Actualizado el viernes, 24 febrero, 2023
Hace unas semanas os contábamos las desventuras de tres jóvenes blogueros que viajaron a Camboya a conocer en primera persona la «industria de la moda» y su vida cambió para siempre. Tanto por lo que vieron como al descubrir que importantes empresas conseguían silenciar las denuncias de los activistas. Por fin, Aftenposten TV presenta la versión en español de SWEATSHOP, una miniserie noruega de cinco episodios que nos adentra en la industria textil en Camboya:
La serie sigue a Annika, Ludvig y Frida, tres jóvenes noruegos, que viajan al país asiático para conocer de cerca la realidad que viven miles de trabajadores textiles camboyanos que fabrican ropa para algunas de las grandes marcas de ropa occidentales y muestra sus reacciones durante el viaje.
En esta aventura dormirán en casa de Sokti, una trabajadora textil de 25 años, trabajarán en una fábrica textil y tendrán el reto de vivir con un sueldo medio del país, entre otras muchas vivencias. Además, conocerán testimonios de multitud de trabajadores del sector, así como, la movilización que desde diferentes organizaciones del país están teniendo, desde hace ya varios meses, para mejorar sus condiciones laborales y lograr un aumento del salario mínimo.
Fuente de las fotografías: hacienda.no
La idea original de Sweatshop es de la ONG noruega Fremtiden i våre henner («El futuro en nuestras manos») y ha sido financiada por Norad, la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo. Tras el gran éxito de Sweatshop en el país escandinavo, Aftenposten TV ha decidido crear una versión en español de la serie para dar a conocer y sensibilizar también a la audiencia española y latinoamericana sobre la realidad de la industria textil en Camboya.
Sweatshop ha creado un gran debate y controversia en Noruega. En la actualidad, Aftenposten TV tiene abierta una reclamación ante la Pressens Faglige Utvalg (Comisión de Reclamaciones de la Prensa) en Noruega, interpuesta por la empresa multinacional de moda H&M, por entender que la serie no refleja la realidad del compromiso de H&M en la industria textil en Camboya.
Por ello, Muhimu también ha querido recoger el testimonio que H&M España nos envió para que podáis contar con todas las versiones. Aftenposten ha recordado que la serie no trata sobre H&M en particular, sino que es un documento de la experiencia de tres jóvenes al entrar en contacto con las condiciones generales en toda una industria.
Puedes ver SWEATSHOP en español desde este enlace:
http://www.aftenposten.no/webtv/#!/video/20222/ep-sweatshop-1-es-mucho-peor-de-lo-que-pense-que-ser-a
¿Afecta a nuestras vidas? SÍ
A pesar del nacimiento de nuevas alternativas éticas y responsables, la inauguración el pasado octubre de una tienda de Primark en Madrid causó sensación, generó enormes colas y sirvió para recordar que la ropa de moda asequible sigue siendo un imán para las masas en Occidente. Sólo un par de semanas después, a miles de kilómetros de distancia se producía una efeméride mucho menos publicitada en el segundo país exportador de textil del planeta, en el que producen la mayoría de las grandes firmas internacionales, incluida Primark. Concluían en Bangladesh las inspecciones de seguridad en fábricas textiles que se iniciaron a raíz del derrumbe del complejo Rana Plaza, donde en abril de 2013 fallecieron más de un millar de trabajadoras bajo los escombros.
Dos años y medio después de esa tragedia, menos de una decena de talleres completaron con éxito las reformas requeridas, 37 han tenido que cerrar sus puertas y a la gran mayoría de las 3.500 fábricas exportadoras les espera todavía un largo camino. Un camino que los expertos creen que se hace muy lentamente y que será difícil culminar. Entretanto, esas factorías siguen siendo inseguras y en cualquier momento se pueden convertir en una trampa mortal para las que trabajan en ellas.
Dos años y medio después del derrumbe del Rana Plaza, con un millar de muertas, las 3.500 fábricas exportadoras de Bangladesh han sido inspeccionadas, pero sólo ocho han superado los controles. El resto debe todavía acometer correcciones en estructuras, instalaciones eléctricas y sistemas anti incendios para garantizar que son seguras. Las fábricas que nutren a las Primark occidentales siguen siendo trampas mortales para sus trabajadoras.
La sensibilización es esencial para una compra consciente. Ayúdanos a difundir la noticia.
