Actualizado el martes, 11 octubre, 2022
Bertrand Russell fue uno de esos personajes que alcanzó una sabiduría y una altura intelectual de tal calibre que cada palabra suya debe mirarse y revisarse una y otra vez para exprimir todo el sentido que puede aportarnos en nuestra vida. En 1959 dejó un mensaje tan sencillo como esencial para las generaciones futuras.
Russell fue de todo: filósofo, matemático, lógico y escritor que, además, recibió el Premio Nobel de Literatura. Fue uno de los fundadores de la filosofía analítica y de los opositores más lúcidos al idealismo de Hegel. Pero también se le reconoce también como un gran activista social. Russell había recorrido todos los caminos del ser humano y, por lo tanto, estaba más que justificado que un entrevistador le hiciera aquella extraña pregunta.
Imagine, le dijo, que esta grabación se encuentre dentro de cientos de años como los manuscritos del Mar Muerto, qué mensaje dejaría a esa generación sobre lo que ha aprendido.
Russell responde rápidamente, parece que no necesita pensarlo mucho. Era de esos hombres que siempre vienen reflexionados de casa, que siempre han dedicado tiempo a meditar sobre cualquier cosa que se le proponga. El filósofo dijo que sólo querría comunicar dos cosas: una intelectual y otra moral.
La intelectual era basarse en los hechos, siempre, ante cualquier tema o filosofía, lo importante es que valoremos exclusivamente los hechos y lo que éstos nos sugieren. «Nunca te dejes desviar, ya sea por lo que quieras creer o por lo que piensas que te traería beneficio si así fuera creído».
A continuación expresó su razón moral que, a pesar de su capacidad intelectual y de la sabiduría acumulada durante una vida entera, suena sencillo, demoledor e incluso un poquito infantil: «El amor es sabio, el odio es tonto». Argumenta que el mundo va cada vez hacia una interconexión mayor y que, en consecuencia, necesitamos tolerarnos los unos a los otros. «Debemos aceptar que la gente dirá cosas que no nos gustarán, sólo podremos vivir juntos de esa manera». Su postulado de amor tiene una intención biológica, de conservación de la especie. Como aclara, sin tolerancia y caridad, no sobreviviremos.
Fragmento de entrevista al filosofo, matemático y escritor Bertrand Arthur William Russell, en el programa Face to Face, entrevistado por John Freeman.
📚 Bertrand Russell: «El amor es sabio, el odio es tonto»