Actualizado el miércoles, 24 mayo, 2023
¿Quién no ha soñado de pequeña con conocer a su Príncipe Azul? Un hombretón alto, guapo y fornido que nos saque de nuestras aburridas y nos haga felices con sólo mirar su impecable sonrisa de oreja a oreja. Pues en este estereotipo típico de los mejores cuentos Disney, las galletas Príncipe han dirigido su nuevo anuncio basándose en esta idea. Y seguramente sin ellos darse cuenta (o tal vez sí) han hecho un polémico anuncio con un final que no esperas:
No lo esperas porque damos por hecho que una niña será la que se enamorará de ese apuesto príncipe, o bien será un niño el que se enamore de la princesa. Pero no siempre es así.
Sin embargo, muchos padres siguen pensando más en alejar esta información «homosexual» de los niños para no «incitarles» a la homosexualidad. Y aunque existen multitud de teorías que intentan explicar el porqué de las diferentes orientaciones sexuales: psicológicas, endocrinológicas, genéticas… todas coinciden en dos puntos en común:
1. Las personas no eligen ser homosexuales o heterosexuales.
2. La orientación sexual no se puede modificar y tampoco trasmitir.
Por tanto, alejar a los niños de esta información no sólo no les «protege» de su orientación sexual, sino que puede estar ocultando información básica que le permitirá no sentirse un «bicho raro» y recibir el mismo tipo de historias que reciben el resto de niños heterosexuales.
A pesar de que los expertos en educación y psicología nos lo aconsejan, muchos padres piensan que la condición sexual es opcional y es mejor alejar a los niños de este tipo de mensajes.
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