Actualizado el Monday, 6 February, 2023
Es difícil saber hablar y escribir sin ser sexista. Las personas a menudo cometen el error de asumir que sus palabras no son sexistas, incluso cuando lo son. Pero el sexismo se trata de la actitud que alguien tiene hacia las mujeres, no de lo que dicen o escriben. La clave para escribir un lenguaje no sexista es pensar primero y ante todo en tu audiencia y luego considerar tus propias actitudes hacia las mujeres como una consideración secundaria.
Si llevas tiempo queriendo ser inclusivo y no sexista cuando hablas pero no has tenido las herramientas para hacerlo, ¡aquí tienes la guía definitiva para lograrlo!.
El uso de un lenguaje igualitario permite visibilizar a las mujeres, rompiendo con estereotipos y prejuicios sexistas. Si modificamos el enfoque androcéntrico actual de las distintas expresiones, lograremos dar un paso esencial hacia la igualdad lingüística.
Ejemplos para explicar el lenguaje inclusivo
“La profesora entra al salón de clases y dice:
—Niños, por favor, salgan ordenadamente del salón para la ceremonia de honores a la bandera.
—¿También las niñas? —pregunta alguna suspicaz—.
—Sí —se impacienta la maestra—, cuando digo “niños” me refiero también a las niñas; el masculino plural las incluye a ustedes.
Más tarde, ese mismo día, la profesora dice:
—Los niños que quieran inscribirse al equipo de futbol, anótense en una lista.Cuando la lista llega a manos de la maestra, advierte que varias niñas escribieron sus nombres.
—Lo siento, pero en esta ocasión sólo pueden inscribirse los varones, las niñas no. Por eso dije claramente “niños”.
Distinguir cuándo sí y cuándo no, es una intuición que las mujeres han de desarrollar a lo largo de su vida con base en los roles socialmente asignados.“Miriam, Ramón y Lucía comerán juntos”, ¿el adjetivo (juntos) excluye a alguno de los sujetos? Ahora bien, en la frase “Miriam, Ramón y Lucía comerán juntas”, ¿identificamos algo extraño? Curiosa cosa… hay más femeninos que masculinos en la oración y, sin embargo, nos parece que sólo “juntos” puede incluir a los sujetos enunciados. Esto es debido a la segunda regla general de concordancia gramatical señalada por la Real Academia Española (RAE): “Cuando el adjetivo se refiere a varios sustantivos, va en plural. Si los sustantivos son de diferente género, predomina el masculino”.
La feminista australiana Dale Spender escribió un libro sobre el género y el lenguaje (Man made language, 1980) en el que sostiene que el lenguaje no es neutral, sino que ha sido construido por el hombre. El lenguaje asume que los hombres son la norma y las mujeres son “las otras”. Por eso se considera normal referirnos a las mujeres con términos masculinos, pero si nos referimos a un hombre con un término femenino nos parece despectivo.El lenguaje inclusivo busca hacer presente la DIVERSIDAD DE GÉNEROS. Lo que hay que aclarar es que la RAE se fundó hace más de 300 años, donde no participó ninguna mujer y donde no existía una visión de derechos humanos a favor de las mujeres que hiciera de esta regla algo diferente.
El lenguaje es parte de la sociedad, ella lo crea, lo modifica y se representa, y al fin y al cabo, la RAE se compone de una construcción social y cultural. El lenguaje va cambiando y en eso no hay nada de malo. “LA LENGUA CAMBIA PORQUE ESTÁ VIVA!
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- Guías sobre el uso del lenguaje no sexista
- Guía práctica de comunicación incluyente
- Guía de Lenguaje Inclusivo de Género
- Guía práctica de Lenguaje Inclusivo
Pequeña historia que ayuda a explicar el lenguaje inclusivo
Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: “Todos los hombres son mortales”. Sentí un enorme alivio, un gran regocijo.
Esa tarde, cuando salí del colegio, corrí a mi casa y abracé muy estrechamente a mi madre.”Qué suerte, mamita, tú no te vas a morir nunca”, le dije, arrebatadamente.
“¿Qué?”, preguntó mi madre, sorprendida.
Me separé apenas de ella y le expliqué: -La maestra escribió en la pizarra que los hombres son mortales. Y tú eres mujer. Por suerte, eres mujer, dije y volví a abrazarla.
Mi madre me separó tiernamente de sus brazos.
