Actualizado el miércoles, 16 febrero, 2022
Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales, condiciones laborales que las mantienen «viviendo en situación de pobreza» mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna del planeta.
La multinacional española feudo de Amancio Ortega, quien ostenta la tercera mayor fortuna en el mundo, propietaria de las marcas Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Oysho, Kiddy’s Class, Uterqüe o Stradivarius, entre otras, ha recibido numerosas denuncias en países como Marruecos, Portugal, Argentina o Brasil, tras descubrirse talleres clandestinos donde vivían niños menores de edad que eran explotados en condiciones infrahumanas, realizando jornadas que excedían las doce horas según informa tres24.
Estos hechos, que se vienen sucediendo con escaso impacto mediático por parte de los grandes grupos informativos en el mundo (¿complicidad, tal vez?) desde los inicios de la Compañía, siguen repitiéndose a pesar de que el código de conducta de la Empresa prohíbe terminantemente la esclavitud, tanto de manera interna como en las subcontratas.
Estas últimas son frecuentes víctimas de la justificación de sus prácticas; Inditex alega que los cientos de talleres clandestinos repartidos por el mundo que han sido y son investigados por albergar a niños y familias enteras que trabajan en condiciones de esclavitud confeccionando prendas y calzado para Inditex son ajenos a su conocimiento y su gestión corporativa.
La prensa nacional se niega a investigar que ha detrás del rentable y sucio negocio de la explotación de millones de trabajadores.
Un entramado de empresas y filiales en países europeos con una fiscalidad más favorable conforman la estructura financiera que enriquece a Amancio Ortega. La empresa textil «española», dueña de marcas como Zara, Bershka o Massimo Dutti, se ha convertido en la mayor gigante de la venta de ropa. Pero al observar y analizar las cifras de facturación, beneficios, empleados, impuestos y países donde las empresas del grupo los pagan, es fácil cuestionarse si su actividad es únicamente la “venta de ropa” y si se trata de una marca “española”. Ver la información completa en El Salto Diario
Sweat Shop (ya disponible en español).
Sin embargo, el periódico noruego Aftenposten creó un “reality” donde 3 jóvenes fueran a Camboya para ver cómo se produce la ropa que se ponen a diario. En su apartado de video lanzó varios capítulos bajo el nombre Sweat Shop (ya disponible en español).
En ella, se muestra a tres jóvenes blogueros de moda que estuvieron en este país asiático, viviendo durante un mes en las mismas condiciones de vida y trabajo que las trabajadoras textiles. El resultado cambió sus vidas:
Más allá del objetivo de esta serie: ver a estos jóvenes enamorados de la moda llorando por todo lo que ven, es una oportunidad excepcional para mostrar las denunciables condiciones de trabajo que se vive en Camboya.
Las largas jornadas de trabajo y un salario muy por debajo del nivel de vida ocasiona que más de 1.000 trabajadoras ya hayan perdido incluso el conocimiento mientras trabajaban en estas fábricas. Y eso sólo en lo que llevamos de 2014. Aunque recordemos que no es la única bajo sospecha, en este mismo blog contamos hace poco otro caso de explotación en Primark.
El ‘low cost’ de Primark tiene una doble cara. El convenio colectivo para las dependientas establece un salario base de 15.247 euros al año para los trabajadores a tiempo completo, que se reparte en 12 pagas mensuales y tres extras. Y mucho más: un informe elaborado por el prestigioso Centre for Research on Multinational Corporations, organización independiente holandesa sin ánimo de lucro y el India Committee of the Netherlands, una ONG del mismo país impulsora de la campaña Clean Clothes (Ropas Limpias) contra la explotación vinculada al comercio textil, nos advierte de las prácticas «esclavistas» de algunos de los gigantes mundiales de la moda.
Entre otras marcas, citan a Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks&Spencer, Diesel, Gap, C&A, El Corte Inglés, Cortefiel, Inditex (propietaria entre otras de las tiendas Zara).
Como dato curioso: Amancio Ortega gana más de 1.000 millones de euros en un solo día
Pero la historia va mucho más: LA CENSURA EN PRENSA
¿Qué sería la industria de la moda sin la complicidad de la prensa en su necesidad de financiarse a través de la publicidad que estas marcas destinan en los grandes medios?
