Actualizado el domingo, 5 abril, 2020
“Usted no está sólo siendo observado,
usted está siendo vendido”
El fragmento más importante del documental de BBC llamado «El precio de lo gratuito» y que hace parte de la serie «La Revolución Virtual». Está dirigido por Dan Kendall y cuenta con la presentación de la Doctora Aleksandra Krotoski.
El lanzamiento de Pokémon Go, la aplicación de realidad aumentada hizo incrementar, sólo en su primera semana, más de un 40% la cotización en Bolsa de la compañía japonesa Nintendo. Esto supuso, en cifras, un incremento de su valor bursátil en más de 7.000 millones de dólares.
¿A qué se debía este incremento si las descargas eran gratuitas? A que la media de uso, sólo en esa primera semana, era de 43 minutos y 23 segundos diarios. Con estas cifras, Pokémon Go superaba en tiempo de uso a aplicaciones líder como WhatsApp, a la que sus más de 1.000 millones de usuarios dedican 30 minutos y 27 segundos al día, e Instagram. ¿Imaginas cuántos datos de los usuarios y su localización puede llegar a aportar?
¿Venta de datos? ¿Burbuja inversora? ¿O el negocio del año?
Aunque Nintendo es la cara visible del éxito de Pokémon Go, lo cierto es que los ingresos que provienen del juego no son exclusivos de la compañía japonesa. Cada vez que se hace una compra vinculada al juego, Apple a través de su App Store o Google Play si se descarga en móviles Android, se lleva un 30% de los ingresos. Otro 30% va a parar a 30% Niantic, la compañía que ha desarrollado el software (y que se independizó de Google); otro 30% se lo lleva The Pokémon Company.
Solo el 10% restante va hacia Nintendo.
Descargarse la aplicación es gratuito pero los usuarios pueden comprar objetos para progresar más rápidamente en el juego. Aunque la principal vía de ingresos puede estar en los citados patrocinios o ¿en la venta de datos?
Otros analistas se muestran muy escépticos con la capacidad de la aplicación de generar tal expectativa de ingresos. ¿Estaríamos entonces ante una burbuja inversora?
Libertie’s pollution
Desde hace las últimas dos décadas la tecnología informática ha evolucionada y se ha masificado, hasta el punto de modificar casi todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo esta interacción con las nuevas tecnologías de la información han posibilitado nuevas formas de vulnerar el domicilio, las comunicaciones personales y el derecho a la propia imagen. Esta situación es denominada libertie’s pollution o la contaminación de la libertades, expresión con la que se designa la degradación de los derechos fundamentales ocasionada por las nuevas tecnologías.
El acceso a la mayoría de las páginas web es gratuito. El servicio que ofrecen no se paga con dinero, pero muchas de las compañías que las desarrollan obtienen algo muy valioso para posibles intereses comerciales: desde nuestros datos personales hasta nuestros gustos, pensamientos y deseos. Pero hay algo que deberías tener en cuenta: “Si no estás pagando por algo,
entonces tú eres el producto que se vende.”