Actualizado el sábado, 22 mayo, 2021
Una de las mejores metáforas sobre el amor de pareja que he escuchado es que el amor es como el fuego de una chimenea calentita: si no lo alimentas periódicamente, se termina apagando y te quedas solamente con las cenizas.
Quizás creamos que en nuestra relación todo va bien (hasta que deja de ir). Pero, ¿y si pudiera ir mejor? ¿Hay alguna manera de que pueda reforzar los lazos de mi relación de pareja? Ya sea porque acabas de pasar un mal momento, porque temes que la relación se deteriore o, simplemente, porque quieres darle un poco más de “chicha” a vuestros encuentros… Toda razón es válida para afianzar lazos y conseguir que tu relación sea (más) sana.
Las 10 claves de las relaciones de pareja sana
«El amor verdadero es inagotable: cuanto más das, más recibes. Y si bebes de la verdadera fuente, cuanta más agua saques, más abundante es el manantial».
– Antoine de Saint-Exupéry
1. Conquista a tu pareja todos los días
Uno de los errores más comunes que ocurren en las parejas (sobre todo en las jóvenes) es que damos por sentado que ya hemos «conseguido» a la otra persona: ya está; misión cumplida. No hay nada más que hacer en la relación, solo que esta se mantenga.
Este es un error grave que ha roto más relaciones de las que ha afianzado. Piensa en cómo seguirías conquistando a ese chico o a esa chica cada día. Juega con la sorpresa y con tu mejor lenguaje de seducción.
2. Ten una vida propia
Otro aspecto que trae problemas es pensar que todo debe de hacerse en parejas. No hay secretos, ni actividades, ni relaciones que no se tengan que compartir constantemente, porque así lo dictan las leyes no escritas de la pareja.
Pues no. Resulta que no es así. Tener vidas propias oxigena la relación. Da conversación y brinda la posibilidad de probar siempre cosas nuevas que el otro ha descubierto.
El tedio es uno de los peores enemigos de una relación. Romped con la rutina y buscad nuevas cosas que hacer
3. Rompe con las rutinas
Las rutinas son cómodas y ofrecen cierto control sobre el tiempo y el espacio que se comparte en pareja; pero un cierto número de rutinas fijas, termina aburriendo. El tedio es uno de los peores enemigos de una relación. Por eso es aconsejable cambiar de vez en cuando algunos hábitos. Es tan fácil como ser un poco más espontáneo y no pasar todos los planes por el consenso o los horarios prefijados.
4. Interésate por lo que hace la otra persona
Es muy común decir que es mejor tener una pareja con tus mismos gustos. Sí, en el periodo de conquista es más fácil conectar con alguien que tiene tus mismas aficiones. Pero una vez afianzada la posición, ¿qué más te puede aportar?
Interésate por tu pareja y por sus distintos hobbies e intereses. No consiste que, de repente, tengas que dar clases de informática o jugar con su equipo de baloncesto los miércoles por la noche. Solo es necesario que te intereses por el por qué de estas aficiones. Así ya te estarás acercando más a su universo interior.
5. Ten momento exclusivos
Suena a un consejo de cajón: ¿acaso no está claro que lo mejor de estar en pareja es disfrutar de esos momentos únicos juntos? Sí. Es maravilloso. Al menos mientras no se tengan hijos o haya más familiares de por medio. Es más, llegados a estos niveles, muchas parejas aceptan casi inconscientemente que se terminaron esa clase de momentos para ellos. Pero no es así. Buscad vuestros momentos exclusivos para vosotros solos. La cuestión es nunca olvidar al otro. Que tu vocabulario no sea: yo, nuestros hijos, nuestra familia… Que tu pareja siga siendo un elemento único.
El sexo te brinda la oportunidad de conocer a la otra persona a unos niveles diferentes y más íntimos.
6. Desarrolla una buena vida sexual
No vamos a enumerar las infinitas virtudes del sexo en pareja. De hecho, la más importante (desde mi punto de vista) es que se trata de una oportunidad para conocer a la otra persona a unos niveles diferentes y más íntimos. Buscar el ambiente adecuado, probar de vez en cuando cosas nuevas para que el acto no sea “automático” o hacer actividades previas al encuentro son algunos trucos para que la pasión no se pierda entre la rutina, el estrés y el tedio cotidiano.
