En la mayoría de restaurantes y cafeterías no dejan entrar a los perros o animales de compañía. ¿Qué sucedería si prohibieran la entrada de niños? En Twitter ya ha explotado la polémica.
De nuevo, las redes sociales son las protagonistas. Esta vez, le tocó el turno a Twitter: una chica lanzó un polémico tuit pidiendo que también hubiera zonas sin niños, al igual que hay zonas sin animales.
Este mensaje tiene más de 5000 retuits, 7000 «me gusta» y 1000 comentarios, lo que nos da a entender que se trata de un tema de interés y viralidad como muy pocos consiguen en esta red social. Por un lado, están los que apoyan su idea y, por otro, los que la rechazan de lleno.
Cabe decir que uno de los comentarios que recibió su tuit puso de manifiesto que los niños nunca han sido lo suyo. En su cuenta han encontrado muchos más comentarios de este tipo:
«Hoy había un grupo de unos 7 niños en el bus y qué asco. Cada día los soporto menos».
«Pues ya estoy en Cortilandia rodeada de niños pequeños e insoportables. Todo muy OK».
«Pues yo lo tengo claro. Odio cada día más a los niños. Jajaja».
El rechazo a los niños no es nuevo, pero ¿a qué se debe?
Hay un término que engloba este tipo de pensamientos y que nos puede ayudar a entender lo que siente esta usuaria de Twitter (y otra tanta gente más): niñofobia. Siempre ha existido, pero parece que ahora se verbaliza más: tenemos a personas con hijos que no soportan a los hijos de los demás; otras, que quieren una noche o un viaje «sin niños», dejan a sus peques a cargo de alguien y eligen bares o restaurantes solo para adultos; hay gente sin hijos a la que los niños no les hace mucha gracias y, otras, que simplemente no los aguantan (sin motivo aparente).
Existe también un hashtag, por cierto, para luchar contra esta niñofobia en internet: #stopniñofobia. Un movimiento lejos de parecer algo muy excepcional y que en los últimos años ha creado muchos adeptos y detractores.
a veces ir a un restaurante con niños puede ser un problema. #stopniñofobia https://t.co/j5cLRqWcLT pic.twitter.com/DoZZsogrvC
— Crónicas PSN (@CronicasPSN) May 18, 2017
De la mano de esta especie de movimiento van los llamados «restaurantes para adultos» y «hoteles solo para adultos», una opción turística que se consolida con fuerza desde hace unos años. Los responsables de estos establecimientos alegan que sus medidas no son discriminatorias y que simplemente se reservan el derecho de admisión, ¿tú qué crees?
Recordemos algo muy importante: son los padres los que se tienen que responsabilizar de sus hijos —tanto cuando están de vacaciones, en un hotel o en el supermercado—. Si el niño llega a molestar, las normas del local no deberían de ser un problema del menor, sino del adulto responsable que debería estar velando por él. No olvidemos que esta guerra no es entre niños y adultos, sino los adultos que no son capaces de respetarse unos a otros y no consiguen adoptar posturas de diálogo y empatía mutua.
¿Qué opinión te merece? ¿Ves normal que algunos establecimientos se reserven el derecho de admisión a menores o sería una medida discriminatoria para las familias?
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