Aquel viaje cambió la vida de una de las jóvenes y muchos de los que pudieron ver los capítulos. Pero Anniken Jørgensen, bloguera de tan solo 17 años decidió emprender una campaña de denuncia sobre lo que vio y que aquella experiencia no quedara en una simple anécdota.
Decidió denunciar qué marcas estaban detrás de esa explotación, como la sueca H&M. Fue al empezar a señalar a marcas concretas donde empezó su calvario pues según denuncia en su blog, el medio que les llevó de viaje, Aftenposten, le prohibió hablar públicamente sobre lo vivido y sobre todo mencionar marcas, concretamente H&M. A pesar de los meses de lucha el silencio mediático se mantenía. Ningún medio parecía dispuesto a hacerse eco de su denuncia y hablar de las marcas que fabricaban en aquellas tiendas.
“Es increíblemente frustrante que una importante cadena de ropa tenga tanto poder que pueda asustar y condicionar al periódico más importante de Noruega. No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué» Anniken Jørgensen.
Poco a poco, y gracias al poder de difusión de la gente a través de sus redes sociales, la lucha de esta bloguera está obteniendo sus frutos, su blog es más seguido y sus denuncias son difundidas gracias a usuarios como tú o como yo. Gracias a esta presión, H&M ha dado el paso y le ha solicitado una reunión en su sede en Estocolmo (Suecia) y su denuncia de boicot mediático empieza a tener eco en varios medios de su país.
Según denuncian el estudio Shop ‘til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).
Si hace unos días hablábamos de cómo muchas veces somos los propios consumidores los que no queremos ver qué hay detrás de la industria alimentaria, también nos toca hablar de cómo han conseguido convertirnos en consumidores de ropa de usar y tirar. Todo ello orquestado según las «modas» que nos imponen renovar el armario cada temporada y gracias a la explotación a la que someten a millones de personas y animales en todo el mundo para abaratar costes. Pero merecemos saber y que se difunda la verdad para ser clientes conscientes y rechazar ciertas prácticas.
«La proliferación de las tiendas low cost está íntimamente relacionada con una educación también low cost, que las políticas ultraliberales imponen a la sociedad: más bragas a 1 euro y menos Filosofía o Artes en los contenidos curriculares de escuelas y universidades. A través de un sistema de consumo estúpido y de una formación académica cada vez más estúpida, las sociedades serán más fácilmente manipulables, dirigidas, dominadas, vigiladas»
Extracto del artículo ‘Los calcetines de Primark’
Si quieres ampliar tu información:
- SWEATSHOP, ¡por fin en español!
- Blog en español que transmitió la noticia (TejiendoCaminos)
- MarketPlace de marcas éticas y responsables (FAIRCHANGES)
- Campaña internacional por un salario digno para las trabajadoras (en inglés)
- Situación de las trabajadoras en Camboya (Campaña Ropa Limpia)
- Investigación desmayos y malnutrición en las trabajadoras (en inglés)
- Web ¿Cuántos esclavos trabajan para ti? (en inglés)
¿Qué tiene que decirH&M de todo esto?
El departamento de prensa de H&M en España ha tenido la consideración de contactar con nosotros para poder contrastar la información emitida por Anniken Jørgensen. Os dejamos su email íntegro para que podáis conocer la postura de la empresa:
«Buenas tardes,
En relación al artículo publicado en vuestra página, nos gustaría transmitiros la postura de H&M al respecto.
Internacionalmente, H&M es considerada como una compañía líder en el trabajo de la responsabilidad social dentro de la industria textil.
Celebramos que las participantes del programa resalten la responsabilidad social en la industria textil. H&M y otras marcas están haciendo un extensivo trabajo para por ejemplo conseguir sueldos justos, promoviendo los derechos de los trabajadores, así como lugares de trabajo saludables y seguros.
Pese a que H&M es mencionado en el programa, no hemos sido contactados, durante el transcurso de la grabación no se han visitado ninguno de los proveedores de H&M, ni se ha hablado con nosotros sobre nuestra labor en sostenibilidad ni sobre ninguno de nuestros esfuerzos en este sentido.
En rankings independientes internacionales, como el Índice de Sostenibilidad Dow Jones, la Lista Global 100 y las Compañías más Éticas del Mundo, H&M está valorada entre las compañías que asumen mayor responsabilidad social y medioambiental»
Carta enviada a la redacción de Muhimu en 2014. Juzgarla por vosotros mismos.
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