miss utilizó las cifras de la tragedia, desde las del acoso callejero y la explotación sexual hasta el número de feminicidios que se registran en Perú.
«Mi nombre es Melody Calderon, represento la Libertad y mis medidas son: el 81% de los agresores de agresores a niñas menores de cinco años son cercanos a la familia».
Pero este no fue el único momento en el que se reivindicaron los derechos de la mujer. Cuando se realizó el desfile en traje de baño, Jessica Newton, organizadora del certamen, aprovechó la ocasión para recalcar que las mujeres son libres de actuar y vestir como deseen y que no se les debe faltar al respeto por sus elección.
Un mensaje que se sucedió con el tema «Siempre más fuerte» de Leslie Shaw, cuando las 13 finalistas de Miss Perú desfilaron en traje de baño. Esta canción es muy especial ya que se grabó para una campaña contra la violencia doméstica. Además, durante todo el programa se podían ver imágenes proyectadas de portadas y recortes periodísticos de feminicidios ocurridos en Perú.
«Mi nombre es Samantha Batallanos, represento a Lima y mis medidas son: una niña muere cada 10 minutos por culpa de la explotación sexual».
Al final del programa, los espectadores estaban conmovidos con todos los datos arrojados por las concursantes. Cristian Rivero, el presentador de Miss Perú 2017, aclaró que todo había sido acordado previamente para utilizar la notoriedad del concurso con el fin de denunciar los feminicidios en Perú.
Un inusual marco, cuya organización difícilmente se podría vincular con este tipo de denuncias, que por una noche defendió la posición de la mujer. Quizás por ello sorprendió tanto a un público que jamás espera que tras un concurso de belleza se produzca una protesta contra el machismo de un país.
Esperemos que no quede como un caso aislado y cada vez veamos más manifestaciones de este tipo en los medios de comunicación.
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