Actualizado el miércoles, 19 mayo, 2021
Uno de cada cuatro nacimientos en España se realiza por cesárea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba en 1985 que la tasa de cesáreas no superase el 15%; ahora afirma que «debe hacerse todo lo posible para realizar cesáreas a todas las mujeres que lo necesiten en lugar de intentar alcanzar una tasa determinada». Un estudio de la Asociación Americana de Pediatría lo eleva al 19%, ¡pero es que España alcanza el 25%!
¿Cuándo se recomienda practicar una cesárea?
Cuando se dan circunstancias especiales que hacen que una cesárea sea el procedimiento más adecuado para reducir la mortalidad materna y perinatal, es decir:
- Cuando el feto está mal posicionado o en la vagina aparece el cordón umbilical antes que el propio niño.
- Si se produce un desprendimiento fetal antes de o durante el parto.
- Si la madre padece alguna enfermedad importante, como una cardiopatía descompensada.
¿Por qué hay más cesáreas de las recomendadas?
Actualmente, el número de cesáreas ha aumentado porque muchas mujeres prefieren un método más indoloro que el parto natural o porque quieren que el niño nazca en una fecha determinada que encaje mejor en sus planes.
¿Por qué supone esto un problema?
Son muchos los riesgos ligados a un cesárea, puesto que no deja de ser una cirugía mayor:
- Lesión de la vejiga, útero y vasos sanguíneos, hemorragias, accidentes anestésicos, coágulos en miembros inferiores, embolismo pulmonar, intestino paralizado e infecciones, entre otras posibilidades.
- Los riesgos para el bebé son también más altos puesto que implica un involuntario nacimiento prematuro del niño, con todas las consecuencias negativas que esto acarrea, sobre todo en relación con sus sistemas respiratorio y alimenticio. Además, se multiplican por cinco las probabilidades de que necesiten cuidados intermedios o intensivos.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo para los bebés nacidos por cesárea?
Son ya varios los estudios que certifican que la relación evidente entre nacimiento por cesárea y riesgo de sobrepeso. Esto es debido a que su flora intestinal es diferente a aquellos niños nacidos por parto vaginal. Asimismo, también se alerta de que estos bebés podrían tener más probabilidades de padecer diversas alergias.
¿Y para la madre?
A estas madres les resulta más difícil formar ese vínculo tan especial que les une a su bebé, ya que el contacto piel con piel está ausente en los primeros minutos tras el nacimiento. Este contacto implica una mayor y más duradera lactancia materna, una reducción del llanto del bebé, una mayor estabilidad cardiorrespiratoria y niveles más bajos de ansiedad. Además, la cesárea programada impide la aparición de las contracciones, que producen oxitocina (la llamada «hormona del amor») y endorfinas que relajan a la mujer durante el parto.
Por una cesárea en familia
Existe un procedimiento nuevo que, a pesar de no necesitar ningún tipo de material sino solo de voluntad por parte de aquellos médicos y personas que traten a la mujer que va a someterse a tal procedimiento, no está muy extendido. Se llama cesárea natural, humanizada o en familia y consiste en tratar de reproducir al máximo las condiciones del parto vaginal: que esté presente en el quirófano la pareja (o la persona que decida la mujer) y se procura el contacto piel con piel nada más nacer.
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