7. Se siempre un reto
El primer consejo estaba dirigido a que intentes seducir día a día, volver a enamorar a la otra persona a diario. Este consejo complementa a ese primero. Hablamos de “resistir ese cortejo”. ¿Por qué esta contradicción? Porque lo que es difícil de ganar, más satisfactorio es. Mientras que lo que se cree ya conseguido, pierde interés. Si ambos tienen claro que deben ganarse al otro día a día, entonces estarán dispuestos a dar lo mejor de sí siempre.
«Para lograr un matrimonio exitoso hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona».
–Mignon McLaughlin
8. Aprovechad el contacto físico
El sentido del tacto puede expresar infinidad de sensaciones. Aprovechar cada caricia puede abrir no solo un mundo sensorial nuevo, sino también un lenguaje secreto que solo entendáis vosotros dos. A través del tacto puedes percibir desde su ternura hasta su estrés. E, igualmente, puedes comunicar desde confianza hasta miedo. Aprovecha tu tacto.
9. No seáis solo pareja, sino también amigos
Una buena relación de pareja necesita cimentarse sobre una buena amistad
Si todo solo son normas y obligaciones, como que la relación se vuelve más un contrato que otra cosa. Pero si en mitad de todo eso hay una buena relación de amistad entre las partes, la situación cambia drásticamente. Mantener una buena relación de amistad con tu pareja te asegura tener también tus momentos de distensión, ocio y picardía asegurados.
10. Olvidar etiquetas y lo “típico”
Si la sociedad suele dictar ciertos estereotipos sobre lo que es una pareja “formal” y “normal”, lo que se os propone desde aquí es que rompáis con esos estereotipos. No todo tiene que encajar tal y como tu mamá y papá te enseñaron, o de la forma tradicional que pensabas que iba a ser la vida en pareja. Rompe con esas ideas y asume que tu relación será única porque haréis cosas únicas. Es una forma de mantener vuestra identidad,y de no caer en el mismo saco de la “familia tradicional media”.
Enamoraos el uno del otro cada día. No deis por sentado nada
Unos de mis temas favoritos de Mägo de Oz decía que el alimento del amor es la confianza, el respeto… y un colchón. Y para medir en qué punto de la relación estáis es necesario medir vuestros niveles de pasión, compromiso e intimidad. Aplicad estos consejos cuando gustéis y, sobre todo, tened en mente que todo lo que hagáis en el seno de la pareja no es solo por él o por ella, sino también por vosotros.
Reseña: La pareja altamente conflictiva
Los conflictos en las relaciones ocurren cuando las emociones se desbordan y usted y su pareja dejan de comunicarse de manera efectiva. Pero no es necesario que siga siendo así. Al practicar la atención plena en sus conversaciones y hacer un esfuerzo por estar presente en su relación, puede comenzar a reconsiderar sus problemas. Reconozcan también las emociones de los demás y, después de todo, es posible que descubran un camino a seguir juntos.
The High-Conflict Couple es una guía para superar los escollos comunes de las relaciones que conducen al conflicto y la animosidad. Alan E. Fruzzetti, basándose en años de investigación en psicología y experiencia en terapia, explica de dónde proviene el conflicto y cómo se puede reducir.
Ser consciente de tu estado emocional te ayuda a evitar peleas innecesarias.
Piense en la última gran pelea que tuvo con su pareja. ¿Recuerda qué lo causó y las emociones que sintió que lo llevaron?
Si bien es fácil recordar estar enojado o molesto, identificar los sentimientos en sí mismos puede ser muy difícil. Todos sabemos que las emociones son una parte central del conflicto en las relaciones y no hay nada de malo en eso. El problema es cuando se apoderan de ti y terminas diciendo algo de lo que te arrepientes o te encuentras en una discusión que no va a ninguna parte.
Porque a pesar de lo importantes que son las emociones, nuestra comprensión de ellas a menudo es sorprendentemente limitada. Y no se necesita mucho para desequilibrarnos.
Todo el mundo tiene un estado emocional básico en el que puede pensar con claridad y comunicarse bien. La excitación emocional ocurre cuando algo lo saca de esta línea de base. No es necesariamente algo malo; de hecho, las investigaciones muestran que cantidades pequeñas o moderadas de estrés lo mantienen alerta y mejoran su desempeño en las tareas.
Pero, una vez que supera este nivel moderado, el rendimiento empeora considerablemente. Algunas personas llegan a este punto más rápido que otras, pero el resultado final es el mismo para todos: en lugar de pensar con claridad, su único objetivo es reducir sus sentimientos de excitación negativa.
