Actualizado el martes, 5 abril, 2022
Durante todos estos años la educación en España ha estado secuestrada por los diferentes partidos siendo utilizada como arma arrojadiza a cada paso de legislatura.
Desde La Educación que nos une impulsan hoy una campaña que abra un Diálogo por la Educación evitando así un Pacto desde arriba que cierre la posibilidad real de cambio y transformación que nuestro sistema educativo necesita.
Piden dar la palabra a los verdaderos profesionales de la educación que realizan día a día su trabajo cotidiano en nuestras aulas, escuchar a las familias y a los verdaderos protagonistas de la educación. Un Diálogo por la Educación que abra un debate pedagógico sobre las principales dificultades y restos a los que nos enfrentamos.
Ante el clamor que exige la derogación de la LOMCE y una nueva ley de educación que sea fruto de un acuerdo social y político, la plataforma La educación que nos une lanza la campaña “Diálogo por la educación” con el deseo de impulsar una Ley de Educación:
- Democrática: elaborada con la participación de la comunidad educativa y la ciudadanía.
- Estable: centrada en las necesidades de las personas y no en los intereses de los partidos.
- Comprometida con un mundo más justo.
Este debate se vuelve abrir y continúa más vigente que nunca bajo el mantra de un Pacto de Estado por la Educación. De hecho, podemos observar como en las últimas elecciones del pasado 20 de diciembre todos los partidos llevaban en sus programas la necesidad de alcanzar dicho Pacto.
Hoy, a propuesta del Partido Popular, se debate en el Congreso de los Diputados una propuesta no de ley para alcanzar un Pacto Nacional por la Educación. Sí, a propuesta del Partido Popular. Eso sí, sin cambiar algunos de sus aspectos claves y más conflictivos como son las revalidas. Se dibuja así un terreno de juego tramposo de partida. Además, de esa afirmación se deduce un tímido “teníais razón” y que por supuesto nunca se llegará a pronunciar en un gesto de humildad y reconocimiento. Reconocimiento a aquellas personas que han hecho más que cualquier ley a la hora de poner en valor y dignificando la escuela pública a través de las diferentes mareas por la Educación Pública.
Pero el principal problema que nos encontramos no es ese. Sino que los partidos a los que se interpela con esa afirmación acepten ese marco inicial. Tampoco podemos consentir creer que el logro ahora se sitúa en que los diferentes partidos por fin tengan intención, al menos, de ponerse de acuerdo.
Bajo esa voluntad de acuerdo no podemos consentir aceptar un Pacto de Estado cocinado en los despachos. El principal reto se sitúa en dar la voz a la comunidad educativa y a la ciudadanía en su conjunto. La educación es algo demasiado importante como para dejarlo, al menos exclusivamente, en manos de los políticos.
Un Diálogo por la Educación que dé lugar a una nueva ley Educación democrática, estable y comprometida. Democrática en sus principios y en su elaboración, que cuente con la participación de la comunidad educativa y la ciudadanía. Estable porque ha de sentar las bases de un sistema educativo centrado en las necesidades de las personas y no de los partidos, que mire a toda una generación como proyecto de futuro. Comprometida con un mundo más justo que responda a un modelo económico, político y social basado en el cuidado y el bien común.
Frente al Pacto de Estado que nos quieren imponer exigen un Diálogo por la Educación que dé como resultado un acuerdo social y político. La única forma de que una ley de educación tenga vocación real de permanencia es que la comunidad educativa la sienta como propia.
Opinan que la próxima ley de educación será con la comunidad educativa o no será. Pero… ¿qué opinas tú?
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