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¿Por qué el expediente académico no tiene nada que ver con el éxito laboral?

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Actualizado el lunes, 19 agosto, 2019

Una de mis grandes preocupaciones siempre fue el expediente académico, probablemente muy influenciada por mis padres y una sociedad para la que el expediente académico o estudiar una carrera, si era símbolo de un trabajo mejor. Pero, ¿cuál es la realidad laboral de muchos jóvenes?

Laszlo Bock, vicepresidente de Recursos Humanos del gigante Google, revolucionó los procesos de contratación. En palabras de Bock, “una de las cosas que hemos aprendido tras analizar todos los datos de nuestro proceso de selección es que el expediente académico y la puntuación de los candidatos en los test son inútiles como criterio de contratación”.

El expediente académico no lo es todo: trabajar para Google sin haber pisado la universidad

Este descubrimiento supuso un antes y un después en una compañía donde la clave es el talento y la innovación constante. Después de comprobar que los datos académicos no suponían nada, a menos que el empleado fuera recién titulado, la proporción de trabajadores de Google sin título universitario no paró de crecer. Bock reconoce que “hay equipos en los que el 15% de los miembros ni tan siquiera han ido a la universidad”.

El estudio sostenía que había una desconexión entre lo que se enseña en la universidad y el trabajo que se realiza en la compañía. Tras dos o tres años, la habilidad de los empleados para desempeñar tareas en la empresa no tenía ninguna relación con lo buenos que fueran en la escuela, ya que las habilidades requeridas en la compañía y las requeridas en la universidad eran totalmente diferentes.

A partir de este momento, Google comenzaba a buscar personas a las que les gustara averiguar cosas para las que no hay una respuesta obvia, y esto es algo para lo que no se nos entrena en la universidad.  Bock concluye que “la gente que tiene éxito en la universidad, es un tipo de gente específicamente entrenada para tener éxito en ese ambiente pero no siempre fuera de él”.

Esta nueva visión de Google lanza dos ideas claras: ser buen estudiante no augura el éxito profesional. Hay que ser algo más que un buen estudiante para tener éxito.

También podemos ver grandes nombres de la Historia o de los negocios que no destacaron precisamente por su brillante expediente académico, pero que sí han dejado huella con sus éxitos laborales.

John Gurdon

Es el caso de John Gurdon, premio Nobel de Medicina en 2012. En la etapa escolar, los padres de Gurdon recibían preocupantes comentarios de su profesor, tales como “Su rendimiento, sus resultados, son insatisfactorios. No asimila bien. Las notas donde apunta sus experimentos están rasgadas y confusas” o “A menudo se encuentra perdido, porque no escucha. Insiste en hacer las cosas a su manera. Me ha llegado la noticia de que quiere ser científico. En las circunstancias actuales, me parece algo ridículo”.

Otro ejemplo es Albert Einstein, cuyos profesores se quejaban de su lentitud, del tiempo exagerado que se tomaba para pensar sus respuestas, decían que no conseguía aprender nada de memoria y tampoco era capaz de asimilar las reglas y las órdenes. Con 16 años fue rechazado en una primera prueba de acceso a la Escuela Politécnica de Zurich por sus malos resultados en letras, pese a destacar en otras materias.

Esta gran personalidad, y padre de la teoría de la relatividad, años después dejaría una reflexión que vendría a dar la razón a Google y a todos los que defienden otras formas de aprender y enfrentarse al mundo laboral:

“La educación es lo que queda después de que uno ha olvidado lo que aprendió en la escuela”.

Bill Gates, fundador del gigante Microsoft, recibía 25 dólares de sus padres por cada sobresaliente obtenido en la escuela, hay formas y formas de motivar claro. Sin duda otro conocido también es el caso de Steve Jobs, que abandonó sus estudios universitarios, y decidió viajar a la India. A su regreso fundó Apple, poco más que decir, todos conocemos el éxito de su compañía y sus productos.

Desde el año 2013 Bill Gates apuesta por esta forma de contratación, ya que entiende que de no utilizarse se puede dejar de contratar a personas que realmente pueden aportar mucho valor a las empresas, con independencia del título que posean. Gracias a ello evitan la exclusión de la contratación de personas que no han podido acceder a la universidad por motivos económicos y que sin embargo tienen grandes conocimientos y habilidades muy importantes.

Unido a esto, Innovate+Educate, socios de la Fundación de Bill y Melinda Gates, pusieron en marcha el proyecto denominado “Proyecto nuevas opciones”que trabaja para cambiar la forma en la que las empresas realizan la contratación de trabajadores. Los primeros resultados del proyecto fueron muy alentadores ya que la incorporación de trabajadores por sus habilidades, supuso la reducción del 25-75% en la rotación, la reducción del 50-70% en el tiempo necesario para contratar y la reducción del 50% en el tiempo de formación del trabajador. En definitiva, la contratación basada en habilidades demostró ser mucho más efectiva que la basada en títulos.

Sin duda, empresas y reclutadores deberían empezar a pensar como Google más a menudo y ver más allá del expediente académico, probado está que siempre se puede encontrar un genio en cualquier ámbito. Pero el principal cambio tiene que partir de los centros de estudio, podrían enfocarse más a adaptar los criterios de enseñanza al estudiante, para que los genios puedan desarrollar todo su potencial sin sentirse fracasados o aburridos.


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