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¿Puede el budismo influir en la economía mundial?

22/12/2015 by María Hidalgo

Mere­ce ser compartido:

Actua­li­za­do el Sun­day, 16 January, 2022

“No hay vir­tud en maxi­mi­zar el con­su­mo, nece­si­ta­mos maxi­mi­zar la satisfacción” 

E.F Schu­ma­cher

En un entorno social en el que la osten­ta­ción es sinó­ni­mo de éxi­to es difí­cil abs­traer­se de lo que el filó­so­fo Alain de Bot­ton deno­mi­na ‘la ansie­dad por el estatus’. 

La mitad de los jóve­nes nor­te­ame­ri­ca­nos están con­ven­ci­dos de que se harán ricos a lo lar­go de su vida, una fe que cho­ca inexo­ra­ble­men­te con la reali­dad: el 1% siem­pre esta­rá for­ma­do por… el 1%, una eli­te boyan­te, aca­pa­ra­do­ra y egoísta.

¿Pue­de la eco­no­mía empa­par­te del pen­sa­mien­to budis­ta y pro­po­ner algo dis­tin­to? Es la extra­ña pre­mi­sa que se atre­vió a lan­zar por pri­me­ra vez E. F. Schu­ma­cher en 1956 y que más ade­lan­te se publi­có en su famo­so libro de ensa­yos Lo peque­ño es her­mo­so.

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Producción de las masas

En el libro, Schu­ma­cher cul­pa al pen­sa­mien­to eco­nó­mi­co con­ven­cio­nal de dejar de con­si­de­rar la esca­la más apro­pia­da para una acti­vi­dad, com­ba­te las nocio­nes de que “el cre­ci­mien­to es bueno”, y de que “más gran­de es mejor”, y cues­tio­na qué tan apro­pia­do es usar la pro­duc­ción en masa den­tro de los paí­ses en desa­rro­llo, pro­mo­vien­do en lugar de eso una “pro­duc­ción de las masas”.

La obtención de un máximo de bienestar con un mínimo de consumo

Schu­ma­cher fue uno de los pri­me­ros eco­no­mis­tas en cues­tio­nar qué tan correc­to es emplear el Pro­duc­to Nacio­nal Bru­to para medir el bien­es­tar humano, enfa­ti­zan­do que el fin debe­ría ser “la obten­ción de un máxi­mo de bien­es­tar con un míni­mo de consumo”. 

En el epí­lo­go sub­ra­ya la nece­si­dad de que la “filo­so­fía del mate­ria­lis­mo” que­de des­pués de idea­les como la jus­ti­cia, la armo­nía, la belle­za y la salud.

Paul Piff, autor del estu­dio, com­pro­bó con diver­sos test y jue­gos con dine­ro simu­la­do que cuan­ta más rique­za acu­mu­la­ban los juga­do­res más des­hu­ma­ni­za­do se vol­vía su com­por­ta­mien­to. “El dine­ro —con­clu­ye el psi­có­lo­go— hace a la gen­te más egoís­ta, más ais­la­da, menos empá­ti­ca y menos éti­ca”. Qui­zás por ello, repen­sar alter­na­ti­vas no está del todo mal.

Estas serían las premisas que Schumacher resumía en la economía budista:

1) Dar a las per­so­nas la posi­bi­li­dad de uti­li­zar y desa­rro­llar sus facul­ta­des.

2) Ayu­dar­le a libe­rar­se de su ego­cen­tris­mo, unién­do­lo a una comu­ni­dad a tra­vés de tareas comunes.

3) Pro­du­cir sólo los pro­duc­tos y ser­vi­cios nece­sa­rios para la vida. El con­su­mo es un medio para el bien­es­tar humano.

4) La liber­tad es más impor­tan­te que las pose­sio­nes. Con­su­mir más no equi­va­le nece­sa­ria­men­te a vivir en mejo­res condiciones.

5) El tra­ba­jo debe rea­li­zar­se en con­di­cio­nes dig­nas y libres.

6) Debe­mos bus­car las peque­ñas solu­cio­nes que lle­van a resul­ta­dos extra­or­di­na­rios. Cuan­to menor sea el esfuer­zo en recur­sos para rea­li­zar­lo, más bene­fi­cio­so es para el ser humano.

7) La sim­pli­ci­dad es la mejor arma con­tra la vio­len­cia que gene­ra el egoís­mo posesivo.

9) Fabri­car pro­duc­tos y mate­ria­les con obso­les­cen­cia pro­gra­ma­da es una barbaridad.

10) Un mode­lo que bus­ca con­su­mo ópti­mo gas­ta menos que un mode­lo que bus­ca el con­su­mo máxi­mo.

11) La pro­duc­ción basa­da en lo local es la más res­pon­sa­ble. Impor­tar bie­nes de luga­res leja­nos sola­men­te se pue­de jus­ti­fi­car en casos excepcionales.

12) Una acti­tud res­pe­tuo­sa y no vio­len­ta hacia todos los seres vivos.

13) Una pobla­ción que basa su vida eco­nó­mi­ca en los com­bus­ti­bles no reno­va­bles es un pará­si­to de la tie­rra. Se debe optar por ener­gías reno­va­bles.

