Actualizado el domingo, 16 agosto, 2015
Como ya sabrás por el bombardeo de anuncios televisivos, IKEA acaba de lanzar la última edición de su catálogo. En su lanzamiento internacional lo ha hecho con un divertido vídeo que parodia el que uso como lanzamiento del iPad de Apple en 2010 (aunque en realidad a nosotros la idea nos recuerda más a una parodia sobre los libros de papel que ya compartimos con vosotros). Jonathan Ive nos propone experimentar su revolucionario bookbook de tan solo 8mm de grosor, menos de 400 gramos de peso y una batería que dura toda la vida:
http://youtu.be/ZIo4aZyOcpA
¡ES MUY BUENO! SIN EMBARGO… EN EL VIDEO HAN OLVIDADO CONTARNOS ALGO:
En el vídeo Jonathan dice: «En IKEA sentimos que la tecnología debería estar en las manos de todos» pero olvida contarnos que la tecnología, para ellos, en realidad, más que en todas las manos, debería estar en todas las fotografías. ¿A qué nos referimos?
Nos referimos que a pesar de su defensa del catálogo en papel, curiosamente el 75% de las imágenes de los catálogos de IKEA no son reales sino que han sido generadas por ordenador. Asumámoslo, ¡esas cocinas y salones maravillosos en realidad no existen!.
“No queríamos que los consumidores vieran o, incluso más importante, sintieran la diferencia con el cambio” se ha visto obligado a declarar en más de una ocasión Martin Enthed, responsable del cambio. Y parece que lo ha logrado porque casi nadie se ha dado cuenta.
Cuando creíamos que habíamos tocado fondo con los retoques digitales en los cuerpos de famosos ahora IKEA también nos retoca los muebles para hacernos desear combinaciones de muebles e iluminaciones que luego, al colocar los muebles en casa, no entiendes porqué no quedan igual.
Esto no es algo nuevo. Desde 2004 IKEA empezó a cambiar la manera de producir sus imágenes y decidió sustituir las fotografías por gráficos realistas creados a través de un ordenador. Y desde esa fecha, el porcentaje de fotografías creadas digitalmente no ha dejado de crecer. En 2012, este porcentaje apenas representaba el 25% pero en los últimos dos años se ha disparado hasta el punto de hacernos reflexionar sobre la ética de un catálogo lleno de imágenes «irreales».
No es coherente que una empresa que apuesta
por la «autenticidad» y la «sencillez» en nuestros hogares,
que nos enamora con anuncios que invitan a «amueblarnos la cabeza»
abuse en sus catálogos de esta «ilusión de perfección».O quizás sí.
Comparte esta información para que cada uno pueda juzgar por sí mismo.
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