Para muchos defensores de la lengua española, los modismos adquiridos en la forma de comunicación actual resultan difíciles de asimilar. Ya hemos adoptado la terminación «ing» como parte de nuestra lengua. Cuando nos aparece la palabra “hosting” en el nombre de una página como hostingtoplists.com inmediatamente sabemos que hablamos de hospedaje web. Aun cuando ya hay palabras en castellano que expresan lo que buscamos, el uso de estos términos derivados de la lengua inglesa, traen algunos beneficios sobre todo en el lenguaje técnico e implicaciones importantes a nivel social.
Cómo llegamos a usarlo
Para entender su importancia hay que tener presente que el idioma inglés es de alguna manera, el predominante en muchos ámbitos como la tecnología, la medicina o las ciencias. En general la llamada academia ha adoptado este idioma como su principal vía de comunicación, siendo las publicaciones más importantes redactadas en inglés. Por su parte la industria del entretenimiento de habla inglesa tiene alta presencia e influencia en nuestras vidas; el popular cine de Hollywood es una de las potencias cinematográficas con mayor alcance. Han sido décadas de trabajo que les han permitido posicionarse como el principal generador de películas, muchas veces por encima de las producciones locales.
Por otra parte con lo acelerado que se está dando el proceso de globalización, a través de internet y las migraciones, surge la necesidad de buscar formas de comunicarnos más directas. El uso de términos dentro de un nicho de personas dedicadas a algo en común, hace que dichos términos se adopten como parte de la jerga que rodea a dicho trabajo. Y los diferentes procesos de globalización cultural han permitido que esas palabras, antes reservadas para un grupo reducido, pasen a ser de uso común. Aun cuando estrictamente hablando si existe una deformación o desuso del idioma castellano en detrimento del inglés, hay que reconocer que el uso de expresiones globalmente aceptadas facilita la comunicación.
Algunos ejemplos
El antes mencionado hosting es un término común dentro del mundo de las páginas web. Como explicamos antes, es la acción de dar alojamiento web a las distintas páginas que usamos. Otros términos con orígenes tecnológicos son: multitasking (multitareas), streaming (transmisiones de video o audios) o trending (por lo general acompañado de la palabra topic y nos refiere a las tendencias en redes sociales). Fuera del mundo de las tecnologías, expresiones como advertising, marketing o branding son muy populares dentro del mundo de la publicidad. Es cierto que estas palabras pueden tener un grupo de usuarios limitados. Pero otras como chilling (relajado), shopping (ir o hacer compras) tienen usos menos técnicos.
El uso de “ing” ha hecho visible algunos problemas
Si quizás aún no estamos convencidos de aceptar estas palabras porque deforman la lengua castellana, hay que reconocer que su uso ha permitido visibilizar algunos problemas que siempre han ocurrido, pero la capacidad de hacerse viral con estas nuevas formas de nombrarlos, permiten que sean tomados en cuenta. Lo que podríamos llamar mofa o acoso, hoy en día es llamado bullying. El uso de este término ha permitido darle un enfoque global. Sabemos ya que el acoso escolar no es solo lo que vivimos en el patio del colegio cuando éramos jóvenes o un asunto de las series de televisión. Es una situación que se da en todos los países, bajo todas las condiciones sociales posibles y con graves consecuencias para quienes lo sufren. En ese sentido muchas instituciones educativas, a lo largo del mundo han reconocido esta problemática y han adoptado medidas para prevenir y disminuir los casos de bullying.
Otros usos de la terminación ing en nuestras dinámicas sociales diarias han ayudado a reconocer patrones de conducta de abusos. La expresión ghosting (se podría traducir literalmente como hacerse el fantasma) o la más reciente orbiting (algo así como orbitar) son dos términos usados para describir comportamientos abusivos en las redes sociales. La primera de ellas implica que la víctima dejó de tener respuesta de alguien con quien solía mantener comunicación, esto de manera unilateral y sin explicaciones. Esta acción puede generar cuadros preocupantes en la salud mental de quienes son más vulnerables. En cuanto al término orbiting, se entiende que hay ciertas reacciones de parte de quien la práctica, a la actividad en las redes sociales de la víctima, pero sin comunicación directa. De solo imaginarlo se entiende lo frustrante que pueden ser estos escenarios.
Ya que el idioma, el castellano en este caso, siempre está en constante evolución, y más aún en este mundo tan globalizado, con acceso a otras culturas, otros idiomas e incluso otras problemáticas, no parece buena opción confrontar los nuevos modismos que surgen. Siempre se pueden expresar las ideas sin necesidad de ellos, pero quizás llegue algún punto en el cual el receptor del mensaje no nos entienda.