El secreto arte espiritual de tener éxito en el trabajo

Tu vida y tu tra­ba­jo no tie­nen por qué ser difí­ci­les. Es posi­ble crear una exis­ten­cia más feliz y satis­fac­to­ria. Comien­za por ali­near su pro­pó­si­to, tra­ba­jo y comu­ni­dad con lo que real­men­te valo­ra. A con­ti­nua­ción, debe fomen­tar el cre­ci­mien­to, las cone­xio­nes socia­les sóli­das y los valo­res de Huma­nity Plus. Estos ele­men­tos, jun­to con visio­nes auda­ces y la capa­ci­dad de cola­bo­rar de mane­ra efec­ti­va, lo ayu­da­rán a lograr metas sig­ni­fi­ca­ti­vas y lograr el cre­ci­mien­to per­so­nal. Final­men­te, debes creer que ya eres la mejor ver­sión de ti mis­mo. Esto alte­ra­rá tan­to su iden­ti­dad como su expe­rien­cia vivida.

The Buddha and the Badass ana­li­za cómo domi­nar el tra­ba­jo y la vida basán­do­se en una con­cien­cia pro­fun­da de uno mis­mo y apren­dien­do cómo gene­rar un impac­to. Vishen Lakhia­ni brin­da pasos prác­ti­cos para dar­le un sig­ni­fi­ca­do real a su tra­ba­jo, lograr misio­nes auda­ces jun­to con otros y dise­ñar y vivir su vida ideal.

Eleva tu experiencia de vida y trabajo

Hemos escu­cha­do una y otra vez que debe­mos tra­ba­jar duro si que­re­mos tener éxi­to. Y enton­ces nos apre­su­ra­mos y nos esfor­za­mos, com­pro­me­tien­do nues­tras vidas per­so­na­les por tra­ba­jos que, en la mayo­ría de los casos, ni siquie­ra dis­fru­ta­mos. Pero, ¿y si no tie­ne por qué ser así?

Bueno, es posi­ble ser feliz y rea­li­za­do en el tra­ba­jo y en la vida. Y lograr esto requie­re acti­var dos par­tes de noso­tros mis­mos: el Buda y el rudo.

El Buda está pro­fun­da­men­te ali­nea­do con el yo inte­rior y per­mi­te que ese yo lo guíe. El rudo es un hace­dor de cam­bios, mejo­ra cons­tan­te­men­te y tra­ba­ja para mar­car la dife­ren­cia en el mun­do. Cuan­do acti­va­mos y com­bi­na­mos las for­ta­le­zas de estas dos par­tes, pode­mos iden­ti­fi­car fácil­men­te metas ins­pi­ra­do­ras y tra­ba­jar hacia ellas con ale­gría y facilidad.

Conocer sus valores fundamentales aporta una dirección y un significado claros

La mayo­ría de noso­tros sabe­mos que cada per­so­na tie­ne una hue­lla digi­tal úni­ca. Bueno, el autor sugie­re que tam­bién tene­mos hue­llas del alma únicas .

Mien­tras que las hue­llas dac­ti­la­res se for­man antes de que naz­ca­mos, las hue­llas del alma son crea­das por nues­tras pri­me­ras expe­rien­cias de vida. Todo lo que pasa­mos, lo bueno, lo malo y lo feo, deja una impre­sión. El resul­ta­do de esta hue­lla del alma es un con­jun­to de valo­res fun­da­men­ta­les que guían las deci­sio­nes y el com­por­ta­mien­to, prin­ci­pal­men­te a un nivel incons­cien­te. Tomar con­cien­cia de estos valo­res fun­da­men­ta­les es el pri­mer paso para conec­tar­nos con nues­tro ser inte­rior y des­blo­quear al Buda.

Los valo­res fun­da­men­ta­les se incul­can duran­te la infan­cia y la ado­les­cen­cia. Tam­bién per­ma­ne­cen bas­tan­te esta­bles duran­te la edad adul­ta, y solo cam­bian a raíz de expe­rien­cias que alte­ran la vida, como el trau­ma. Pien­se en estos valo­res como una cons­ti­tu­ción, enmen­da­da sólo en raras oca­sio­nes y por razo­nes de impor­tan­cia crítica.

Una vez que somos cons­cien­tes de nues­tros valo­res fun­da­men­ta­les, pode­mos conec­tar­nos con lo que real­men­te desea­mos y nece­si­ta­mos. Esto hace que sea más fácil saber qué impac­to que­re­mos tener en el mun­do, así como las accio­nes y roles que reso­na­rán en noso­tros. Si no sabe­mos cuá­les son nues­tros valo­res fun­da­men­ta­les, podría­mos ter­mi­nar siguien­do una carre­ra que nos haga sen­tir miserables.

Enton­ces la pre­gun­ta es: ¿Cómo des­cu­bres tus valo­res fundamentales?

