Actualizado el domingo, 14 agosto, 2022
Inteligentes. Misteriosos. Casi intimidantes para los que no los desconocen. Y asombrosos para los que sí.
Su inteligencia es excepcional. Más desarrollada que la del resto de niños de su edad. Con gran capacidad creativa y de resolver problemas. Son muy atentos y concentrados. Para ellos, el aprender es una actividad lúdica con la que nunca tienen suficiente.
Sin embargo, detrás de su brillante inteligencia, a nivel emocional no se diferencian de los demás. Al fin y al cabo, independientemente de su inteligencia, siguen siendo niños.
El mundo del superdotado es extensísimo, y por mucho que contase de este tema, seguro que se quedarían muchas cosas por contar. Pero para ofrecer una imagen concisa de lo que se refiere a la superdotación, contestaré las 15 preguntas más frecuentes recogidas por el presidente del Instituto Europeo de la Superdotación.
«Nuestra obsesión actual con la floración temprana es una construcción humana, no respaldada por la ciencia»
¿Qué es un niño superdotado?
En el caso de los infantes, un niño superdotado es aquel que tiene unas habilidades cognitivas superiores a lo normal a su edad. Y estas habilidades cognitivas superiores se pueden resumir en una alta capacidad intelectual o capacidad de tratamiento de la información, mucha creatividad o pensamiento divergente, y mucha implicación en la tarea o capacidad de atención y concentración.
¿Cuántos niños superdotados hay?
Pues aproximadamente un 2% de los niños y niñas son superdotados.
¿Qué porcentaje de superdotados hay entre niños y niñas?
No hay un porcentaje por sexo definitivo. Los expertos sí coinciden en el porcentaje de la población total, pero no en esta distribución.
Las niñas son más homogéneas y se distribuyen en una curva normal más cerrada. Y por lo general, tienen mejor desempeño en los test de evaluación de inteligencia.
Los niños por el contrario, se distribuyen con una curva normal más amplia. Tienen por lo general un desempeño un poco menor que las niñas en las pruebas. Pero, a la hora de identificar más superdotados, los encontramos más en los niños que en las niñas.
Aunque en su defecto, también encontramos a más niños con problemas de desarrollo.
¿Por qué pasa esto? Pues todavía se discute. Puesto que la medida de la inteligencia depende de muchos factores externos muy difíciles de controlar.
¿El superdotado nace o se hace?
Buena parte de nuestra inteligencia es heredada. Pero no existe el gen de ser bueno en matemáticas, o de ser talentoso en la música.
Nuestra disposición genética configura cómo va a ser nuestro cerebro, que es el que desempeña después las funciones cognitivas superiores. Pero si no es estimulado como se debe, no terminará por desarrollar su máximo potencial.
Un niño estimulado de forma inteligente desde pequeño, llegará a ser un adulto muy inteligente. De eso no cabe duda. Pero para que sea superdotado, necesita además una buena disposición genética.
¿Ser superdotado es un problema?
En principio no. De hecho, los niños superdotados se adaptan más rápido y tienen más capacidades sociales que los niños normales, salvo raras excepciones.
Los problemas que presentan los niños superdotados se pueden deber:
- A un desajuste en su desarrollo, ya que su esfera intelectual avanza mucho, mientras que sus esferas emocionales y sociales no lo hacen a la par. Aunque eso se puede prevenir con un diagnóstico precoz.
- El fracaso escolar o el abandono debido al aburrimiento y a la frustración. Cosa que puede evitarse si se estimula adecuadamente al niño en su ámbito académico.
- Y por supuesto, problemas de aislamiento, puesto que estos niños se sienten diferentes y solos. Y les puede costar relacionarse por miedo al rechazo. Cosa que puede evitarse con una buena educación emocional por parte de sus padres.
¿Qué han de hacer los padres si piensan que su hijo es superdotado?
Pues ante la sospecha, primero dejar que un profesional especializado en la evaluación de altas capacidades lo evalúe. Existe la figura del psicólogo experto en valuación de altas capacidades. Y en el ámbito educativo público, esa función recae sobre los equipos de orientación psicopedagógica.
¿A qué edad pueden identificarse?
Por norma general, no antes de los 4 años.
