Actualizado el lunes, 19 octubre, 2020
Albert Einstein se ha convertido en todo icono contemporáneo. Más allá de sus descubrimientos y las historias sobre su vida y sus famosas citas (algunas ciertas pero la mayoría de ellas falsamente atribuidas), el fetichismo de los coleccionistas ha llegado a convertir sus diarios y cartas personales en preciados objetos de coleccionistas.
Entre estas cartas hoy queremos destacar una de las más famosas y reveladoras del pensamiento y filosofía de Albert Einstein. Se trata de una carta manuscrita que se subastó por casi 3 millones de dólares en la sala de subastas más famosa del mundo: Christie’s, en Nueva York.
Un precio realmente sorprendente ya que partía de un precio inicial de 1 millón de dólares (lo cual ya nos parece excesivo a la redacción de muhimu.es).
Sin embargo, había varios millonarios interesados en esta carta que el físico alemán envió desde Princeton, Estados Unidos, al filósofo judío alemán Eric Gutkind y no quisieron renunciar a ella hasta que esta carta empezó a triplicar su precio inicial.
«Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión»
Además de la carta, dentro del lote subastado también estaba una foto del filósofo, el sobre original donde iba la carta y el libro de Gutkind «Escoger la vida: la llamada bíblica a la rebelión», que el autor envió a Einstein.
Con la célebre «Carta de Dios» donde Einstein señala a un dios similar al de Spinoza, el físico fusiona sus pensamientos sobre la religión, su identidad judía y su propia búsqueda del sentido de la vida, al tiempo que refuta los argumentos que Gutkind desarrolla en la obra.
¿Qué decía Einstein sobre Dios en esta carta privada?
La carta la forman dos sencillas páginas escritas a mano y en alemán. La fecha que hay en ellas es la del 3 de enero de 1954, cuando Albert Einstein contaba con la avanzada edad de 75 años y un año antes de morir en Estados Unidos.
Está escrita en un tono cortés y crítico como demuestra en una de las sentencias clave para entender el contenido de la misma:
«La palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de la debilidad humana»
Albert Einstein
Más cercano al pensamiento teológico de Spinoza, utiliza en su texto un alemán directo y sencillo en las formas pero duro en el contenido ya que califica la religión judía y a la biblia cristiana como una «encarnación supersticiosa» y «una colección de leyendas venerables pero bastante primitivas».
Además, quizás por su avanzada edad, se muestra muy inflexible a otras influencias en su pensamiento: «Ninguna interpretación, sin importar el matiz que sea, cambiará mi punto de vista sobre esto».
«El pueblo judío al que pertenezco gustosamente, y en cuya forma de pensar me siento profundamente anclado, no tiene para mí ningún tipo de dignidad diferente a la del resto pueblos. Según mi experiencia, en realidad no son mejores que otros grupos humanos»
Albert Einstein
Einstein y el dios de Spinoza: el filósofo que le haría cambiar de opinión
Einstein descubrió a Spinoza gracias a la labor de filósofos alemanes que recuperaron las obras de este desconocido autor a principios del siglo XIX. Aunque sus coetáneos no apreciaran e incluso le atacaran por su crítica racionalista de la ortodoxia religiosa, sus obras y pensamientos fueron recuperados por los grandes filósofos alemanes como Renan, Schleiermacher, Goethe, Hegel, Schelling.
Ellos no sólo recataron del olvido sus obras sino que alabaron los avances filosóficos y teológicos de Spinoza hasta llegar a encumbrarlo como el padre del pensamiento moderno.