El autor reco­mien­da un ejer­ci­cio de his­to­ria de ori­gen . Esto impli­ca una refle­xión cui­da­do­sa sobre su vida para iden­ti­fi­car expe­rien­cias impor­tan­tes. Tales even­tos infor­man pro­fun­da­men­te sus valo­res por­que nun­ca quie­re olvi­dar­los, o espe­ra no vol­ver a pasar por ellos nun­ca más. Y esto influ­ye en su com­por­ta­mien­to futuro.

Habien­do seña­la­do estas expe­rien­cias, el siguien­te paso es escri­bir­las con el mayor deta­lle posi­ble. Esto debe incluir lo que suce­dió, quién estu­vo pre­sen­te y cómo se sin­tió. Por últi­mo, pien­se qué lec­cio­nes y creen­cias sur­gie­ron de cada expe­rien­cia y qué valo­res repre­sen­tan. Por ejem­plo, cuan­do el autor refle­xio­nó sobre su encuen­tro con el aco­so y el racis­mo, se dio cuen­ta de que esos momen­tos le habían incul­ca­do los valo­res de la com­pa­sión y la diversidad.

Una vez que esté cons­cien­te de sus valo­res fun­da­men­ta­les, pue­de usar­los para infor­mar sus deci­sio­nes, los obje­ti­vos que esta­blez­ca y los pro­yec­tos que asuma.

Para atraer a las personas adecuadas, comunique claramente su propósito más profundo y su plan

Una vez que esté bus­can­do un tra­ba­jo y metas que coin­ci­dan con sus valo­res fun­da­men­ta­les, debe rodear­se de per­so­nas que pue­dan ayu­dar­lo a lograr­los. Pero no pue­des aso­ciar­te con cual­quie­ra. Las per­so­nas con las que tra­ba­ja deben tener ideas afi­nes y estar ali­nea­das con sus valo­res. La bue­na noti­cia es que pue­de ase­gu­rar­se de que esas per­so­nas se sien­tan atraí­das por usted.

Para ins­pi­rar a la gen­te a unir­se a ti, nece­si­tas hacer más que com­par­tir lo que estás hacien­do; nece­si­ta com­par­tir por qué lo está hacien­do. Como huma­nos, esta­mos pro­gra­ma­dos para actuar basa­dos ​​en la emo­ción, y un pro­pó­si­to más pro­fun­do, el por qué detrás del qué, ape­la direc­ta­men­te a nues­tras emo­cio­nes. Este pro­pó­si­to más pro­fun­do se lla­ma un gran por qué , y es la razón por la que las per­so­nas se sien­ten atraí­das por algu­nas empre­sas y mar­cas sobre otras.

Por ejem­plo, el gran por qué de Apple es desa­fiar las con­ven­cio­nes y pen­sar dife­ren­te. Nike tie­ne como obje­ti­vo ins­pi­rar e inno­var para los atle­tas de todo el mun­do. Si desea atraer cola­bo­ra­do­res con la mis­ma efi­ca­cia con que estas mar­cas atraen clien­tes, debe iden­ti­fi­car el gran por qué está arrai­ga­do en sus valo­res personales.

Una vez que sepa su gran por qué, pue­de comu­ni­cár­se­lo a los demás. El autor sugie­re hacer­lo a tra­vés de un manifiesto. 

Un mani­fies­to es una decla­ra­ción públi­ca que des­cri­be su gran por qué y ofre­ce infor­ma­ción crí­ti­ca, como cómo ope­ra. Las cosas a con­si­de­rar al crear un mani­fies­to inclu­yen sus creen­cias, lo que lo hace úni­co y los valo­res que defien­de. Cuan­to más cla­ro sea el mani­fies­to, mayo­res serán las posi­bi­li­da­des de atraer a las per­so­nas adecuadas.

Hay un paso final para atraer a las per­so­nas ade­cua­das, y es tener una visión. En el tra­ba­jo y en la vida, es esen­cial tener una visión de lo que está bus­can­do y cómo pla­nea lograr­lo. Le ayu­da a actuar con inten­ción y ali­nea y moti­va a todos hacia una meta.

La mejor for­ma de crear una visión es mirar hacia el futu­ro y pre­gun­tar­se dón­de quie­re estar den­tro de tres años. ¿Qué quie­res haber logra­do, con quién quie­res tra­ba­jar y cómo quie­res que te vea el mun­do? Una vez que haya res­pon­di­do estas pre­gun­tas, pue­de tra­ba­jar hacia atrás para deter­mi­nar los pasos que le ayu­da­rán a dar vida a su visión. Habla­re­mos de esto más adelante.

Cuando fomenta los lazos sociales, aumenta los niveles de felicidad, compromiso y desempeño

Al cola­bo­rar en pro­yec­tos labo­ra­les o per­so­na­les, ¿qué influ­ye en el éxito?

Pro­ba­ble­men­te esté pen­san­do en las for­ta­le­zas, la comu­ni­ca­ción, las res­pon­sa­bi­li­da­des y los pla­zos. Y no te equi­vo­cas; estos son defi­ni­ti­va­men­te impor­tan­tes cuan­do se tra­ba­ja con per­so­nas. Pero hay otro com­po­nen­te que es abso­lu­ta­men­te esen­cial: la cone­xión social.