-Esa frase, querida mía, incluye a hombres y mujeres. Todos y todas moriremos algún día.
Me sentí completamente consternada y desilusionada.
-Entonces, ¿por qué no escribió eso?: “Todos los hombres y mujeres son mortales”, pregunté.
-Bueno- dijo mi madre, en realidad, para simplificar, las mujeres estamos encerradas en la palabra “hombres”.-¿Encerradas?- pregunté. ¿Por qué?
-Porque somos mujeres- me contestó mi madre.
La respuesta me desconcertó.¿Y por qué nos encierran?, le pregunté.
– Es muy largo de explicar, respondió mi madre. Pero acéptalo así. Hay cosas que no son fáciles de cambiar.
– Pero si digo “todas las mujeres son mortales”, ¿también encierra a los hombres?
-No- contestó mi madre. Esa frase se refiere sólo a las mujeres.
Me entró una crisis de llanto. Comprendí súbitamente muchas cosas y algunas muy desagradables, como que el lenguaje no era la realidad, sino una manera de encerrar a las cosas y a las personas, según su género, aunque apenas sabía qué era género: además de servir para hacer faldas, el género era una forma de prisión.
Cristina Peri Rossi, “La lengua excluyente”Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2021
Reglas de uso de lenguaje no sexista
- Es perfectamente compatible el uso de las normas gramaticales y estilísticas con el uso no sexista de la lengua.
- El uso innecesario o abusivo del masculino genérico es un obstáculo a la igualdad real entre mujeres y hombres porque oculta a las mujeres y produce ambigüedad.
- Para sustituir el masculino genérico se emplearán términos colectivos, abstractos o vocablos no marcados, perífrasis o metonimias.
- Cuando no produce ambigüedad, se puede omitir la referencia directa o bien utilizar infinitivos o pronombres.
- Se utilizarán, siempre que sea posible, las denominaciones de cargos, profesiones y titulaciones en femenino, mediante el morfema de género y/o el artículo. Cuando su uso se haga en plural, se evitará la utilización del genérico masculino.
- En los casos en los que el texto se refiera a quien posee la titularidad de una entidad, área o institución, el lenguaje se adecuará al masculino o al femenino en función de si se trata de un hombre o una mujer.
- Los documentos administrativos deben dirigirse a la ciudadanía con fórmulas que nombren específicamente a las mujeres cuando se conoce su sexo. Cuando se desconoce quien será la persona destinataria, se usarán fórmulas que engloben a ambos sexos, evitando el uso del masculino genérico.
- El uso de dobletes mediante barras queda limitado a los formularios de carácter abierto y a determinados encabezamientos, no utilizándose en ningún caso en otro tipo de redactados.
- No es recomendable el uso de la @, que no es un signo lingüístico, sobre todo teniendo en cuenta la variedad de recursos que ofrece la lengua para evitar un uso no sexista del lenguaje.
- Tradicionalmente, el género masculino precede siempre al femenino cuando hay mención expresa de ambos sexos. Se propone por ello que el masculino no siempre se anteponga al femenino, de modo que este último también pueda aparecer en primer lugar, o que se alterne con el masculino.
¿Quieres ejemplos? ¡Aquí van!
EJEMPLOS DE LENGUAJE NO SEXISTA
DOCUMENTOS CERRADOS Los documentos cerrados son aquéllos en los que se conoce la persona o personas destinatarias o a las que hace referencia el texto. En consecuencia, y puesto que se sabe cuál es el sexo del sujeto implicado, lo adecuado sería que éste se haga explícito, no pudiendo utilizarse la forma genérica para denominar a las mujeres.
DOCUMENTOS ABIERTOS Los documentos abiertos, son aquéllos en los que nose conoce la persona destinataria o aquélla que intervendrá en el procedimiento administrativo. En consecuencia, no es posible conocer con antelación el sexo de dicho individuo, por lo que lo conveniente sería contemplar ambos sexos. Para ello, se denominaría la forma femenina y la masculina, conjuntamente.
DOCUMENTOS DIRIGIDOS A GRUPOS En las ofertas de empleo, subvenciones, concursos, becas, ayudas, cursos etc. es necesario hacer explícitos ambos sexos como posibles personas destinatarias de la información.
Otros ejemplos
USO DE PRONOMBRES Y DETERMINANTES SIN MARCA DE GÉNERO
USO DE LAS BARRAS
En los casos de sustantivos cuyo morfema de género es el artículo, se incluirán las dos formas del artículo.