¿Es conveniente el diagnóstico e identificación lo antes posible?
Cuanto antes se sepa, mejor podrán tratar a ese niño tanto en el ámbito educativo, como familiar. Además, como vimos antes, una identificación precoz sirve para prevenir los principales problemas a los que se enfrentarán estos niños a lo largo de su vida.
Cuando es superdotado, ¿qué han de hacer los padres en el hogar?
Pero lo que deben de hacer es… lo mismo que llevaban haciendo desde antes de saberlo. Buena parte de esa superdotación es debido al ambiente familiar. Así que si mantienen el ambiente de afecto positivo, y además estimulan, investigan y desarrollan las capacidades que ya de por si el niño quiere desarrollar por gusto, pues mejor que mejor.
¿Cuándo ha de acelerarse a un niño en un curso escolar?
Pero en cuanto a la aceleración, es conveniente siempre y cuando el niño muestre una buena adaptación social con sus compañeros. Tengamos en cuenta que estará con niños y niñas mayores que él. Si no existe ese ajuste, la aceleración será algo negativo para él.
¿Es conveniente la asistencia a un programa de enriquecimiento para superdotados?
Es aconsejable. No le perjudica y además, tendrá la oportunidad de conocer a otros niños con sus mismas características.
¿Son obligatorias las adaptaciones curriculares?
Ya de por sí, los niños superdotados son alumnos excepcionales. Pero aún así, sí necesitan un ajuste curricular para que se adapte a sus necesidades específicas.
¿Los profesores que los atienden deberían de haber sido ellos mismos superdotados?
No tiene por qué. Lo que el niño necesita es alguien que comprenda sus necesidades educativas particulares. En estos casos, el profesor se convierte en un orientador que guiará a este alumno a que alcance el conocimiento que tanto ansía.
¿Los niños superdotados tienen éxito asegurado académico y profesional?
Nadie tiene el éxito asegurado por su inteligencia.
Los superdotados pueden ser brillantes. Pero sin un tratamiento y estimulación adecuados, pueden llegar a seguir engrosando las listas de fracaso escolar. Algunos incluso abandonan los estudios por no encontrarles sentido.
Y cuando son adultos, lo mismo encontramos a superdotados con grandes puestos de trabajo, o con grandes proyectos. Y también los encontramos desempeñando trabajos que no necesitan una alta cualificación académica para desempeñarlos.
No se tiene aún constancia de cuántos superdotados existen en ambas circunstancias, y qué causas les llevó a esos desenlaces. Pero los expertos sí admiten que muchos niños superdotados han sufrido mucho a lo largo de sus vidas por no terminar de comprender sus propias capacidades.
¿Son los niños superdotados emocionalmente diferentes?
No son diferentes emocionalmente. Lo que pasa es que su adelantado desarrollo intelectual y creativo les hace preguntarse otro tipo de cosas que otros niños ni se plantearían. Y claro, esas preguntas pueden generar inquietudes, y cierta angustia si no se le orienta a encontrarles respuesta.
Pero por lo general sigue siendo un niño normal, que es curioso por naturaleza y espera respuestas como todos los niños. Aunque no sean las respuestas que esperan todos los niños.
No hay nada de malo o inusual en encontrar el camino más adelante en la vida. De hecho, cuando toma el camino más largo hacia el éxito, puede desarrollar un sentido más claro de quién es usted y hacia dónde quiere ir. A lo largo de su viaje, conocerá gente nueva, adquirirá nuevas habilidades y encontrará nuevas formas de ver el mundo. Entonces, en lugar de verse a sí mismo como potencial desperdiciado, abandone sus miedos y permítase florecer.
Descubre tu destino a tu propio ritmo
Vivimos en un mundo obsesionado con los logros tempranos, desde sacar sobresalientes en la escuela y ganar un lugar en una universidad famosa, hasta conseguir el trabajo de sus sueños cuando tenga 25 años. Y, sin embargo, la mayoría de nosotros no comienza la vida es excepcional; en cambio, descubrimos nuestros talentos y dones a un ritmo más gradual.
