Actualizado el sábado, 18 diciembre, 2021
Dime a qué es a lo que culpas cuando alguien comete un delito y te diré qué fobia padeces:
– Si culpas a su raza: racismo
– Si culpas a su origen: xenofobia
– Si culpas a su religión: islamobia, antisemitismo…
– Si culpas a su género: machista, hembrista
– Y podríamos seguir así dejando que nuestros sesgos fueran repartiendo culpas en en el exogrupo en lugar de de centrarlas en el auténtico motivo.
«Detrás del racismo siempre hay un egoísmo económico, que primero se camufla con teorías y cuando estas fallan, con violencia. Detrás del racismo sólo hay explotación y por ello, nadie hace ascos a los ricos de otras razas.»
IRRESPECTIVE OF RACE, NATIONALITY, RELIGION.Vincenzo Valerio Fagnani (Italy)
¿Qué raza tienen los españoles?
Pero ahora que hablamos de RACISMO y #blacklivesmatter, recordemos las paradojas de la raza y que por ejemplo, los españoles se consideran erróneamente de raza ARIA (procedentes de las estepas rusas aunque otros estudios los sitúan, en origen, en la antigua Alemania o en Escandinavia al pasar los arios originales por los Urales dirección a Europa).
En 2020, por ejemplo, no solo vimos renacer del Black Lives Matter. Debemos recordar, también, que es el año en que a Hollywood consideró a Antonio Banderas un actor de color. A Banderas lo pintaron de “moreno” (nomenclatura “brown” en sentido coloquial). Aunque si a alguien de España le molesta que le coloquen con latinos o países musulmanes del mediterráneo… debería pensar por qué le molesta tanto no ser considerado como «blanco» en otros países.
«Nazis. Odio a los nazis», decía nuestro arqueólogo favorito, Indiana Jones, que se enfrentó a los encargados por Hitler para excavar en busca de tesoros. La frase de Jones, ay, difícilmente la suscribiría la arqueología española oficial de la posguerra. Más bien al contrario: esa rama de la ciencia abrió con entusiasmo los brazos a la arqueología nazi, representada especialmente por la siniestra organización de las SS Deutsches Ahnenerbe (Herencia Ancestral Alemana), que, entre otras labores, investigaba y excavaba por todo el mundo tratando de probar y justificar las abominables teorías raciales del credo hitleriano como la supremacía aria.
Si embargo, si damos por buena la teoría de las razas, los españoles seríamos raza MEDITARRÁNEA un tipo físico predominante en el sur de Europa (principalmente en Portugal, España, Andorra, el sur de Italia, el sur de Francia, Grecia, Albania y Macedonia), Chipre, Turquía, en el Norte de África (principalmente en Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto y Libia), en Asia Occidental (Líbano e Siria), en ciertas partes de la Europa oriental (principalmente en Bulgaria, Rumania, Moldavia y Hungría), Asia central, Asia del sur (principalmente Afganistán e Irán).
Biológicamente, ¿existen las razas humanas?
Respecto a las razas, las declaraciones científicas que quizás gozan de más autoridad son las de un grupo de expertos reunidos por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
En 1950, 1951, 1964 y 1967 se celebraron reuniones en las que un grupo internacional de antropólogos, zoólogos, médicos, anatomistas y otros promulgaron de común acuerdo cuatro declaraciones sobre las razas. La última enfatizaba los tres puntos siguientes:
“Todos los hombres que viven hoy día pertenecen a la misma especie y descienden del mismo tronco.”
“La división de la especie humana en ‘razas’ es en parte convencional y en parte arbitraria, y no implica ninguna jerarquía en absoluto.”
“El conocimiento biológico actual no nos permite imputar los logros culturales a las diferencias en el potencial genético, sino que solo deberían atribuirse a la historia cultural de los diferentes pueblos. Los pueblos del mundo actual parecen poseer igual potencial biológico para alcanzar cualquier nivel de civilización.”
