Actualizado el viernes, 28 febrero, 2025
La capital andaluza se ha convertido en los últimos años en uno de los grandes referentes de nuestro país a todos los niveles, desde pero especialmente gracias a un sector turístico que ha sabido diversificar su oferta a la perfección y apostar por nuevos tipos de ocio que consigan satisfacer las necesidades de cada uno de sus visitantes, al mismo tiempo que con este tipo de servicios no olvida a sus ciudadanos. De este modo, la ciudad de la Giralda no deja de batir récords en cuanto al número de visitantes nacionales y extranjeros temporada tras temporada, algo que se atribuye esencialmente desde la administración pública a esta amplia variedad de oferta (cultural, deportiva, ocio, etc.).
De hecho, uno de los ejemplos que mejor reflejan todo este proceso se puede observar desde el mes de junio con la reapertura del Casino Admiral Sevilla tras un año de remodelaciones, lo que demuestra que el turismo ya no solo se centra en temas típicos como la gastronomía, el arte o la naturaleza, que se mantienen como pilares fundamentales de la industria, sino que va un paso más allá. Así, se están produciendo nuevos fenómenos como el turismo deportivo o el turismo de casinos, que muchas veces van unidos de la mano mediante las apuestas deportivas y el juego online.
Una ciudad que apuesta por el deporte
Por lo tanto, no es de extrañar que Sevilla, gracias a unas condiciones climáticas y geográficas envidiables, lleve posicionándose desde hace muchos años a favor de fomentar el deporte a todos niveles. De este modo, no sorprende ver a equipos sevillanos de todas las modalidades deportivas en las principales categorías nacionales, llamando la atención especialmente su apuesta por el deporte femenino como se refleja en la figura de la portera de la selección femenina de fútbol, Lola Gallardo.
De hecho, cada vez es más usual que deportistas sevillanos o equipos pertenecientes a esta ciudad andaluza compitan por los títulos más importantes del viejo continente, como sucede especialmente con el Sevilla FC y la UEFA Europa League. Así, según todos los grandes casinos online, que están especializados en ofrecer las mejores las apuestas deportivas, este año es uno de los grandes favoritos para revalidar un trofeo que ha conquistado en cinco ocasiones, siendo el club que más veces se ha hecho con él.
El ocio, uno de sus pilares fundamentales
Por último, debemos mencionar la relación existente entre este posicionamiento sin reparos a favor del deporte y el turismo deportivo, con haber hecho del ocio uno de los pilares fundamentales de la vida en Sevilla. Así, en los últimos años tanto las apuestas deportivas como los juegos de azar han proliferado por toda la ciudad, a través de establecimientos físicos, pero especialmente gracias a unas plataformas online que ofrecen muchas más comodidades a los usuarios. De hecho, estas compañías se han ido especializando tanto que a través del teléfono móvil cualquier persona puede realizar una apuesta deportiva, seguir la retransmisión de un encuentro en directo e incluso jugar al póker o al blackjack con total seguridad.
Los casinos en Sevilla: entre el ocio y los peligros ocultos
Los casinos y salones de juego se presentan a menudo como espacios de ocio sofisticado o de entretenimiento social, pero detrás de sus luces brillantes se esconden dinámicas que pueden tener graves consecuencias económicas y de adicción, especialmente para las personas más vulnerables. En Sevilla, como en muchas otras ciudades, la proliferación de estos espacios va acompañada de una normalización silenciosa del juego como una forma más de ocio, ignorando los riesgos que conlleva.
Un modelo de negocio basado en la pérdida
El funcionamiento de los casinos, ya sean físicos como el Casino Admiral Sevilla o los múltiples salones de juego repartidos por la ciudad, se basa en una regla matemática simple: la casa siempre gana. Los juegos están diseñados para que el azar favorezca a la empresa a largo plazo, dejando a la mayoría de los jugadores con pérdidas constantes.
Los entornos de los casinos están cuidadosamente diseñados para dificultar la percepción del tiempo y fomentar la permanencia prolongada, con iluminación artificial, ausencia de relojes y servicios de hostelería. El mensaje subliminal es claro: cuanto más tiempo pases jugando, más dinero perderás.
La trampa de los salones de juego
Más allá de los casinos tradicionales, los salones de juego han proliferado en barrios de Sevilla con menos recursos, donde se convierten en una falsa vía de escape para quienes buscan mejorar su situación económica. Estos espacios son accesibles, discretos y permiten apuestas mínimas, lo que los convierte en la puerta de entrada para muchas personas jóvenes.
Según datos recientes, el 40% de los nuevos jugadores en España son menores de 25 años y muchos empiezan apostando en salones de juego físicos antes de dar el salto al juego online.
Un problema de salud pública invisible
La adicción al juego, reconocida por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno mental, no solo genera consecuencias económicas, sino que afecta directamente a la salud mental, las relaciones personales y la vida laboral. El juego problemático se asocia con ansiedad, depresión y sobreendeudamiento, creando un círculo vicioso difícil de romper.
A pesar de ello, el estigma social y la invisibilidad del problema hacen que muchas personas tarden años en pedir ayuda, cuando la deuda y el daño emocional ya son irreparables.
Regulación insuficiente
En Sevilla y otras ciudades, se han puesto en marcha algunas medidas para limitar la publicidad del juego o restringir la apertura de nuevos salones cerca de centros educativos. Sin embargo, estas medidas no afectan a los casinos tradicionales ni a las apuestas online, que siguen teniendo un enorme poder de atracción a través de campañas publicitarias en redes sociales y eventos deportivos.
Mientras las administraciones locales no adopten una regulación más estricta, la responsabilidad de prevenir la adicción sigue recayendo en las propias plataformas, que se benefician directamente de la vulnerabilidad de los jugadores.
¿Cómo protegerse?
La mejor estrategia para evitar los riesgos del juego es no participar. Desvincular el ocio de la posibilidad de ganar dinero es clave para desactivar la narrativa de que apostar es una forma legítima de mejorar la situación económica.
Desde las comunidades vecinales y los colectivos sociales se están impulsando campañas para sensibilizar sobre los efectos del juego y exigir una mayor regulación, especialmente en barrios donde el juego se ha convertido en una amenaza silenciosa.