Esto es exactamente lo que le sucedió al autor Rich Karlgaard. Obtuvo calificaciones promedio en la Universidad de Stanford y pasó gran parte de sus veintes trabajando en trabajos ocasionales. Solo unos años después, comenzó una revista de alta tecnología en Silicon Valley y, finalmente, se convirtió en el editor de Forbes .
En este artículo descubrirá la ciencia detrás de por qué algunas personas florecen más tarde en la vida, así como las fortalezas que puede aprovechar si se toma su tiempo para lograr sus objetivos.
El ascenso del niño prodigio
Comencemos con la historia de un niño que florece temprano : una persona que madura más rápido que el promedio.
El escritor de neurociencia pop Jonah Lehrer nació y se crió en Los Ángeles, y comenzó su viaje hacia el éxito cuando ganó un premio de mil dólares para un concurso de ensayos patrocinado por NASDAQ a la edad de 15 años. Más tarde asistió a la Universidad de Columbia, donde se especializó en neurociencia y coautor de un artículo sobre los orígenes genéticos del síndrome de Down.
Pero Lehrer no era solo un genio de la ciencia; también sabía escribir bien. A la edad de 31 años, ya había publicado tres libros e incluso había llegado a la lista de los más vendidos del New York Times . Era el tipo de éxito que muchas personas de su edad deseaban desesperadamente para sí mismas.
Entre presentar programas de radio y aparecer en televisión, Lehrer comenzó una lucrativa carrera secundaria como orador pagado. Pronto, estaba ganando hasta $ 40,000 por una charla de una hora. Finalmente, pudo comprar una casa de un millón de dólares en Hollywood Hills.
El ascenso de Lehrer de estudiante brillante a fenómeno mediático marcó la entrada de un nuevo héroe cultural: el niño precoz, también conocido como el niño prodigio , que literalmente se traduce como «niño maravilla».
El niño prodigio arquetípico se desarrolla temprano y alcanza el pináculo de su campo elegido más rápido que nadie. También es probable que se vuelvan ricos y famosos en el proceso. Esto a menudo se debe a que tienen algún tipo de talento especial, como ser dotados matemáticamente o tecnológicamente, o porque tienen conexiones familiares que los ayudarán en el camino.
Los Wunderkinds están en todas partes de nuestra sociedad, desde actores como Margot Robbie y Adam Driver hasta músicos como Jacob Collier y Beyoncé. Los medios también están obsesionados con el ideal del niño prodigio. Por ejemplo, todas las revistas importantes tienen un número anual basado en una lista de los primeros en lograrlo, como la lista «30 Under 30» de la revista Forbes de emprendedores destacados.
El problema es que la obsesión de nuestra cultura con el ideal del niño prodigio transmite un mensaje peligroso: si no ha interrumpido una industria, no ha abierto una empresa de mil millones de dólares o ha acumulado siete cifras antes de los 30, entonces ha fallado. Este mensaje es perjudicial para los jóvenes, todos los cuales se desarrollan de diferentes formas y en diferentes momentos.
La presión para lograr logros
A mediados del siglo XX, Estados Unidos comenzó a cambiar de una aristocracia a una meritocracia , donde las personas podían tener éxito en función de su capacidad, en lugar del dinero o la posición social. En respuesta a esto, los estudiantes, padres y empleadores se obsesionaron con los puntajes de las pruebas y las clasificaciones universitarias.
Hoy en día, es bastante normal que los adolescentes tomen pruebas preparatorias para la universidad como el SAT varias veces durante sus años junior y senior, solo para demostrar su potencial académico a las universidades. Pero hay un alto costo.
La presión para lograr logros tempranos está afectando la salud mental de los jóvenes.
Los padres gastan miles de dólares en costosos tutores y clases de preparación cada año, con la esperanza de que esto ayude a sus hijos a ganar un boleto para una escuela de la Ivy League. Los estudiantes, mientras tanto, pagan el precio con todo el estrés adicional.
La industria de la preparación de exámenes genera casi mil millones de dólares cada año, y algunos tutores, como Anthony-James Green, con sede en Nueva York, cobran hasta mil dólares la hora. Estos precios inflados muestran hasta qué punto los estudiantes y las familias están atrapados en una “carrera armamentista” de admisión a la universidad, en la que la gente lucha y, a veces, hace trampas para salir adelante.