Estar social­men­te conec­ta­do no es solo una nece­si­dad bio­ló­gi­ca. Es fun­da­men­tal para la super­vi­ven­cia. Estar en una tri­bu ayu­dó a nues­tros ante­pa­sa­dos ​​a encon­trar comi­da y evi­tar el peli­gro. Aho­ra, los víncu­los socia­les son impor­tan­tes para la feli­ci­dad, la pro­duc­ti­vi­dad, la inte­li­gen­cia y la crea­ti­vi­dad. Es por eso que fomen­tar las cone­xio­nes socia­les entre las per­so­nas con las que tra­ba­ja es una habi­li­dad vital.

Las cone­xio­nes socia­les ofre­cen innu­me­ra­bles bene­fi­cios. Crean un entorno de tra­ba­jo posi­ti­vo para usted y los demás. Trans­for­man cual­quier equi­po en el que te encuen­tres. Aumen­tan la feli­ci­dad y el com­pro­mi­so. Como prue­ba, con­si­de­re el hecho de que tener ami­gos en el lugar de tra­ba­jo mejo­ra el desem­pe­ño de los emplea­dos. En su Encues­ta sobre el com­pro­mi­so de los emplea­dos, la empre­sa de aná­li­sis Gallup des­cu­brió que quie­nes tenían bue­nos ami­gos en el tra­ba­jo esta­ban sie­te veces más com­pro­me­ti­dos que sus cole­gas sin amigos.

Tan­to si eres líder de equi­po como si no, exis­ten tác­ti­cas que pue­des emplear para hacer que las cone­xio­nes socia­les sean más probables.

Una tác­ti­ca para gene­rar amis­ta­des es esta­ble­cer ritua­les y rea­li­zar even­tos socia­les. Ideal­men­te, estos se lle­van a cabo dia­ria­men­te, sema­nal­men­te, men­sual­men­te, tri­mes­tral­men­te y anual­men­te. Por ejem­plo, pue­de comen­zar cada día con un ejer­ci­cio de gra­ti­tud, para que las per­so­nas com­par­tan aque­llo por lo que están agra­de­ci­dos y ten­gan reunio­nes regu­la­res fue­ra del lugar de tra­ba­jo. Tales even­tos dan a las per­so­nas la opor­tu­ni­dad de conec­tar­se a nivel personal.

Otra tác­ti­ca es uti­li­zar espa­cios segu­ros, como un gru­po de WhatsApp don­de las per­so­nas pue­dan com­par­tir expe­rien­cias per­so­na­les y pedir apo­yo cuan­do sea nece­sa­rio. Esto ayu­da a crear un sen­ti­do de pertenencia.

Es pro­ba­ble que a muchos les resul­te difí­cil ser vul­ne­ra­bles, pero es un ingre­dien­te cla­ve para for­mar víncu­los. Así que tome la ini­cia­ti­va sien­do autén­ti­co y expre­san­do su pro­pia vul­ne­ra­bi­li­dad. El autor, por ejem­plo, se ase­gu­ra de decir­le a su equi­po cada vez que atra­vie­sa un momen­to difí­cil en su vida. Esto les da per­mi­so a los demás para hacer lo mis­mo y les brin­da la opor­tu­ni­dad de apo­yar­lo en todo lo que puedan.

Elige una misión que dejará al mundo en un lugar mejor

Hoy, el mun­do está conec­ta­do de más for­mas que nun­ca. Esto tie­ne muchos bene­fi­cios, pero tam­bién gene­ra impor­tan­tes res­pon­sa­bi­li­da­des. Nues­tras accio­nes y elec­cio­nes tie­nen con­se­cuen­cias de gran alcan­ce, un hecho que es espe­cial­men­te cier­to en los negocios.

Algu­nas empre­sas se cen­tran solo en las ganan­cias, igno­ran­do el daño que ellas o sus pro­duc­tos están cau­san­do. Estas son las que el autor deno­mi­na empre­sas Huma­nity Minus . No hace fal­ta decir que esto no está ali­nea­do ni con el Buda ni con la men­ta­li­dad rudo. Fusio­nar las for­ta­le­zas tan­to del Buda como del rudo sig­ni­fi­ca ser Huma­nity Plus : tener una misión que agre­ga valor al mundo.

Cuan­do estás enfo­ca­do en una misión que cam­bia­rá el mun­do para mejor, obtie­nes sig­ni­fi­ca­do y satis­fac­ción de tu tra­ba­jo. Tam­bién atraes a per­so­nas apa­sio­na­das por resol­ver pro­ble­mas y mar­car la diferencia.

Una for­ma de orien­tar­se hacia la misión es tener un Pro­pó­si­to Trans­for­ma­cio­nal Masi­vo, o MTP para abre­viar. Un MTP es un obje­ti­vo que ten­drá un impac­to enor­me. Como la misión de Goo­gle de hacer que la infor­ma­ción sea acce­si­ble universalmente.

