Actualizado el domingo, 18 agosto, 2024
Federico García Lorca fue un prolífico e influyente dramaturgo y poeta español que escribió durante la primera mitad del siglo XX. Sus obras, que a menudo trataban temas de amor, muerte y la identidad cultural de España, se consideran algunas de las obras más importantes de la literatura española. Sus obras de teatro y poemas, incluidos Bodas de sangre, Yerma y Romancero gitano, han tenido una influencia duradera en la cultura y la literatura españolas y han sido traducidos a numerosos idiomas.
Biografía resumida
Agosto de 1936. Federico García Lorca, el poeta universal, ha sido detenido en su propia tierra, Granada, a donde huyó desde Madrid buscando seguridad al poco de estallar la Guerra Civil. Ni la casa de sus amigos Rosales, viejos falangistas, fue refugio. De aquel domicilio, «rodeado por milicias y guardias de asalto que tomaron todas las bocacalles y tejados próximos», Lorca salió para nunca volver. Por eso lo ocurrido aquella tarde, en un cuarto del Gobierno Civil, cobra especial significancia ahora que salen a la luz documentos de 1965 con las razones del franquismo para acabar con la vida del poeta. El crimen fue en Granada. «Un asesinato político», remarca a El Mundo Laura García Lorca, sobrina del autor del Romancero Gitano.
«Un gigante. Un gigante, tan gigante, que puedo bordar una rosa en la uña de un niño recién nacido”.
Federico García Lorca
El poeta y dramaturgo andaluz por excelencia impregnaba todo con poesía, humanidad, tradición y la sabiduría más legendaria. Hoy, 18 de Agosto de 2015, las redes sociales recuerdan al escritor para mantener viva su memoria:
Frases para conmemorar el asesinato de Lorca
Leonard Cohen sobre Federico García Lorca: «No entiendo cómo España no ha excavado con sus manos todo el campo de Granada para recuperar el cuerpo de su poeta. No entiendo una nación que no le haya dado un castigo histórico a sus asesinos»
Antonio Mautor
@AntonioMautor
Federico García Lorca sigue en una cuneta pero quien dio la orden final de su asesinato (y fue responsable de la muerte de 45.000 andaluces) al menos ya no descansa con honores en la Basílica de la Macarena.
Juan Diego Botto
@JuanDiegoBotto
- «En la memoria eterna de Federico García Lorca, poeta inmortal y voz silenciada, honramos su legado y recordamos su valentía y pasión por la vida.»
- «El tiempo no ha borrado el recuerdo de Federico García Lorca, cuya voz trasciende las barreras del tiempo y la intolerancia. Su poesía sigue inspirando y su espíritu perdura en nuestros corazones.»
- «Hoy conmemoramos a Federico García Lorca, víctima de la violencia y la intolerancia. Su arte y su lucha por la libertad nos recuerdan la importancia de defender los derechos humanos y valorar la diversidad.»
- «A 87 años de su partida, rendimos homenaje a Federico García Lorca, poeta de la luz y la oscuridad, cuya palabra inmortal sigue iluminando los senderos del alma y la conciencia.»
- «La vida y obra de Federico García Lorca se convirtieron en símbolos de resistencia y libertad. En su memoria, levantamos nuestras voces para exigir justicia y promover un mundo donde el arte florezca sin miedo ni censura.»
- «Recordamos a Federico García Lorca, cuya poesía trascendió su trágica muerte, convirtiéndose en un faro de belleza y emoción. Su legado perdura y su voz sigue resonando en cada verso.»
- «En memoria de Federico García Lorca, el poeta que nos enseñó que el arte es un arma contra la opresión y la injusticia. Su valor y pasión por la libertad nunca serán olvidados.»
- «Hoy recordamos a Federico García Lorca, cuya poesía fue silenciada por la barbarie, pero cuyo espíritu sigue vivo en cada rincón del mundo. Que su legado nos inspire a construir un futuro más humano y compasivo.»
- «En este día recordamos a Federico García Lorca, figura imprescindible de la literatura y símbolo de resistencia. Su asesinato no pudo apagar su luz, su voz sigue resonando y su mensaje de amor y libertad perdura.»
- «Honramos la memoria de Federico García Lorca, cuya vida y obra nos recuerdan la importancia de la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos. Que su legado sea un recordatorio constante de nuestra responsabilidad de construir un mundo mejor.»
Discurso de Federico García Lorca en la inauguración de la biblioteca de Fuente Vaqueros:
«Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? ¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras.
Medio pan y un libro. Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.
«Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía
Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre.
Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos.
Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres
Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social. Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento.
Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón.
Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’.
Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
Septiembre de 1931.
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