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El contrato que todos firmamos cada mañana. ¡Cuidado! Puede que también lo hayas firmado tú 1

El contrato que todos firmamos cada mañana. ¡Cuidado! Puede que también lo hayas firmado tú

Merece ser compartido:

Actualizado el miércoles, 19 octubre, 2022

Se ha argumentado que todos los humanos sin excepción son altamente susceptibles al autoengaño, ya que todo el mundo tiene un bagaje emocional de creencias que pueden ser irracionales.

Y así es. Nos engañamos a nosotros mismos todos los días; se engañan a sí mismos los policías, los políticos, los profesores, los empleados, los accionistas, los periodistas, los ricos, los pobres..…. no hay ser humano que escape al autoengaño. Incluso tú y yo. Incluso nosotros. Entre otras cosas porque si no… no podríamos firmar cada mañana el “contrato social”. Este video te muestra cuales son sus cláusulas: 

El contrato que todos firmamos cada mañana

El contrato que todos firmamos cada mañana. ¡Cuidado! Puede que también lo hayas firmado tú

Autor: Zeitgeist III Moving Forward.

Uno de los aspectos más fascinantes de la mentira es el “autoengaño”. Si bien mentir a los demás suele ser un acto consciente, el autoengaño no siempre es un proceso voluntario.

El autoengaño es también una de las facetas inherentes a la condición humana. Una faceta que en principio puede parecer inútil, pero que nos concede una estabilidad excepcional para convertirnos en animales sociales.

A no ser… que tuviéramos el valor de romper ese “contrato”.


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2 respuestas a «El contrato que todos firmamos cada mañana. ¡Cuidado! Puede que también lo hayas firmado tú»

  1. Avatar de Daniel Díaz
    Daniel Díaz

    He mirado algunos de los segundos iniciales del video; mientras exista capitalismo la plétora de situaciones cruentas en las cuales se sustenta la sociedad seguirá imperando, desafortunadamente dicha situación se respalda por la nada, mantenemos un órden ficticio en una sociedad doblemoralista desordenada que simplemente seguimos reproduciendo, una realidad mantenida por una ilusoria cúspide, lejana, inalcanzable que no nos compete, que nunca nos ha competido, pero que aún así quizás representa nuestros deseos e instintos más perversos… Hoy en día quizás la frase de Marx se pudiese modificar, ya no sería «no saben lo que hacen, pero lo hacen» sino «precisamente porque saben lo hacen»
    (nadie creo yo quiere estar del otro lado, de «lo marginado»…)

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