Al igual que el de Goo­gle, su MTP debe ser un desa­fío. Esto hace que sea más emo­cio­nan­te tra­ba­jar para lograr­lo. Pue­de iden­ti­fi­car un MTP con­si­de­ran­do los pro­ble­mas y las cau­sas que lo ins­pi­ran, las per­so­nas a las que le gus­ta­ría impac­tar y las mar­cas impul­sa­das por la misión a las que ya apo­ya. Una vez que ten­ga un MTP, comien­ce a tomar accio­nes y a crear ini­cia­ti­vas que lo acer­quen a lograrlo.

Pero, ¿y si no está en con­di­cio­nes de mar­car una gran dife­ren­cia? Qui­zás los pro­yec­tos de su empre­sa no sean lo sufi­cien­te­men­te auda­ces, o usted tie­ne una peque­ña empre­sa o inclu­so tra­ba­ja solo. En este caso, es posi­ble que un Pro­pó­si­to Trans­for­ma­cio­nal Masi­vo no fun­cio­ne para usted, pero aún pue­de estar orien­ta­do a la misión. Sim­ple­men­te tie­nes que tomar una posición.

Adop­tar una pos­tu­ra a favor o en con­tra de algo es una bue­na mane­ra de infun­dir sig­ni­fi­ca­do a tu tra­ba­jo y mar­car la dife­ren­cia. Un influen­cer de las redes socia­les, por ejem­plo, pue­de hacer que nun­ca se pro­mue­van ali­men­tos no salu­da­bles. Del mis­mo modo, un dise­ña­dor de cami­se­tas pue­de cons­truir su mar­ca en torno a la trans­mi­sión de men­sa­jes positivos.

Y tomar una posi­ción audaz no es solo lo correc­to; tam­bién es bueno para los nego­cios. Una encues­ta de 2019 de la empre­sa de soft­wa­re Sprout Social reve­ló que el 66 por cien­to de los con­su­mi­do­res quie­ren que las mar­cas apo­yen públi­ca­men­te los pro­ble­mas polí­ti­cos y sociales.

No tengas miedo de las visiones audaces; te ayudan a lograr grandes cosas

¿Algu­na vez has oído hablar del expe­ri­men­to de la pul­ga en el frasco?

Los cien­tí­fi­cos colo­ca­ron pul­gas en un fras­co abier­to y, como era de espe­rar, sal­ta­ron todas. Lue­go se colo­ca­ron en un fras­co sella­do duran­te unos días y suce­dió algo intere­san­te. Cuan­do se qui­tó la tapa, las pul­gas no sal­ta­ron. Aun­que no había nada que los detu­vie­ra, habían sido con­di­cio­na­dos para sal­tar tan alto como la aber­tu­ra del frasco.

A pesar de ser mucho más inte­li­gen­tes que las pul­gas, las per­so­nas pue­den ser con­di­cio­na­das de la mis­ma mane­ra. Cuan­do las per­so­nas se acos­tum­bran a per­se­guir visio­nes peque­ñas, limi­tan lo que son capa­ces de lograr.

Las visio­nes atre­vi­das pue­den ser inti­mi­dan­tes, pero empu­jan a las per­so­nas a dejar una mar­ca en el mun­do, que es exac­ta­men­te lo que hace un rudo.

Enton­ces, ¿cuál es el secre­to para dar vida a visio­nes audaces?

Bueno, pri­me­ro recuer­de que cuan­to más gran­de sea la visión, más fácil será lograr­la. Los gran­des sue­ños entu­sias­man a las per­so­nas y la emo­ción ins­pi­ra acción, inclu­so fren­te a obs­tácu­los. Tam­bién es impor­tan­te pen­sar en el futu­ro. Hable sobre cómo será su pro­yec­to en diez años; esto atrae­rá a per­so­nas intere­sa­das en cons­truir el futuro.

Pero ase­gú­re­se de tener cla­ro cómo lle­gar a ese futu­ro. Esta­blez­ca metas men­su­ra­bles que lo ayu­den a lograr su visión. Y mien­tras esta­ble­ce sus metas, per­mí­ta­se fra­ca­sar. Cuan­do las per­so­nas no tie­nen mie­do de fallar, expe­ri­men­tan más, lo que pue­de lle­var a resul­ta­dos increí­bles. Pien­se de nue­vo en Goo­gle. El cua­ren­ta por cien­to de sus pro­yec­tos fra­ca­san, pero sus éxi­tos, des­de Goo­gle Dri­ve has­ta Gmail, son enormes.

Hay una cosa más que hacen los visio­na­rios auda­ces: con­se­guir que otras per­so­nas sue­ñen en gran­de. Para hacer esto, el autor sugie­re usar un Pre­sup­po­sed Clo­se . Esto es ima­gi­nar algo gran­dio­so para alguien y hablar como si ya lo hubie­ra logra­do. Es un gran moti­va­dor por­que mues­tra a las per­so­nas que crees en ellas.

Richard Bran­son, el exi­to­so empre­sa­rio, uti­li­zó esta tác­ti­ca cuan­do desa­fió a sus ami­gos a nadar tres millas de una isla a otra. Cuan­do com­ple­ta­ron la nata­ción, le dijo al gana­dor: “No pue­do espe­rar a ver cómo te irá en el camino de regre­so”. La idea que Bran­son plan­tó en la men­te de su com­pa­ñe­ra fue tan pode­ro­sa que se con­vir­tió en la pri­me­ra per­so­na en nadar en ambos sentidos.

