Actualizado el lunes, 14 octubre, 2024
Alzar la voz cuando sientes que ciertos líderes religiosos no representan tu fe es responsabilidad de cualquier creyente. En esta ocasión, se trata de otra de esas noticias que pasará desapercibida. Es la que reunió a más de 200 musulmanes para orar por las víctimas del tiroteo de Orlando y para romper su ayuno durante el mes del Ramadán:
O la historia de Mahmoud ElAwadi, un «musulmán americano orgulloso» que también está en plena celebración del Ramadán y vive en Orlando, donde este domingo se perpetró la mayor matanza de Estados Unidos desde los ataques del 11-S. Como él, hay millones de musulmanes que nos quieren recordar que las acciones de los terroristas ya sean organizados o de forma individual, no les representan, que son inhumanos y van en contra de los principios del Islam. La acción trata de contrarrestar la peligrosa actividad en internet de los yihadistas y también de la homofobia. ElAwadi, a pesar de no poder comer ni beber por estar ayunando para celebrar su sagrado mes de Ramadán, ha sido una de las miles personas que han donado sangre para las víctimas del ataque y así lo ha querido expresar desde su cuenta de Facebook:
Las estadísticas de un estudio del Pew Research Center nos demuestran (aquí una actualización del estudio realizada en Diciembre de 2015) que las personas que profesan la religión islámica, se sienten igual o mayormente amenazadas que aquellas que viven a miles de kilómetros de distancia de su epicentro y donde dicha religión es minoritaria.
La preocupación por el incremento del extremismo islámico en Oriente Medio se sitúa entre el 50 y el 100% en 2014, situándose en un 92% en el Líbano y un 80% en Túnez. Así mismo, las opiniones desfavorables a Al qaeda y a Hezbollah son mayoritarias, siendo del 81 y 83% respectivamente en Jordania. A partir de estos datos, debemos dejar de acusar y señalar con el dedo a toda la comunidad islámica como instigadores de violencia y terrorismo, por culpa de unos cuantos. Ellos también rechazan esos comportamientos y son, en mayor medida, los que los tienen que sufrir en sus países.
¿Por qué relacionamos automáticamente religión con extremismo/terrorismo islámico?
Noticias como esta, no consiguen llegar fácilmente hasta los titulares, exceptuando las páginas de deportes. Suelen llamar más la atención las muertes que los nacimientos o los fracasos que los éxitos, al menos entre las páginas de los principales medios.
Lamentablemente, hay demasiados procesos de aprendizaje que se limitan a obligar a los alumnos a aprender de memoria la lección para repetirla como un papagayo, sin encarar la otra parte, la de preguntarnos sobre la fiabilidad de la información que recibimos.
¿Acaso relacionamos de igual manera el catolicismo con los actos reprobables que se han llevado a cabo a lo largo de la historia auspiciados por dicha religión? Basta con teclear dichos términos en Google para darse cuenta de que la relación entre “Islam” y “terrorismo” es muy alta aunque movimientos como #NotInMyName intenten luchar contra ello.
Agradecemos a todos estos ciudadanos musulmanes, por pequeño que sea su gesto, por su valor en la expresión de cómo sienten su religión ayudándonos a ver que el islamismo y el mundo musulmán no sólo es representado por el terrorismo que inunda las noticias.