Este ambiente de olla a presión ha llevado a una crisis de salud mental en los EE. UU. Según una encuesta de 2014 de la Organización Mundial de la Salud, la depresión se ha convertido en la principal causa de enfermedad en los adolescentes. Como resultado, las tasas de suicidio están aumentando.
Por ejemplo, tres estudiantes talentosos de Gunn High School en Palo Alto, California murieron por suicidio entre 2014 y 2015. Durante el mismo tiempo, 42 estudiantes fueron hospitalizados o tratados por pensamientos suicidas.
Jean M. Twenge, autor de más de 140 artículos científicos y libros sobre adolescentes, tiene una teoría sobre por qué la salud mental de los jóvenes está disminuyendo. Su investigación conecta el aumento de la depresión con un cambio de metas intrínsecas a metas extrínsecas .
Las metas intrínsecas están relacionadas con su propio desarrollo como individuo e incluyen cosas como volverse capaz en ciertas actividades o establecer un fuerte sentido de sí mismo. Las metas extrínsecas, por otro lado, están relacionadas con ganancias materiales y otras medidas de estatus, incluyendo puntajes de exámenes, altos ingresos y buena apariencia.
Twenge cree que la sociedad valora los objetivos extrínsecos de la riqueza y el éxito académico sobre los objetivos intrínsecos de desarrollar el autoconocimiento, o simplemente ser feliz. No es de extrañar que los jóvenes estén sufriendo.
Los jóvenes progresan a diferentes ritmos
A la edad de 25 años, el autor se tambaleaba. Se había graduado de la universidad con calificaciones promedio y tenía pocas perspectivas de carrera, por lo que aceptó un trabajo como guardia de seguridad.
Una noche, mientras patrullaba en un patio de alquiler de camiones, hizo un descubrimiento sorprendente. Su colega, que patrullaba el almacén de madera del vecindario, no era un joven como él, sino un rottweiler vicioso que ladraba a los transeúntes.
En ese momento, se dio cuenta de lo insignificante que era su trabajo, especialmente porque un perro podía hacerlo de manera aún más eficiente. Mientras tanto, Steve Jobs, que también tenía 25 años en ese momento, estaba a punto de hacer pública la Apple y transformar la industria informática para siempre. ¿Cómo podría alguien ponerse al día?
A finales de la veintena, el autor alcanzó un momento clave en su carrera. Fue en este punto que sintió como si su cerebro se hubiera «despertado» de repente.
Pudo leer publicaciones como el New York Times en lugar de ver noticias de televisión. También fue capaz de detectar ideas empresariales y escribir propuestas comerciales complejas, mientras que antes apenas podía escribir una oración coherente.
Entonces, ¿qué causó este repentino despertar?
Según una investigación emergente, la mayoría de las personas de entre 18 y 25 años aún no son completamente adultos. De hecho, viven en lo que se conoce como posadolescencia , donde les faltan algunos procesos cognitivos para tener un cerebro adulto en pleno funcionamiento.
En los cerebros jóvenes, la corteza prefrontal , responsable de cosas como la planificación, la organización y la resolución de problemas, es la última parte en desarrollarse. Esto significa que los adolescentes, literalmente, no están listos para florecer hasta más tarde en la vida.
Como prueba, considere los hallazgos de un estudio del desarrollo longitudinal del cerebro patrocinado por el Instituto Nacional de Salud Mental. Los científicos siguieron a 5.000 niños de entre 3 y 16 años hasta la edad adulta temprana y descubrieron que sus cerebros no maduraban por completo hasta los 25 años, o incluso más tarde.
Es por eso que el impulso de los jóvenes para lograr el éxito temprano no tiene sentido. Tampoco tiene sentido que los padres esperen que los niños sean cognitivamente excepcionales cuando sus cerebros aún no se han desarrollado adecuadamente.
En cambio, se debe enseñar a los niños y adultos jóvenes que pueden florecer a cualquier edad. Tomarse su tiempo para descubrir sus talentos e intereses es esencial para la felicidad y el éxito a largo plazo.
La adultez emergente
Hoy en día, el camino tradicional de encontrar trabajo y casarse ha cambiado. Los jóvenes están tardando más en terminar la escuela, independizarse económicamente y formar una familia. En cambio, muchos prefieren permanecer desapegados de parejas románticas o hogares permanentes.