Para un entorno de trabajo óptimo, permita que las personas se comuniquen libremente y actúen con rapidez

Ima­gí­ne­se esto: está hacien­do una llu­via de ideas con un cole­ga y los dos están en lla­mas. Están com­ple­ta­men­te sin­cro­ni­za­dos, cons­tru­yen­do sobre las ideas de los demás a la velo­ci­dad de la luz. Es diver­ti­do y emo­cio­nan­te, y ambos sien­ten que están hacien­do algo asombroso.

Hay un tér­mino para esto. Se lla­ma aco­pla­mien­to cere­bral, y los neu­ro­cien­tí­fi­cos han des­cu­bier­to que cuan­do las per­so­nas lo expe­ri­men­tan, sus cere­bros están lite­ral­men­te en la mis­ma fre­cuen­cia. Esto sig­ni­fi­ca que ope­ran como un super­ce­re­bro unificado.

Aho­ra, ima­gi­ne si todos los miem­bros de su equi­po, empre­sa o inclu­so fami­lia pudie­ran tra­ba­jar jun­tos de esta mane­ra. ¡Serías impa­ra­ble! ¿Bien adi­vi­na que? Es posi­ble crear un entorno cere­bral unificado.

En un entorno cere­bral uni­fi­ca­do, las ideas flu­yen de for­ma natu­ral. La gen­te siem­pre está pro­ban­do cosas nue­vas, lo que con­du­ce a un rápi­do cre­ci­mien­to. Para expe­ri­men­tar esto en su pro­pio gru­po u orga­ni­za­ción, libe­re a las per­so­nas de las reglas de la jerarquía.

Sí, los roles deben res­pe­tar­se, pero si las per­so­nas están preo­cu­pa­das por seguir la cade­na de man­do, no inter­cam­bia­rán ideas fácil­men­te. Pixar, una de las empre­sas más inno­va­do­ras que exis­ten, se dio cuen­ta de esto y eli­mi­nó la comu­ni­ca­ción jerár­qui­ca. Deci­die­ron que se podía acer­car a todos direc­ta­men­te, en cual­quier momen­to, inde­pen­dien­te­men­te de su ubi­ca­ción den­tro de la organización.

Con la jerar­quía fue­ra del camino, pue­de tra­ba­jar en la siguien­te cua­li­dad de un entorno cere­bral uni­fi­ca­do: la velocidad.

Para ello, apren­da de una estra­te­gia mili­tar que ani­me a las per­so­nas a actuar con rapi­dez, inclu­so si no están segu­ras. El coro­nel de la Fuer­za Aérea de los Esta­dos Uni­dos que lo desa­rro­lló se dio cuen­ta de que, si bien sus mejo­res pilo­tos derri­ba­ban más avio­nes enemi­gos que nadie, tam­bién des­per­di­cia­ban más balas. Esto se debe a que no espe­ra­ron a estar 100 por cien­to segu­ros antes de dis­pa­rar. Sim­ple­men­te vie­ron la opor­tu­ni­dad de dis­pa­rar y actua­ron en consecuencia.

El autor imple­men­ta esta idea en su empre­sa acor­tan­do el tiem­po de toma de deci­sio­nes. En lugar de lar­gas con­ver­sa­cio­nes de correo elec­tró­ni­co o reunio­nes que requie­ren mucho tiem­po, todo el equi­po con­fía en apli­ca­cio­nes de men­sa­je­ría rápi­da como Slack o WhatsApp. Enton­ces, en lugar de tomar una hora o inclu­so días para tomar una deci­sión, suce­de en cues­tión de minu­tos. Esto con­du­ce a más vic­to­rias y, si se toma la deci­sión inco­rrec­ta, a un apren­di­za­je más rápido.

Para tener inmunidad a los contratiempos y la presión, sepa que es suficiente y diseñe una vida que sea exclusivamente tuya

Pro­ba­ble­men­te hayas cono­ci­do a per­so­nas a las que no les moles­tan las opi­nio­nes de otras per­so­nas sobre ellos. Mar­chan al rit­mo de su pro­pio tam­bor y fácil­men­te supe­ran los con­tra­tiem­pos, ya sea una cita falli­da o un poco de retro­ali­men­ta­ción nega­ti­va. Estas per­so­nas han logra­do algo pode­ro­so; han supe­ra­do la nece­si­dad de sen­tir­se impor­tan­tes a los ojos de los demás.

Esto requie­re algo de tra­ba­jo por­que los huma­nos natu­ral­men­te ansían la apro­ba­ción. Pero cuan­do las per­so­nas se sien­ten total­men­te cómo­das con quie­nes son, su con­fian­za es impo­si­ble de rom­per y obtie­nen el con­trol total de sus vidas. Esta es una cua­li­dad increí­ble y, afor­tu­na­da­men­te, es una acti­tud que tú tam­bién pue­des desarrollar.