En las relaciones, las emociones fuertes afectan su capacidad para comunicarse bien. Y una vez que los sentimientos negativos lo han sacado de su línea de base, su pensamiento se vuelve más deprimente y crítico.
Digamos que ha estado deseando pasar más tiempo con su pareja, pero él llega tarde a casa. En lugar de ser claro acerca de cómo te hacen sentir sus acciones, si estás en un estado de excitación emocional, podrías hacer un comentario desagradable acerca de que él nunca estará cerca. Esto probablemente sacaría a su pareja de su línea de base, y el resto es un feo conflicto.
Afortunadamente, hay formas de entrenarse para mantenerse equilibrado. Uno de los más efectivos es la atención plena, o ser más consciente de cómo se siente. En otras palabras, si puede reconocer cuándo está alcanzando la excitación emocional, lo manejará mucho mejor.
Una excelente manera de practicar es aprender a describir sus sentimientos sin juzgar. Pregúntese: ¿Qué está pasando? ¿Qué sensaciones físicas estoy sintiendo? Esto ayudará a reducir su excitación y lo pondrá en un estado en el que podrá evaluar la situación sin crear conflictos innecesarios.
Haga que el tiempo de calidad con su pareja sea divertido manteniéndose atento y creando actividades compartidas significativas.
Suena obvio, pero para unirse y reducir el conflicto, es necesario, bueno, unirse.
Verá, no se trata de la proximidad física; si eso fuera todo lo que hiciera falta, pocas parejas tendrían alguna discusión. No, en este contexto, unirse significa estar mentalmente alineado también.
Si ha estado luchando con un conflicto en su relación, probablemente se haya entrenado para estar listo para la batalla en cualquier momento. En lugar de brindar paz y comodidad, el tiempo compartido se asocia con una excitación emocional negativa.
Pero no se preocupe, hay una manera de cambiar las cosas.
El hecho de que usted y su pareja estén en la misma habitación no significa que estén en el mismo espacio emocional. Muchas parejas pasan mucho tiempo juntas pasivamente : cerca, pero sin prestar atención el uno al otro. Por ejemplo, si están en la misma habitación pero ambos están en sus teléfonos, es posible que estén físicamente juntos, pero no fomentan la cercanía. Una gran cantidad de tiempo pasivo en una relación puede aumentar los sentimientos de soledad y contribuir a las emociones negativas.
Por el contrario, estar juntos de forma activa es cuando tú y tu pareja están ocupando el mismo espacio emocional. Esto no significa que esté manteniendo una conversación brillante, solo podría significar que está consciente de cómo se siente su pareja y disfruta de su compañía.
Entonces, ¿cómo logran pasar tiempo juntos activos? El secreto es la atención plena. En lugar de retirarte a tu propio mundo, fíjate en tu pareja. No sea crítico ni crítico, solo esté presente. ¿Qué está haciendo? ¿Que te gusta de ella? Cuando comiences a apreciar su presencia, las emociones positivas que siguen te ayudarán a acercarte.
Una vez que haya aprendido a apreciar a su pareja, asegúrese de participar en más actividades como pareja. Esto podría significar ir de excursión, ver una película o tomar un café. Elija lo que elija, no debería afectar su presupuesto ni ser una producción gigante. El punto es compartir experiencias de vida en un entorno alejado del estrés o la ansiedad. Para superar el conflicto, es necesario volver a aprender cómo es divertirse juntos.
Para tener conversaciones saludables, debe ser directo y franco acerca de sus deseos.
Ahora que ha aprendido a divertirse con su pareja nuevamente, es hora de hablar.
La comunicación verbal eficaz tiene dos elementos clave: expresión precisa y validación. Esto significa que una persona habla clara y honestamente, mientras que la otra escucha y reconoce. En una buena conversación, estos roles cambian de un lado a otro, y las dos partes se turnan para escuchar y hablar.
Pero para que la conversación funcione, las dos partes deben participar con una mentalidad que les permita desempeñar bien sus roles. Afortunadamente, estas habilidades no son difíciles de aprender, todo se reduce a estar al tanto de sus objetivos y escuchar con atención.
Para expresar sus emociones con precisión, es útil saber qué es lo que quiere en una conversación. Desafortunadamente, la excitación emocional negativa trabaja en su contra; si está desequilibrado, es probable que ataque el comportamiento de su pareja en lugar de decirle cómo se siente.
