Actualizado el miércoles, 25 enero, 2023
Es sorprendente como pasa la vida de rápido y con ella las modas y las tendencias. Los padres de hoy en día buscan a toda costa que sus hijos sean exitosos en un futuro. En concreto, que sean personas con una buena carrera profesional, que sepan de música, de deportes, que dominen lenguas extranjeras, etc. Saturamos a los niños de formación e información.
Pero no solo los entrenamos en esos aspectos, sino que buscamos que físicamente sean superiores a nosotros o al menos, a la mayoría de los mortales. He aquí donde nacen distintos tipos de prácticas que pueden poner en riesgo la salud física y mental de los más pequeños.
Yoga CON bebés
El yoga con bebés es una excelente manera de introducir a su bebé a la actividad física y ayudarlo a desarrollar sus habilidades motoras. Es una excelente manera de vincularse con su bebé y al mismo tiempo darle la oportunidad de aprender a mover su cuerpo en un ambiente seguro y divertido. El yoga para bebés puede ayudar a los bebés a ser más conscientes de sus cuerpos, aumentar la fuerza y la flexibilidad e incluso mejorar los patrones de sueño. También brinda una oportunidad para que los padres se conecten con sus bebés mientras aprenden nuevas poses y técnicas. Con la orientación adecuada, el yoga para bebés puede ser una excelente manera para que los padres y los bebés hagan algo de ejercicio, se diviertan y creen recuerdos duraderos juntos.
Polémica de algunas prácticas de yoga PARA bebés
Una de las prácticas que se ha extendido por la red últimamente es un tipo de yoga aéreo que «mejora» las habilidades de los bebés y el desarrollo muscular. Consiste en dar vueltas al bebé como si de una masa de pizza se tratase a partir de las dos semanas de vida. Aunque nos parezca sorprendente, esta práctica se lleva haciendo en Rusia hace más de 3 décadas, De hecho, proviene de allí y su instructora es Lena Fokina.
Su predecesor, Igor Borisovich Charkovsky, no sólo es el creador de esta técnica, sino que además sumerge a los niños en una piscina pequeña repetidamente sin descanso y sin atender el llanto desesperado del bebé. Asegura que muchos de esos bebés que ahora son adultos han visto mejorada su capacidad física en relación al resto.
¡No hacer a los bebés sin consultar a su pediatra!
Saludable o no, no me atrevería a llamar yoga a esta última práctica. Sobre todo sabiendo que los últimos estudios en medicina pediátrica advierten que agitar a un niño fuertemente puede acarrear severas lesiones cerebrales, además de provocarles luxaciones y hemorragias. Lo más sorprendente es que tienen un buen número de seguidoras, y digo seguidoras porque son las madres las que deciden normalmente practicar este tipo de ejercicios a sus hijos ya que son las que más tiempo pasan con ellos.
Como madre no me atrevería a ponerlo en práctica incluso si se probara su eficacia. Simplemente con el hecho de no atender el llanto del bebe durante esa práctica ya me hace desestimarlo debido a las consecuencias emocionales que conllevaría.