El pri­mer paso para des­ha­cer­se de la nece­si­dad de apro­ba­ción es dar­se cuen­ta de que quién y qué eres es sufi­cien­te. Cuan­do no se ve a sí mis­mo como defi­cien­te, su auto­es­ti­ma no se verá afec­ta­da por fac­to­res exter­nos como un fra­ca­so o alguien que no le agrada.

Para comen­zar a sen­tir que eres sufi­cien­te, adquie­re el hábi­to de expre­sar­te amor por ti mis­mo y prac­ti­car la gra­ti­tud per­so­nal. El sim­ple acto de mirar­se en el espe­jo y decir: “Te amo” todos los días, con el tiem­po, hará que te preo­cu­pes más por ti mis­mo. Para prac­ti­car la gra­ti­tud per­so­nal, haga una lis­ta men­tal de todas las cosas que apre­cia de sí mis­mo cada maña­na. Cen­trar­se en sus ras­gos posi­ti­vos los magnificará.

El siguien­te paso es dise­ñar una vida que sea úni­ca para ti.

Muchas per­so­nas per­mi­ten que la fami­lia, los medios de comu­ni­ca­ción y la socie­dad en gene­ral influ­yan en su for­ma de vida. El resul­ta­do es una vida crea­da para apa­ci­guar a los demás, que en últi­ma ins­tan­cia es insa­tis­fac­to­ria. El autor expe­ri­men­tó esto cuan­do siguió una carre­ra en infor­má­ti­ca basa­da en los con­se­jos de su abue­lo. Des­pués de estu­diar duran­te cin­co años y con­se­guir un tra­ba­jo en Micro­soft, se dio cuen­ta de que odia­ba su trabajo.

Para evi­tar una tram­pa simi­lar, debe deter­mi­nar cuá­les son sus sue­ños y metas, y lue­go dise­ñar su vida en torno a ellos. Empie­ce por pre­gun­tar­se qué expe­rien­cias desea en la vida, cómo le gus­ta­ría cre­cer como per­so­na y cómo quie­re retri­buir al mun­do. Una vez que sepa las res­pues­tas, pue­de crear una vida que sea un fiel refle­jo de usted, no de lo que el mun­do espe­ra de usted.

Apunta al crecimiento constante y deliberado en todas las áreas de tu vida

¿Recuer­das cuan­do empe­zas­te a per­se­guir el éxi­to? Qui­zás tus padres te ani­ma­ron a hacer­lo, o te dis­te cuen­ta de que las per­so­nas exi­to­sas son cele­bra­das y elo­gia­das. Inde­pen­dien­te­men­te de cómo se le ocu­rrie­ra la idea, no es el úni­co que pien­sa que la vida se tra­ta de cuán­to logra.

Pero este no es el pun­to de la vida en abso­lu­to. No debe con­cen­trar­se en per­se­guir el éxi­to. Más bien, su obje­ti­vo final debe­ría ser el crecimiento.

Para cre­cer, tie­nes que expe­ri­men­tar una trans­for­ma­ción, no solo apren­der algo nuevo.

¿Cual es la dife­ren­cia? Bueno, algo que apren­da se pue­de olvi­dar fácil­men­te en uno o dos días. Pero cuan­do te trans­for­mas, es irre­ver­si­ble. Es como apren­der a andar en bici­cle­ta. Cuan­do encuen­tras ese equi­li­brio, es impo­si­ble perderlo.

Una trans­for­ma­ción podría cam­biar la for­ma en que ve el mun­do o alte­rar una creen­cia arrai­ga­da. Y suce­de de dos for­mas dife­ren­tes. Pue­de expe­ri­men­tar algo dolo­ro­so que lo obli­gue a cam­biar: un des­amor cruel podría ense­ñar­le cómo ele­gir futu­ros socios. O pue­de adqui­rir nue­vos cono­ci­mien­tos de for­ma gra­dual y volun­ta­ria, leyen­do las bio­gra­fías de líde­res impor­tan­tes, por ejemplo.

Optar por una trans­for­ma­ción deli­be­ra­da sig­ni­fi­ca que es menos pro­ba­ble que expe­ri­men­te lec­cio­nes dolo­ro­sas. Y pue­de incor­po­rar este tipo de cre­ci­mien­to en su vida adop­tan­do una ruti­na de trans­for­ma­ción . Esto sig­ni­fi­ca crear tiem­po y opor­tu­ni­da­des para el cre­ci­mien­to personal.

La ruti­na de trans­for­ma­ción del autor inclu­ye mejo­rar la cali­dad de su sue­ño con la ayu­da de suple­men­tos y segui­mien­to del sue­ño. Esto con­du­ce a mejo­res esta­dos de áni­mo y ren­di­mien­to cere­bral duran­te el día. Medi­ta regu­lar­men­te, no solo sobre la aten­ción ple­na, sino tam­bién sobre la com­pa­sión, el per­dón, la gra­ti­tud e inclu­so los pla­nes futu­ros. Su ruti­na de trans­for­ma­ción inclu­ye lec­tu­ra veloz, lo que le per­mi­te adqui­rir nue­vos cono­ci­mien­tos mucho más rápido.

