Actualizado el miércoles, 29 septiembre, 2021
«Por cada niña cansada de actuar débil cuando es fuerte, hay un niño cansado de aparentar ser fuerte cuando se siente vulnerable. Por cada niño que está harto de la expectativa constante de que sepa todo, hay una niña cansada de que la gente no confíe en su inteligencia. Por cada niña que está cansada de ser considerada súper sensible, hay un niño temeroso de ser gentil y de llorar. Por cada niño que cree que la única forma de mostrar su masculinidad es competir, hay una niña a la que se le acusa de no ser femenina cuando compite. Por cada niña que tira su muñeca, hay un niño que desea encontrar una. Por cada niño luchando porque la publicidad no le dicte sus deseos, hay una niña cuya autoestima está siendo atacada por la publicidad. Por cada niña que da un paso hacia su liberación, hay un niño que encuentra más fácilmente el camino hacia la libertad».
Dos profesoras pidieron a un grupo de niños que dibujasen personas desempeñando diferentes trabajos: un bombero, un cirujano y un piloto de combate. Así es como reaccionaron los más pequeños.
La mayoría dibujaron a hombres, y se sorprendieron muchísimo cuando las profesoras les dijeron que iban a conocer a personas que realizan esos trabajos. Pero lo que más sorprendió a estos niños y niñas fue quienes entraron en el aula: tres mujeres que desempeñan los trabajos que los pequeños plasmaron en sus dibujos. Lo más impresionante es ver la cara de los niños y niñas cuando ellas aparecen.
Esto es una muestra más de lo anclados que están los estereotipos de género en la sociedad y la fuerza que ejercen sobre los más pequeños.
Los niños sufren las tensiones que genera el heteropatriarcado, que marca los modelos que deben seguir y los roles que deben asumir. Los estereotipos de género les rodean e influyen en su vida. Recordemos esta gran reflexión y ayudemos a los niños a vivir libres y construir una sociedad justa e igualitaria desde sus bases:
Y si te pidieran a ti dibujar a un bombero, a un cirujano o a un piloto de combate, ¿te dejarías vencer por los estereotipos de género?
«Ser libre no es solo deshacerse de las cadenas propias, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás». —Nelson Mandela
Esteretipos interiorizados
El mide 1.66 cm, ella 1.75 cm y sin embargo en esta foto él le saca una cabeza a ella, lo justo para cobijarla sobre su hombro.
Él sonríe despreocupado a la cámara, ella en cambio tiene los ojos cerrados, como si no necesitara nada del mundo, como si en ese pecho de hombre sobre el que se recuesta encontrara todo lo que una mujer puede desear en la vida.
Esta foto nos tramite una vez más el ideal de felicidad patriarcal, y el status desde el que un hombre y una mujer deben relacionarse. El siempre por encima de ella, como cuando en los años 50 a Humphrey Bogart le ponían calzas en los zapatos para resultar más alto que Lauren Bacall, claramente más alta que él.
La mayoría de las mujeres nos hemos tenido que empequeñecer frente a los hombres para hacerlos parecer a ellos más altos, más fuertes, más seguros y necesarios para nuestra satisfacción vital.
Muchas de nosotras nos creímos el cuento de que nuestra felicidad pasaba por tener a un hombre al lado.
Aún no está superado. Aún sigue pasando.
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