Si su objetivo final es que su pareja trabaje más en la casa, llamarlo perezoso no ayudará. Pero, si espera hasta que esté más equilibrado emocionalmente y luego explica que hacer todas las tareas usted mismo lo frustra, podría marcar la diferencia. Para asegurarse de iniciar la conversación con la mentalidad adecuada, elija un momento en el que usted y su pareja estén relajados y sin distracciones.
Una parte fundamental de la expresión precisa es ser honesto y no emitir juicios. Dile a tu pareja cómo te sientes y por qué. Y no se ande con rodeos: ser indirecto puede malinterpretarse fácilmente. Si esperabas pasar el día con tu pareja porque ambos han estado viajando por trabajo recientemente y lo extrañan, ¡dígalo! Comentarios como «Esperaba que te quedaras en casa por una vez» no son útiles.
Considere lo que quiere de sus conversaciones. A veces será para resolver un problema; otras veces querrás estar más cerca emocionalmente. Eso está totalmente bien, solo sé abierto con tu pareja. Piensa en ello como ir a un restaurante: tienes que decirle al camarero lo que quieres para conseguirlo. Y sus conversaciones son las mismas, así que no tenga miedo de decir: «Quiero hablar sobre mi día y solo necesito que me apoyen». Ambos saldrán más felices y se sentirán más nutridos emocionalmente.
Valide las emociones de su pareja para generar confianza y una comunicación de calidad.
Hablar está muy bien, pero las relaciones se tratan de conversaciones, no de discursos. Una vez que tu pareja te dice cómo se siente, la otra mitad de la ecuación es hacerle saber que estás escuchando. Aquí es donde entra la validación.
En este contexto, la validación significa comunicar comprensión y aceptación . Entonces, si bien no tiene que estar de acuerdo con su pareja, debe reconocer sus emociones. Con el tiempo, este tipo de escucha activa genera confianza y reduce los sentimientos negativos, sentando las bases para una comunicación real.
La validación puede ser tan simple como el contacto visual o asentir con la cabeza. La idea central es que le hagas saber a tu pareja que estás presente y que escuches lo que está tratando de decirte. A veces, tendrá que reconocer verbalmente lo que le dicen. Declaraciones como «Sé que estás decepcionado» demuestran que te preocupas y pueden ser reconfortantes para tu pareja.
Esta comodidad es importante porque reduce la excitación negativa y crea cercanía, lo cual es vital para que se produzca una comunicación real. Piénsalo. Cuanto mejor sea la experiencia de abrirte con alguien, más probabilidades tendrás de seguir hablando con esa persona en el futuro. La validación le dice a tu pareja: a esta persona le importa lo que tengo que decir y me escuchará. Lo que la hace más dispuesta a abrirse, lo que conduce a mejores conversaciones.
Y hay un efecto secundario agradable: también te hace sentir mejor contigo mismo. Probablemente puedas recordar un momento en el que dijiste algo hiriente en una conversación. Pensándolo bien, no es un momento de orgullo, ¿verdad? Si practicas la validación, nunca más tendrás que preocuparte por eso.
La validación puede significar reconocer acciones, emociones, deseos u opiniones. Cualquiera que sea el tema, asegúrese de asimilarlo, escuchar con atención y dejar que su pareja sepa que está siendo escuchada. No tema hacer preguntas para aclarar su comprensión. Por ejemplo, decir algo como “Lamento escuchar que no obtuviste la promoción que querías. ¿Estás molesto? contribuye en gran medida a establecer la confianza y les ayuda a ambos a comprender el problema real en cuestión, en lugar de iniciar una pelea.
Analice sus problemas si desea encontrar la causa raíz y encontrar una solución.
Una buena comunicación no evitará que surjan problemas en su relación, pero le dará las herramientas para manejarlos. Observe el uso de la palabra administrar en lugar de resolver . Eso es intencional. Hablar de solucionar un problema implica que haces algo y desaparece para siempre.
Pero no es así como funcionan la mayoría de los problemas de relación. Piense en ellos como en sus facturas: a veces son predecibles y, a veces, las cosas surgen repentinamente, pero sabe que debe vigilarlas porque las finanzas siempre están cambiando. Las relaciones son de la misma manera.