Un estudio nacional a gran escala realizado en los EE. UU. Desde fines de la década de 1970 descubrió que los jóvenes de 25 años de hoy tienen el doble de probabilidades que la generación de sus padres de seguir en la escuela, y el 50 por ciento tienen más probabilidades de recibir apoyo financiero de sus padres.
Entonces, lo que generalmente llamaríamos «la edad adulta» está sucediendo más tarde que nunca. Pero eso no es necesariamente algo malo.
Jeffrey Arnett, profesor de psicología en la Universidad de Clark, cree que los cambios sociales y económicos han llevado a la necesidad de una nueva etapa de la vida entre la adolescencia y la edad adulta. Él llama a este período la adultez emergente y ocurre aproximadamente entre los 18 y los 30 años.
Los cambios culturales que llevaron a este concepto incluyen menos trabajos de nivel de entrada, la necesidad de más educación y menos prisa entre los jóvenes por casarse.
Siendo él mismo un tardío, Arnett cree que nuestra veintena es un momento importante de descubrimiento, donde nos embarcamos en aventuras, viajes y relaciones con una sensación de libertad que tal vez nunca más volvamos a sentir. También cree que prolongar el período de la adultez emergente tiene una serie de beneficios cognitivos.
Por ejemplo, tomarse uno o dos años antes, durante o después de la universidad puede ayudar a mantener la plasticidad cerebral: la capacidad de su cerebro para reconectarse formando nuevas conexiones. También puede fomentar el pensamiento independiente y la adquisición de nuevas habilidades, así como impulsar la motivación y el impulso.
Prolongar el período de la adultez emergente no solo significa relajarse y ver pasar el mundo. Significa participar en actividades exigentes y estimulantes cognitivamente.
Por ejemplo, la religión mormona anima activamente a los hombres y mujeres jóvenes a tomar un descanso de la universidad e ir a misiones de dos años. Esto significa que muchos de ellos se gradúan de la universidad cuando tienen 24 años, en lugar de los típicos 22.
Lo que esto significa es que, en un sentido neurológico, están mucho más cerca de la plena capacidad adulta antes de buscar un trabajo, ir a la escuela de posgrado o casarse. Si otros veinteañeros siguieran este ejemplo, podrían estar más preparados para los desafíos y responsabilidades de la vida adulta.
Descubrimos nuevas fortalezas a medida que envejecemos
Llega un momento en la vida en el que olvidamos las cosas con más facilidad o cometemos errores tontos. A esta edad, es común que las personas piensen que «han pasado su mejor momento».
Y, sin embargo, la idea de que logramos un pico cognitivo en nuestra juventud y declinamos lentamente a partir de ese momento es simplemente falsa. De hecho, la ciencia ha demostrado que en realidad nos volvemos más inteligentes y creativos a medida que pasan los años.
En 2015, los científicos Laura Germine y Joshua Hartshorne hicieron un descubrimiento radical. Después de medir las habilidades cognitivas de casi 50,000 sujetos a través de pruebas cerebrales en línea, encontraron que diferentes habilidades cognitivas alcanzan su punto máximo en diferentes momentos.
Por ejemplo, la velocidad a la que procesamos la información alcanza su punto máximo al final de la adolescencia, mientras que nuestra memoria a corto plazo continúa mejorando hasta alrededor de los 25 años antes de estabilizarse durante otra década.
La capacidad de evaluar patrones complejos, incluidos los estados emocionales de otras personas, alcanza su punto máximo cuando tenemos cuarenta o cincuenta años. Además, nuestra inteligencia cristalizada , nuestra acumulación de hechos y conocimientos durante toda la vida, solo alcanza su punto máximo cuando estamos a finales de los sesenta o principios de los setenta.
Entonces, mientras que el envejecimiento conduce a un deterioro cognitivo de alguna manera, conduce a una ganancia cognitiva en otras. Esto queda claro cuando se consideran los hallazgos del Estudio Longitudinal de Seattle de la Universidad de Washington, un proyecto que comenzó en la década de 1950 y aún continúa descubriendo cuán adaptables son realmente nuestros cerebros.
