El veganismo está considerado como una filosofía de vida que va más allá de unas restricciones alimentarias. Ser vegano conlleva la eliminación de cualquier producto animal de tu dieta, además de no usar nada que esté fabricado con ellos: desde la ropa a la cosmética.
Pero, ¿hasta qué punto llegan estas restricciones? Al parecer, para algunos abarcan hasta el plano sexual. Este es el caso de Nueva Zelanda donde, según un estudio elaborado por la Universidad de Canterbury, ha nacido un nuevo término los «vegasexuales». Hace referencia a aquellos veganos que aseguran no mantener relaciones íntimas con personas que comen carne; su teoría afirma que pueden contaminarse con sus fluidos, en los que, dicen, están presentes partículas y proteínas de origen animal.
La base de su defensa es el miedo a estar en contacto con un cuerpo compuesto, literalmente, por restos de seres vivos que murieron para ser su sustento.
Esta conclusión está respaldada por una encuesta realizada a veganos, en la que la mayoría de los encuestados aseguraban percibir un olor distinto en los cuerpos de personas omnívoras y subrayaron su rechazo a besar o intercambiar fluidos con personas que se alimentan de carne.Y vosotros, ¿pensáis que es una conclusión exagerada? Para que lo entendáis mejor, donde un omnívoro ve un suculento plato de albóndigas, los veganos perciben una mezcla de músculos triturados, en definitiva, un ser vivo muerto. De ahí, su aprensión a besar a alguien que acaba de comerse un plato de carne.
A nosotros esta postura nos parece muy radical, pero sí que creemos que es una cuestión «endogámica» el hecho de que al ser un colectivo minoritario muy activista, probablemente termines encontrado una pareja de este círculo. Por lo tanto, habría que preguntarse si la vegasexualidad es una cuestión de afinidades o sus argumentos científicos tienen alguna validez.
¿Son los fluidos de una persona vegana diferentes a los de alguien que come carne?
La respuesta es no. Una vez que los alimentos llegan al estómago, transforman sus componentes de origen en otros distintos: exactamente los mismos que los de alguien que se alimenta exclusivamente de productos de origen vegetal. O, dicho de otra forma, es posible que la saliva contenga partículas animales, pero el resto de fluidos, como el sudor u otras secreciones, son desechos de elementos ya procesados y reconvertidos en los que esas proteínas han desaparecido.
Después de desechar la teoría sobre los diferentes fluidos corporales o el olor, llegamos a la conclusión de que esta tendencia es fruto de la filosofía de vida vegana. Es algo evidente que si estás en contra de que los animales mueran para servir de alimento, siempre te vas a sentir más cómodo con alguien que comparta esta inquietud que con alguien que lo vea extraño o exagerado.
¿Crees que es adecuado mezclar alimentación y amor? Recuerda, lo más importante es respetar las preferencias personales.
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