El primer paso para manejar un problema es identificarlo, lo que puede ser más complicado de lo que cree. Muchas veces, los argumentos se descarrilan y no se abordan los problemas subyacentes que los causan. La única forma de entender realmente qué hay detrás de sus peleas es sentarse y discutirlas juntos. Utilice habilidades de expresión y validación claras para saber cómo se siente su pareja y llegar al meollo del problema.
Por ejemplo, si usted y su pareja tienden a discutir sobre quién lava los platos, es probable que haya una causa más profunda. Tal vez su pareja sea reacia a esta tarea en particular porque su piel se irrita con el agua caliente. Al sentarse y discutir sobre ambos lados, puede encontrar una manera de avanzar. Quizás su pareja pueda hacerse cargo de otras tareas que no agravarán sus problemas de piel, como barrer o lavar la ropa.
Cualquiera que sea el problema, es importante ser específico y detallado al analizarlo. No caigas en la trampa de decir «siempre haces esto». Descomponerlo. Incluso podría considerar el uso de un diagrama de flujo; podría brindarle recuerdos de la clase de matemáticas, pero puede ser útil porque le permite ver exactamente qué comportamientos siguen a qué acciones.
Cuando haya identificado el problema, es hora de generar soluciones en equipo. Elabore una lista de varias posibles soluciones y háblelas. ¿Cuáles son los pros y los contras? ¿Hay alguna forma de combinar opciones? Recuerde, las negociaciones implican renunciar a algunas cosas para ganar otras. A través de una comunicación cuidadosa, debería poder encontrar un enfoque que funcione para ambos.
Acepta las cosas que no puedes cambiar encontrando un nuevo significado en el comportamiento de tu pareja.
Aquí hay un secreto: nunca resolverá todos sus problemas.
Por supuesto, eso no significa que no debas intentarlo. Con una buena comunicación, usted y su pareja deberían poder manejar la mayoría de los problemas que surjan. Pero parte de estar en una relación es aprender que acercarse a alguien significa que no siempre te saldrás con la tuya.
Entonces tienes una opción: desesperación o aceptación. Puedes elegir la desesperación, pero eso te lleva al sufrimiento y a la energía negativa; si miras lo suficiente, siempre encontrarás cosas que quieres cambiar pero que no puedes.
Si eliges la aceptación, por otro lado, te encontrarás en un camino hacia la paz y la comodidad.
Si ha intentado y no ha logrado que su pareja cambie, tómese un momento y considere su forma de pensar. Quizás necesite una nueva estrategia. Deja de poner energía en arreglar a tu pareja y, en cambio, acepta las cosas que no puedes cambiar. Incluso podrías aprender a amar estas cosas.
Puede parecer contradictorio al principio, pero este enfoque le brinda la oportunidad de aprender más sobre usted y sus propias emociones. Tal vez su pareja tiende a pelear con sus hijos justo antes de acostarse, lo que dificulta que se duerman y provoque cansancio a la mañana siguiente. Tome nota de todas las formas en que intenta abordar este comportamiento. Ahora procure detenerse durante unas semanas. No se lo cuentes a tu pareja, simplemente detente.
Es probable que esto provoque frustración y decepción cuando continúe el comportamiento no deseado. ¡Está bien! Acepte sus emociones y desarrolle rituales saludables y relajantes para lidiar con ellas. A medida que pasa más tiempo, el comportamiento puede empezar a molestarle menos.
Si todavía te molesta, trata de ver el comportamiento de tu pareja de otra manera. Utilice la atención plena para evaluar la situación y piense en cómo las cosas que no le gustan de su pareja están relacionadas con las cosas que hace. Por ejemplo, la tendencia de su pareja a jugar tarde en el día probablemente refleja el amor por sus hijos y su capacidad para vivir el momento. Al reconsiderar el comportamiento de tu pareja, comienzas a eliminar el sufrimiento que ocurre cuando lo que quieres no coincide con lo que realmente existe.
Recuerde, siempre hay un panorama más amplio y centrarse en las diferencias y los inconvenientes es una elección. En su lugar, elige la aceptación y el amor.
Haga una lista de cosas pequeñas y consideradas que puede hacer por su pareja.
Los gestos pequeños y afectuosos sin condiciones son una excelente manera de pasar tiempo de calidad con tu pareja y practicar la atención plena. Haga una lista de algunos pequeños gestos significativos: cosas como cocinar su comida favorita o hacer una tarea. Cuando haga algo de la lista, observe cómo se siente, sea consciente de la reacción de su pareja y reconozca el afecto que siente por ella.
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