Sherry Willis, la actual líder del estudio, descubrió recientemente que los controladores de tráfico aéreo tienden a disminuir la velocidad de procesamiento mental y la memoria a corto plazo a medida que envejecen, pero su desempeño permanece intacto. Esto se debe a que el razonamiento espacial y la calma emocional, dos habilidades que son cruciales para los controladores de tráfico aéreo, mejoran a lo largo de la mediana edad.
El cerebro adulto es capaz de mucho más de lo que creemos. Puede reconfigurarse hasta la mediana edad, incorporando años de experiencias y comportamientos. Por ejemplo, la investigación muestra que la mente de mediana edad es más tranquila, menos neurótica y más capaz de manejar situaciones sociales.
Todas estas son buenas noticias para los que florecen tarde. Siempre que invierta en su salud, su educación y su curiosidad por el mundo, podrá disfrutar de muchos picos cognitivos a lo largo de su vida.
Aprendizaje continuo
Cuando eras más joven, ¿cómo imaginabas que sería tu carrera?
Quizás se imaginó viajando por el mundo, conociendo gente interesante o iniciando una empresa que cambiaría miles de vidas.
Lamentablemente, muchas personas luchan por lograr objetivos como estos. Eso es porque la trayectoria profesional típica no lo permite.
Desde pequeños, se nos enseña que debemos aceptar un trabajo y mantenerlo el tiempo suficiente para que nos paguen más. ¿Demasiada experimentación? Eso es solo una pérdida de tiempo.
También nos dicen que jubilarse a los 60 años es totalmente normal. Y si bien esa visión pudo haber tenido sentido alguna vez, debe cambiar.
El mensaje clave aquí es: Necesitamos una nueva trayectoria profesional que permita un florecimiento continuo.
En la mayoría de las empresas, los buenos empleados son recompensados con títulos más elegantes, más autoridad y cheques de pago más grandes, hasta que llega el día en que esto ya no funciona.
Una vez que los empleados han maximizado su capacidad y su voluntad de trabajar muchas horas, las empresas no pueden seguir aumentando su salario; cuesta demasiado dinero y evita que los empleados más jóvenes obtengan promociones. Esta es la razón por la que muchos empleadores se deshacen de las personas una vez que han alcanzado su punto máximo, una práctica conocida por las firmas de abogados y contables como en auge .
Si bien esto tiene cierto sentido, también es una pérdida de capital humano. Muchas personas que son despedidas a la edad de jubilación aceptada siguen siendo empleados talentosos y experimentados con mucho que aportar.
Según el autor, la sociedad necesita cambiar esta mentalidad. En lugar de considerar las carreras como un camino lineal y ascendente, deberíamos verlas como un arco, o una serie de arcos, donde incluso los empleados de alto nivel «más allá de su punto máximo» todavía pueden hacer un trabajo valioso.
¿Cómo se ve un arco profesional? En primer lugar, no habría una edad de jubilación forzosa, pero los aumentos salariales se detendrían e incluso podrían disminuir. Además, los títulos eventualmente dejarían de acumularse; por ejemplo, un vicepresidente podría evolucionar para convertirse en consultor senior.
Todos merecen la oportunidad de crecer y desarrollarse a su manera. Por eso es hora de que la sociedad reconozca y celebre el hecho de que todos somos diferentes. Y gracias a nuestros diversos orígenes y habilidades, cada uno de nosotros puede crear un camino único hacia la floración.
Separarnos de las influencias culturales
Cuando era pequeño, a Erik Wahl se le enseñó a sacar calificaciones perfectas, ir a una de las mejores universidades y conseguir un trabajo que le permitiera ganar mucho dinero. Y durante un tiempo esa mentalidad funcionó.
Comenzó su carrera trabajando para una agencia que contrataba entretenimiento y oradores principales. En un año, se convirtió en socio de la firma.
Luego vino la crisis económica de 2008. Las corporaciones dejaron de contratar artistas para ferias comerciales y, en unas pocas semanas, Wahl perdió todo por lo que había trabajado. Poco sabía él que estaba a punto de ganar más de lo que jamás había soñado.
