«Mataría a mi hermana si ella fuese a trabajar» y otras respuestas que encontrarás en las calles jordanas

Actualizado el sábado, 12 diciembre, 2020

El periodista de la DW Jaafar Abdul Karim se desplazó al centro de la capital de Jordania, Amán, para realizar un reportaje sobre las mujeres y el trabajo en Jordania. En el reportaje, el periodista pregunta a algunos hombres qué harían si sus hermanas decidieran trabajar o mudarse a otra ciudad.

El periodista lanza una pregunta: ¿Qué pasa cuando una mujer toma sus propias decisiones?

Y esto es lo que obtiene: «Por supuesto que no funcionaría, porque una mujer no debe salir de casa sola o sin que un hombre la acompañe». La cosa no queda ahí, Jaafar sigue preguntando: «Entonces, ¿por qué usted sale solo?«. A lo que le responden: «Yo soy hombre. Dios y su profeta no dijeron que un hombre necesita ser acompañado».

Esta misma pregunta se la realiza a otro joven que responde de la siguiente manera: «Está prohibido que las mujeres trabajen. Es una cuestión de honor». Ante esta nueva respuesta pregunta: «Usted habla de honor, pero ¿de qué forma afecta su honor el que su hermana trabaje?». La respuesta es la siguiente: «Hay un hombre en la casa, él es quien tiene que trabajar».

Otro chico le responde: «Un hombre puede vivir solo y trabajar, él sí puede ¿entiende? Una mujer hasta cierto punto». Jaafar ahonda más en la idea y le pregunta: «¿Por qué? Quiero entenderlo». Pero solo encuentra una respuesta muy tajante: «Son nuestras costumbres y tradiciones«.

Otras respuestas fueron: «Si el lugar es seguro y si no hay guerras o algo parecido, por supuesto que sí» o, en el extremo opuesto, «¿Qué quedará de mi masculinidad si la dejo hacer eso?». El periodista no da crédito a la visión sexista y continúa preguntando: «¿Qué tiene que ver su masculinidad con el hecho de que trabaje su hermana?». La respuesta: «Se trata de mi honor. El honor tiene mucho valor». Jaafar prosigue: «¿Qué significa honor?«. «No sé cómo explicarle. Mi masculinidad se arruinaría si dejo a mi hermana pasar la noche fuera de casa para ganar dinero».

La mayoría de las preguntas tenían las mismas respuestas: el honor, la masculinidad, la tradición o las costumbres. Unas justificaciones muy simples, pero inquebrantables que se repiten a lo largo y ancho del mundo para respaldar el machismo.

¿Qué ocurre si alguna de las mujeres desafía estas normas no escritas?

Un joven responde: «Le dispararía, lo haría. La mataría».

El reportaje no termina aquí, ya que Jaafar sigue cuestionando a los jóvenes que responden a sus preguntas y lanza una nueva: «¿Quién le da derecho a matar a su hermana?». La respuesta: «Mi padre, mi tío, mis parientes». El periodista prosigue: «¿Usted no se da cuenta de que está mal? ¿Cómo puede matar a una persona?».

La respuesta seguro que no te sorprende: «No, no está mal, se trata de nuestro honor». Jaafar no da crédito a sus palabras y le pregunta: «¿Usted está hablando en serio o es una broma?».

Estaba hablando en serio y, además, lo dice con una sonrisa en la boca. El periodista le recuerda que su hermana es una persona y puede hacer lo que quiera, pero él lo tiene muy claro, se trata de una mujer y una mujer no tiene derechos ni individualidad.

Durante su reportaje Jaafar se detiene en una tienda de bolsos y maletas y tras preguntarle al dependiente, este le deja claro que las mujeres no pueden trabajar, sobre todo por la tarde o por la noche. Según él es una norma no escrita, pero que se cumple a rajatabla. Le pide explicaciones ante esta situación, pero deja claro que se trata de sus convicciones y que no necesitan explicación.

Nuestra pregunta es: ¿Cómo es posible que sigamos permitiendo este estado de esclavitud?