No es recomendable su uso en textos amplios, ya que una barra es fácil de distinguir, pero cuando son varias, es preferible la doble forma completa.
EL ORDEN DE LAS PALABRAS
Se observa en los documentos administrativos que el género masculino precede siempre al femenino cuando hay mención expresa de ambos sexos, lo que establece una relación de jerarquía inexistente.
Se propone por ello que el masculino no siempre se anteponga al femenino, de modo que este último también puede aparecer en primer lugar, o bien que se alterne con el masculino.
EL USO DE LA @
ELUDIR EL SUJETO, SUSTITUYÉNDOLO POR ESTRUCTURA CON “SE”
Se puede omitir la referencia directa al sujeto sin que ello afecte al mensaje ni provoque ambigüedad recurriendo a varios procedimientos para reformular la frase:
ANTEPONER LA PALABRA PERSONA A LA EXPRESIÓN SEXISTA O DISCRIMINATORIA
Además, puedes completar todo esto con este glosario de profesiones y oficios para que recuerdes que tú médico puede que, en realidad, sea una médica y que tu comadrona sea realmente un comadrón.
Esta es nuestra propuesta, aunque ni todos ni todas vayan a estar de acuerdo, creemos que abre un debate con respecto a la necesidad de cambio en que está inmersa nuestra lengua.
Fuente original: Guía del lenguaje no sexista “Los varones saben que el masculino siempre les nombra pero las mujeres debemos aprender a distinguir cuando nos incluye como parte del todo y cuando nos excluye“, – Enriqueta García y Aguas Vivas Catalá”…de ese no saber… y de tener que pensar tantas veces si ahora se estará refiriendo a niños y niñas o sólo a los niños varones puede que venga la intuición femenina…”, – Teresa Mean
Sencilla explicación sobre la necesidad de lenguaje inclusivo
La profesora entra al salón de clases y dice:
—Niños, por favor, salgan ordenadamente del salón para la ceremonia de honores a la bandera.ç
—¿También las niñas? —pregunta alguna suspicaz—.ç
—Sí —se impacienta la maestra—, cuando digo “niños” me refiero también a las niñas; el masculino plural las incluye a ustedes.Más tarde, ese mismo día, la profesora dice:
—Los niños que quieran inscribirse al equipo de futbol, anótense en una lista.Cuando la lista llega a manos de la maestra, advierte que varias niñas escribieron sus nombres.
—Lo siento, pero en esta ocasión sólo pueden inscribirse los varones, las niñas no. Por eso dije claramente “niños”.
Distinguir cuándo sí y cuándo no, es una intuición que las mujeres han de desarrollar a lo largo de su vida con base en los roles socialmente asignados.“Miriam, Ramón y Lucía comerán juntos”, ¿el adjetivo (juntos) excluye a alguno de los sujetos? Ahora bien, en la frase “Miriam, Ramón y Lucía comerán juntas”, ¿identificamos algo extraño? Curiosa cosa… hay más femeninos que masculinos en la oración y, sin embargo, nos parece que sólo “juntos” puede incluir a los sujetos enunciados. Esto es debido a la segunda regla general de concordancia gramatical señalada por la Real Academia Española (RAE): “Cuando el adjetivo se refiere a varios sustantivos, va en plural. Si los sustantivos son de diferente género, predomina el masculino”.
La feminista australiana Dale Spender escribió un libro sobre el género y el lenguaje (Man made language, 1980) en el que sostiene que el lenguaje no es neutral, sino que ha sido construido por el hombre. El lenguaje asume que los hombres son la norma y las mujeres son “las otras”. Por eso se considera normal referirnos a las mujeres con términos masculinos, pero si nos referimos a un hombre con un término femenino nos parece despectivo.
El lenguaje inclusivo busca hacer presente la DIVERSIDAD DE GÉNEROS. Lo que hay que aclarar es que la RAE se fundó hace más de 300 años, donde no participó ninguna mujer y donde no existía una visión de derechos humanos a favor de las mujeres que hiciera de esta regla algo diferente.El lenguaje es parte de la sociedad, ella lo crea, lo modifica y se representa, y al fin y al cabo, la RAE se compone de una construcción social y cultural. El lenguaje va cambiando y en eso no hay nada de malo.LA LENGUA CAMBIA PORQUE ESTÁ VIVA! Instagram: @ri1980chard