Debido a que el antiguo sistema de creencias con el que había crecido ya no funcionaba, Wahl encontró otra ruta. Comenzó a salir con artistas, a quienes siempre había admirado por su pensamiento despreocupado, y comenzó a aprender a pintar.
Al principio, sus pinturas eran terribles. Pero cuanto más lo intentaba, mejor se volvía. Finalmente, pudo ganar más dinero como artista de performance que nunca como empresario e inversionista.
Si lo piensas bien, todos estamos influenciados por la cultura, que está formada por nuestra familia, compañeros y la sociedad. Esta cultura afecta nuestras expectativas y nuestra propia imagen y, a menudo, puede llevarnos por caminos que no son los adecuados para nosotros, al igual que la presión de Wahl para conformarse lo alejó de descubrir sus dotes artísticas.
Entonces, si siente que aún no ha tenido la oportunidad de florecer, examine sus influencias culturales para ver si alguna de ellas lo está frenando.
Por ejemplo, si su familia lo presiona para que acepte un trabajo que no es adecuado para usted, podría ser el momento de declarar su independencia de ellos. Esto no significa rechazar su amor o rebelarse contra sus expectativas; solo significa elegir tu propio camino que te permitirá florecer.
Por supuesto, declarar la verdadera independencia nunca es fácil, especialmente cuando se trata de personas que amas. Veremos cómo puede deshacerse de las influencias culturales que no lo ayudan a florecer y comenzar a dar forma a su propio destino.
Reinventarse para alcanzar su máximo potencial
¿Alguna vez ha sentido que no puede separarse de una versión antigua y obsoleta de sí mismo?
Por ejemplo, podrías haber sido «Katy la nerd de la banda» en la escuela secundaria. Pero, dos décadas después, tus amigos todavía te llaman por ese apodo, a pesar de que has crecido, has tenido hijos y no has tocado el clarinete en años.
Este tipo de situación también se manifiesta en el lugar de trabajo, y las personas que florecen tarde la experimentan con demasiada frecuencia. No importa cuánto intente mejorarse, su jefe intentará mantenerlo en su lugar actual. Si ese es el caso, su verdadero trabajo es liberarse.
Cuando un rosal en flor crece demasiado para su recipiente, hay que arrancarlo de las raíces y transferirlo a una maceta diferente. Si tiene un desarrollo tardío y aún no se le ha dado la oportunidad de desarrollarse, es posible que deba hacer lo mismo.
En otras palabras, es posible que deba «re-cultivar» usted mismo para alcanzar su máximo potencial. Esto podría implicar pasar tiempo con personas de ideas afines, conseguir un nuevo trabajo o incluso mudarse a otro lugar. Sí, cambiar su entorno de esta manera puede parecer drástico, pero funciona.
Basta con mirar a la escritora Kimberly Harrington. Como redactora y directora creativa de agencias de publicidad, siempre quiso escribir ensayos y libros extensos. Pero la vida en Los Ángeles no fue buena para su creatividad.
Ella conocía a todos en el negocio, el entorno siempre era competitivo y muy cargado, y era demasiado costoso socializar y ser “cool” todo el tiempo. Entonces, se desarraigó y se estableció en la zona rural de Vermont, donde pronto se vio rodeada de académicos, ambientalistas y personas con un interés genuino en el mundo.
No pasó mucho tiempo antes de que su punto de vista comenzara a expandirse. Dirigir su propio negocio independiente lejos del entorno de olla a presión del mundo de la publicidad le dio el espacio mental para crear y le permitió escribir su primer libro a la edad de 50 años.
Al ser lo suficientemente valiente como para reinventarse activamente, Harrington encontró su camino. Todos los que florecen tarde también pueden hacer esto; Solo se necesita coraje para dejar atrás las comunidades que intentan encerrarte y comenzar a crear una nueva identidad en tus propios términos.
En el mundo de hoy, “dejar” es una mala palabra. Dejar un trabajo significa que no puede manejar el estrés, mientras que dejar una relación significa que no tiene la fuerza de voluntad para que funcione. Pero si lo obliga a buscar algo mejor, dejar de fumar puede ayudarlo a lograr sus objetivos. Entonces, si está atrapado en un trabajo, una relación o una burbuja social que no le sirve, no tenga miedo de renunciar. ¡Te lo agradecerás más tarde!