X Aniversario del derrumbe del Rana Plaza
El derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh el 24 de abril de 2013, fue un evento trágico que causó la muerte de más de 1100 trabajadores de la confección y dejó a muchos otros heridos. Este suceso provocó una gran indignación y movilización en todo el mundo, dando lugar a diversas campañas de activismo y sensibilización social para exigir mejores condiciones laborales y seguridad en la industria de la moda.
Uno de los movimientos más importantes que surgieron después del derrumbe fue el llamado «Fashion Revolution», que se originó en el Reino Unido pero que rápidamente se extendió a nivel global. Este movimiento busca fomentar la transparencia y la ética en la cadena de suministro de la moda, y promueve el consumo consciente y responsable por parte de los consumidores. Además, «Fashion Revolution» también busca dar voz a los trabajadores de la confección y crear conciencia sobre los impactos sociales y ambientales de la moda rápida y desechable.
Otra campaña importante es «Clean Clothes Campaign», que lleva trabajando desde 1989 para mejorar las condiciones laborales en la industria de la confección a nivel mundial. Después del derrumbe de Rana Plaza, la campaña redobló sus esfuerzos para lograr un cambio real en la industria y presionar a las marcas de moda para que tomen medidas efectivas para mejorar la seguridad y las condiciones laborales en sus cadenas de suministro.
Además de estas iniciativas globales, también hubo movimientos y organizaciones locales que surgieron en Bangladesh en respuesta al derrumbe de Rana Plaza. Por ejemplo, la Alianza Nacional de Trabajadores de la Confección de Bangladesh (NCCB) y la Federación Nacional de Trabajadores de la Confección de Bangladesh (BNCWF) han estado trabajando para mejorar las condiciones laborales y la seguridad de los trabajadores de la confección en el país.
En conclusión, el derrumbe del edificio Rana Plaza fue un evento trágico que desencadenó una serie de movimientos sociales y campañas de activismo a nivel global. Estas iniciativas buscan mejorar las condiciones laborales y la seguridad en la industria de la moda, así como crear conciencia sobre los impactos sociales y ambientales de la moda rápida y desechable. Aunque todavía hay mucho por hacer para lograr un cambio real en la industria, estos movimientos y campañas han sido un paso importante en la dirección correcta.
La campaña «Clean Clothes Campaign» es una iniciativa global que ha trabajado durante décadas para mejorar las condiciones laborales en la industria de la confección. Desde su fundación en 1989, ha llevado a cabo diversas campañas de sensibilización y presión para lograr un cambio real en la industria. A continuación, se destacan algunas de las campañas más exitosas que ha llevado a cabo la «Clean Clothes Campaign».
Una de las campañas más exitosas de la «Clean Clothes Campaign» fue la llamada «Play Fair», que se llevó a cabo en el contexto de la Copa Mundial de la FIFA de 2006 en Alemania. La campaña se centró en la explotación laboral en la producción de balones de fútbol, y logró presionar a los fabricantes de balones para que mejoraran las condiciones laborales en sus fábricas.
Otra campaña importante de la «Clean Clothes Campaign» fue la llamada «Living Wage Now», que se inició en 2013. Esta campaña se centró en exigir a las marcas de moda que paguen un salario digno a los trabajadores de la confección en sus cadenas de suministro. La campaña logró una amplia cobertura mediática y un gran apoyo por parte de los consumidores, lo que obligó a las marcas de moda a prestar más atención al tema de los salarios justos.
Después del derrumbe del edificio Rana Plaza en 2013, la «Clean Clothes Campaign» también llevó a cabo una campaña para exigir a las marcas de moda que firmen el Acuerdo de Bangladesh de seguridad en edificios y contra incendios. La campaña logró reunir a más de 200 marcas de moda en todo el mundo, que se comprometieron a mejorar las condiciones laborales y la seguridad en sus cadenas de suministro.
Otra campaña importante de la «Clean Clothes Campaign» es la llamada «Detox», que se inició en 2011. La campaña busca eliminar las sustancias tóxicas de los procesos de producción en la industria de la confección, y ha logrado que muchas marcas de moda se comprometan a adoptar prácticas más sostenibles en sus procesos de producción.
En conclusión, la «Clean Clothes Campaign» ha llevado a cabo diversas campañas de sensibilización y presión que han logrado importantes avances en la mejora de las condiciones laborales en la industria de la confección. Estas campañas han logrado presionar a las marcas de moda para que adopten prácticas más sostenibles y responsables, y han creado conciencia sobre los impactos sociales y ambientales de la moda rápida y desechable. Aunque aún hay mucho por hacer para lograr un cambio real en la industria, estas campañas han sido un paso importante en la dirección correcta.
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