Actualizado el viernes, 25 junio, 2021
El actor estadounidense (conocido por la serie Jane The Virgin) Justin Baldoni nos ofrece una interesante reflexión con la que plantea un reto y un diálogo para otros hombres que, como él, creen que la sociedad actual y su evolución hacia los derechos humanos reclama y necesita una redefinición de la masculinidad.
Su objetivo no es solo descubrir nuevas formas de hombres buenos, sino también buenos humanos. En una conversación cálida y personal, Baldoni comparte su esfuerzo por reconciliar quién es con quién el mundo dice que tiene que ser por el hecho de haber nacido varón.
Para ello, Baldoni lanza un desafío a hombres como él: «A ver si pueden usar las mismas cualidades que les hacen sentir hombres para ir más allá […]. La fuerza, la valentía, la dureza: ¿son lo suficientemente valientes como para ser también vulnerables? ¿Son lo suficientemente fuertes como para ser sensibles? ¿Tienen la suficiente confianza para escuchar a las mujeres de su vida?».
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Hay una cita de las escrituras Bahá’ís con la que crecí y me encanta. Dice que «el mundo de la humanidad posee dos alas, el macho y la hembra. Mientras estas dos alas no sean equivalentes en fuerza, el pájaro no volará».
Esta es su propuesta completa:
«Hombres, os entiendo. Creciendo tendemos a desafiarnos unos a otros. Tenemos que ser los hombres más duros, fuertes y tristes que podamos ser y, para muchos de nosotros, incluido yo mismo, nuestras identidades están envueltas en si, al final del día, sentimos que somos lo «suficientemente hombres».
»Pero tengo un desafío para todos los hombres, porque a los hombres les encantan los desafíos. Te desafío a que veas si puedes usar las mismas cualidades que sientes que te hacen un hombre para profundizar en ti mismo. Tu fuerza, tu valentía, tu dureza. ¿Podemos redefinir lo que eso significa y usarlo para explorar nuestros corazones?
»¿Eres lo suficientemente valiente para ser vulnerable? ¿Eres lo suficientemente valiente como para alcanzar a otro hombre cuando necesitas ayuda? ¿Eres lo suficientemente valiente como para zambullirte de cabeza en tu vergüenza? ¿Eres lo suficientemente fuerte como para ser sensible? ¿Eres lo suficientemente fuerte como para llorar si estás sufriendo o eres feliz, incluso si te hace parecer débil?
»¿Tienes la suficiente confianza para escuchar a las mujeres en tu vida? ¿Tienes suficiente confianza para escuchar sus ideas y sus soluciones? ¿Eres lo suficientemente seguro como para entender su angustia y realmente creer en ellas, incluso si lo que dicen está en tu contra?
»¿Serás lo suficientemente hombre para enfrentarte a otros hombres cuando escuches ‘charlas en vestuarios’, cuando escuchas historias de acoso sexual, cuando escuches a tus hijos hablar sobre ‘agarrar el culo’ o ‘emborracharla‘?
»¿Realmente te pondrás de pie y harás algo para que algún día no tengamos que vivir en un mundo en el que una mujer tiene que arriesgarlo todo para decir las palabras ‘yo también’?».
¿Qué opinas tú?
DECÁLOGO ‘UN HOMBRE POR LA IGUALDAD’ DE AHIGE
Un hombre por la igualdad es aquel que:
1. Se acepta a sí mismo como producto de su tiempo y cultura.
2. Ha iniciado un camino personal de búsqueda y replanteamiento interno de sus valores, esquemas, mecanismos, conductas y pensamientos.
3. Mantiene una actitud de cambio en sus relaciones con las mujeres, en las que ya no tolera ningún tipo de desigualdad en razón del sexo.
4. Apoya activamente las justas reivindicaciones de las mujeres contra el sexismo. Comprende que no basta con las palabras y que es necesario que los hombres se posicionen activa y públicamente sobre el tema.
5. Está aprendiendo a verse como un ser sensible, afectivo y, sobre todo, vulnerable. Además, está intentando superar su tradicional aislamiento emocional.
6. Ha iniciado un proceso de replanteamiento de la relación con sus hijos e hijas. Ya no acepta continuar con un papel secundario e intenta que la relación sea más completa, aprendiendo a implicarse directamente con ellos y ellas.
7. Intenta ir superando el miedo y el rechazo ante situaciones de cercanía y complicidad con otros hombres. Comprende que la compañía y la ayuda de otros hombres le es necesaria para su desarrollo vital. Acepta su apoyo y está aprendiendo a no verlos como competidores.
8. Avanza en un proceso de renovación de su sexualidad, intentando vivirla de forma más natural y plena, sin los determinantes que el modelo tradicional masculino le ha impuesto.
9. Ha comenzado a cambiar su actitud hacia la homosexualidad, reconociendo que las personas homosexuales sufren una situación de discriminación que ha de ser combatida activamente. Analiza su relación personal con este tema.
10. Y, por supuesto, ha adoptado una actitud de tolerancia cero hacia la violencia de género que ejercen los hombres sobre las mujeres. Ha comprendido que el silencio nos hace cómplices.
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