La primera sexóloga de la historia: la monja que explicó el placer femenino en la era medieval

Actualizado el martes, 10 agosto, 2021

Durante siglos, las mujeres fueron silenciadas y sus pensamientos fueron limitados por distintos motivos. Sin embargo, la historia ha evolucionado gracias a pioneras que consiguieron sumar su aportación para que hoy disfrutemos de una sociedad mejor. Y una de ellas es una desconocida alemana llamada Hildegard von Bingen (Santa Hildegarda de Bingen), que pudo haber sido precursora de una revolución incluso siglos antes de que comenzara.

Hildegard von Bingen, nació en 1098 y fue la menor de los diez hijos y por eso fue considerada como el diezmo para Dios, entregada como oblata y consagrada desde su nacimiento a la actividad religiosa, según la mentalidad medieval. Tenía ocho años y había comenzado a tener visiones a los tres, pero no fue hasta pasados los cuarenta cuando empezó a escuchar una voz que le decía que escribiera y dibujara todo aquello que alcanzaran sus ojos y oídos.

Al principio, escribió sobre sus observaciones del mundo religioso pero también se adentró en la ciencia y en la Medicina. Pronto empezó a destacar en su ámbito e hizo de consejera para arzobispos, reyes, emperadores… e incluso llegó a convertirse en la consejera del papa Eugenio, algo impensable hasta entonces para una mujer.

Decidió empezar a documentar sus visiones atreviéndose a tratar temas que era un tabú en aquella época y aún hoy, en muchos lugares lo sigue siendo. Entre ellos, estudió el ámbito sexual tanto femenino como masculino tratándolo con total naturalidad y más allá de la moralidad de su confesión religiosa. De hecho, podríamos hablar de que nos encontramos ante la primera sexóloga de la historia.

DESCRIPCIÓN DEL ORGASMO FEMENINO

Suyo es el primer texto descriptivo del orgasmo femenino desde el punto de vista de una mujer. Hidegard aseguró que el acto sexual era bello, sublime y apasionado, lo que era completamente escandaloso para la época. Y muy especialmente, en su contexto religioso. Esta fue su descripción:

Hildegard“Cuando la mujer se une al varón, el calor del cerebro de ésta, que tiene en sí el placer, le hace saborear a él, el placer en la unión y eyacular su semen. Y cuando el semen ha caído en su lugar, este fortísimo calor del cerebro lo atrae y lo retiene consigo e inmediatamente se contrae la riñonada de la mujer, se cierran todos los miembros que durante la menstruación están listos para abrirse, del mismo modo que un hombre fuerte sostiene algo dentro de la mano”.

Florence Eliza Glaze, “Medical Writer: ‘Behold the Human Creature,’” in Voice of the Living Light: Hildegard of Bingen and Her World, ed. Barbara Newman (Berkeley, Los Angeles, and London: University of California Press, 1998)

Desarrolló un mapa del universo basado en una vagina ydefinió los genitales del hombre como un tabernáculo, una estructura fuerte y una flor madurando:

“El viento que está en su lomo es más feroz que airado. Tiene dos tabernáculos bajo su orden dentro de los que sopla como un par de rugidos. Esos tabernáculos rodean el tallo de todos los poderes del hombre, como edificios pequeños puestos al lado de una torre para defenderse. Por esa razón hay dos, para que puedan rodear con más fuerza el tallo, hacerlo firme, sostenerlo y, más adelante, para que puedan capturar más fuertemente y aptamente el viento que mencioné previamente y atraer y emitirlo en una manera pareja, como un par de rugidos soplando en conjunto hacia un incendio. Es entonces cuando erigen el tallo en su poder, lo sostienen fuertemente. De esta forma el tallo crece a través de su retoño”.

Al escribir sobre el aire, intenta introducir la idea del Espíritu Santo y el tabernáculo es un lugar que contiene esa presencia divina. Sin duda es muy curiosa la percepción histórica ya normalmente, en la época se asociaban a descripciones muy desagradables, relacionadas con el órgano sexual masculino.

Hildegard von Bingen ayudó a enriquecer sorprendentemente el aspecto sexual mezclándolo con la visión religiosa. Además, se inspiró para compartir todos sus conocimientos medicinales e incluso desarrolló su propio lenguaje, conocido como “Lingua Ignota”. Su mente inquieta, su curiosidad, impulsos, deseos… hicieron de ella una mujer muy avanzada para su época.

En el año 2009, la directora alemana Margarethe von Trotta filmó la película «Visión: La historia de Hildegard von Bingen» (Vision. Aus dem Leben der Hildegard von Bingen), basada en la vida de esta santa, quien fuera caracterizada por la actriz alemana Barbara Sukowa:

Actualmente, se están revisando de nuevo sus textos y muchos expertos la reciben con los brazos abiertos y la han convertido en una figura de culto. Hildegard von Bingen se atrevió, sin pudor, a dar valor al placer sexual masculino y femenino acercando, con naturalidad, la sexualidad a la naturaleza humana. Su pequeña revolución fue un peldaño más en el cambio social hacia la liberación y la igualdad.