Todas estas anécdotas ilustran la complejidad del debate racial. Por un lado, las investigaciones científicas muestran que no hay tal cosa como razas humanas, y se propone el concepto de linaje, para referirse a grupos con ancestros comunes. Por otro lado, las clasificaciones tradicionales de raza no tienen que ver con proximidades genéticas entre los grupos racializados por el grupo dominante, sino que cada sociedad considera pertinentes unas razas que en otras sociedades se agrupan de distinta forma. Por ejemplo, las «razas» en las que el censo de EEUU clasifica a su población nada tienen que ver con las «razas» en las que el imperio español agrupaba a la población americana. Bueno, perdón, algo sí tienen que ver. En ambos casos son formas de agrupar a la población para dividirla y poder dominarla con más facilidad. Porque en eso consisten las razas, en instituir en los cuerpos la dominación social.
José Saturnino Martínez García
¿Nos diferencia nuestro color de piel? NO, nuestra biología personal
Los últimos treinta o cuarenta años de ciencias sociales han traído una censura autoritaria a la forma en que se nos permite pensar y hablar sobre la diversidad de las personas en la Tierra.
Somos, oficialmente, todos iguales: no hay razas.
Imperfecto como las viejas ideas sobre razas, los estudios genómicos modernos revelan un panorama sorprendente, atractivo y diferente sobre la diversidad genética humana.
Somos, en promedio, alrededor del 99,5 % genéticamente similares entre unos y otros. Se trata de una nueva cifra, frente a la estimación anterior de 99,9 %. Para poner en perspectiva lo que puedan parecer diferencias minúsculas, somos alrededor del 98,5 % similares, tal vez más, a los chimpancés, nuestros parientes evolutivos más cercanos.
Esta nueva cifra tiene gran importancia para nosotros. Entre otras cosas, deriva de muchas diferencias genéticas pequeñas que se han conocido a partir de estudios comparativos de poblaciones humanas.
Lo que todo esto significa es que, nos guste o no, puede haber muchas diferencias genéticas entre poblaciones humanas, incluyendo diferencias que pueden llegar a corresponder con las viejas clasificaciones de ‘raza’, que son diferencias reales en el sentido de hacer que un grupo sea mejor que otro para dar respuesta a un problema medioambiental concreto. Esto de ninguna manera quiere decir que un grupo en general es “superior” a otro, o que un grupo debería ser preferido sobre otro. Pero nos advierte que debemos estar preparados para discutir las diferencias genéticas entre las poblaciones humanas.
Diferencias étnicas naturales
Las diferencias entre las personas de ascendencia africana y europea son el resultado de la selección natural. Y es que en función del lugar que habitaran, unas y otras hubieron de afrontar distintos retos para la salud y acabaron seleccionando aquellas respuestas inmunes que les supusieran una ventaja.
Pero, ¿no se supone que los primeros europeos también vivieron en África? Pues sí, pero según sugieren ambos estudios, en el momento que llegaron a Europa comenzaron a seleccionar respuestas inmunes más ‘reducidas’. O lo que es lo mismo, menos potentes.
Y a ello se suma que el sistema inmune de los europeos es el resultado del entrecruzamiento entre los ‘ancestros originales’ y los neandertales, que llegaron más tarde con nuevas variantes genéticas a las que no se vieron expuestas los que permanecieron en África.
En el primero de los trabajos, el equipo de investigadores del Lluis Quintana-Murci contó con la participación de 200 personas de ascendencia africana o europea y analizó la secuencia del ARN de sus monocitos para caracterizar la manera en la que estas células inmunes hacían frente a una invasión por un virus o una bacteria.
Y de acuerdo con los resultados, los participantes mostraron un gran número de diferencias en la actividad de ciertos genes específicos de los monocitos en función de que su origen.
¿Racismo en España?
Todos somos capaces de ver el racismo en otros países, pero, ¿qué hay de todos esos casos de racismo que están en nuestro día a día? Moha Gerehou nos anima a revisar esas expresiones, comentarios y comportamientos diarios que muchas veces pasan desapercibidos pero que están basados en prejuicios y estereotipos racistas.
3 respuestas a «¿Tiene sentido el racismo para la ciencia? (si existen, seguramente no seas de la raza que imaginas)»