Des­pués de dise­ñar una ruti­na de trans­for­ma­ción per­so­nal, fomen­te el cre­ci­mien­to en su vida labo­ral crean­do las con­di­cio­nes ade­cua­das, ya que esto mejo­ra­rá su desem­pe­ño. Empie­ce por libe­rar sus maña­nas. Cuan­do las per­so­nas no están bajo pre­sión para ir a tra­ba­jar tem­prano, pue­den prio­ri­zar cosas como dor­mir, hacer ejer­ci­cio, medi­tar y leer. Tam­bién es una bue­na idea reser­var dine­ro espe­cí­fi­ca­men­te para opor­tu­ni­da­des de cre­ci­mien­to como entre­na­mien­to y bienestar.

Mírate a ti mismo de manera diferente y tu vida cambiará

¿Cómo es tu yo ideal?

Qui­zás este per­fec­to tú está increí­ble­men­te en for­ma. O en una rela­ción fan­tás­ti­ca. O lo sufi­cien­te­men­te rico como para no preo­cu­par­se nun­ca por el dine­ro. Aho­ra, ¿qué pasa­ría si alguien te dije­ra que pue­des con­ver­tir­te en esa per­so­na? Todo lo que tie­nes que hacer es deci­dir que eso es lo que eres.

Pue­de que pien­ses que esto es inve­ro­sí­mil, ¡pero en reali­dad fun­cio­na! La for­ma en que te ves da for­ma a tus expe­rien­cias. Enton­ces, si adop­tas creen­cias empo­de­ran­tes sobre ti mis­mo, tu com­por­ta­mien­to sigue su ejem­plo, y tam­bién lo hace tu vida.

Este cam­bio de iden­ti­dad es la últi­ma fase de la fusión del Buda y el rudo. Una vez que lo com­ple­te, su vida se vol­ve­rá ver­da­de­ra­men­te satis­fac­to­ria en todos los sentidos.

La pri­me­ra par­te del pro­ce­so es ima­gi­nar tu vida per­fec­ta. Pre­gún­te­se: si cosas como el dine­ro o la ubi­ca­ción no impor­ta­ran, ¿cómo sería un día per­fec­to? No esta­mos hablan­do de expe­rien­cias extre­mas como esca­lar el Mon­te Eve­rest. Solo con­si­de­re un día pro­me­dio en su vida perfecta.

Escri­be en un dia­rio sobre este día para com­pren­der el tipo de per­so­na que te gus­ta­ría ser antes de pasar al siguien­te paso: desa­rro­llar a esta persona.

Deter­mi­ne cómo le va a su yo per­fec­to en los cua­tro aspec­tos de una iden­ti­dad salu­da­ble. Estos son: bien­es­tar, crea­ti­vi­dad e ins­pi­ra­ción, abun­dan­cia y poder, y amor y cone­xión. Escri­be sobre cómo le está yen­do a tu yo ideal en cada área. ¿Es este yo sano y lleno de ener­gía? Pro­duc­ti­vo y moti­va­do? ¿Tie­ne este yo acce­so a dine­ro y recur­sos, y dis­fru­ta de rela­cio­nes de alta cali­dad? El obje­ti­vo es deter­mi­nar en quién debes con­ver­tir­te para vivir ese día perfecto.

Cuan­do sepa todo lo que pue­da sobre su yo per­fec­to, es hora de adop­tar las creen­cias y com­por­ta­mien­tos de ese yo. Haz esto usan­do la téc­ni­ca de Pre­gun­tas nobles . 

A dife­ren­cia de las afir­ma­cio­nes, que impli­can la repe­ti­ción de afir­ma­cio­nes has­ta que las crees, la téc­ni­ca de pre­gun­tas ele­va­das plan­tea una pre­gun­ta y ani­ma a tu cere­bro a encon­trar prue­bas. Por ejem­plo, al hacer la pre­gun­ta “¿Por qué soy tan crea­ti­vo?” su sub­cons­cien­te bus­ca­rá prue­bas de crea­ti­vi­dad. Cuan­tas más prue­bas encuen­tre, más cree­rá que es creativo.

Para imple­men­tar la téc­ni­ca, pro­pon­ga como máxi­mo diez pre­gun­tas basa­das en la iden­ti­dad per­fec­ta que ha crea­do y lue­go medi­te sobre ellas a dia­rio. Comen­za­rá a adop­tar los com­por­ta­mien­tos que seña­lan y, a medi­da que lo haga, pue­de agre­gar más pre­gun­tas. Con el tiem­po, usted y toda su vida cambiarán.

Ayude a otros a diseñar la vida de sus sueños

Mien­tras tra­ba­jas para hacer de tu vida una obra maes­tra úni­ca, ani­ma a los demás a hacer lo mis­mo empu­ján­do­los hacia sus sue­ños. Pre­gún­te­le a las per­so­nas que lo rodean qué quie­ren expe­ri­men­tar, cómo les gus­ta­ría cre­cer y qué con­tri­bu­cio­nes quie­ren hacer al mun­do. Lue­go, dales un peque­ño obse­quio que los ayu­de a acer­car­se a sus sue­ños: un libro, por ejem­plo, o cual­quier otra herra­mien­ta que fomen­te el crecimiento.


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Filed Under: Políticia y Economía

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