• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to footer

muhimu

Historias que merecen ser compartidas

  • LO MÁS LEÍDO
  • DESARROLLO PERSONAL
    • Salud y Psicología
    • Arte y Cultura
    • Educación y Formación
    • Crecimiento Personal
    • Diversidad
    • Historias Inspiradoras
    • Familia y Hogar
  • FINANZAS E INVERSIÓN
    • Finanzas e Inversión
    • Políticia y Economía
    • Ciencia y Tecnología
    • Pensamiento Crítico
    • Soft-skills Profesionales
  • UN MUNDO MEJOR
    • Feminismo + LGBTi+
    • Sostenibilidad
    • Innovación Social
    • Cooperación
    • Noticias Internacionales
    • Violencia y Conflictos
You are here: Home / Arte y Cultura / Por qué importa el diseño social

Por qué importa el diseño social

30/04/2022 by María Hidalgo

Mere­ce ser compartido:

Why Design Mat­ters (por Deb­bie Mill­man) es una colec­ción de algu­nas de las mejo­res entre­vis­tas del pod­cast de lar­ga dura­ción de Deb­bie Mill­man del mis­mo nom­bre. Reco­pi­la más de 50 entre­vis­tas de más de 15 años de con­ver­sa­cio­nes. Estas char­las no solo expli­can por qué es impor­tan­te el dise­ño, sino que tam­bién mues­tran cómo los prin­ci­pios del dise­ño social se extien­den a la crea­ti­vi­dad en gene­ral y las for­mas en que nos comu­ni­ca­mos y expresamos.

  • Deb­bie Mill­man es dise­ña­do­ra, cura­do­ra, artis­ta y escri­to­ra. Fue direc­to­ra de arte de la revis­ta Print y socia y pre­si­den­ta de la Divi­sión de Dise­ño de Ster­ling Brands, don­de tra­ba­jó en varias cam­pa­ñas de alto per­fil. Des­de 2005, pre­sen­ta y entre­vis­ta a dise­ña­do­res y sus pro­ce­sos crea­ti­vos para su pod­cast Design Mat­ters .

__ ¿Qué des­cu­bri­rás en este post? __

  • Ins­pí­ra­te con las pala­bras y la sabi­du­ría de los gigan­tes crea­ti­vos del diseño
  • El dise­ño impor­ta por­que el dise­ño es una herra­mien­ta pode­ro­sa para la comunicación
  • Las leyen­das del dise­ño hablan de la impor­tan­cia de la per­sis­ten­cia y de seguir aprendiendo
  • Algu­nos artis­tas tra­ba­jan ardua­men­te para tra­tar de decir la ver­dad al poder y lograr un cam­bio social positivo
  • La crea­ti­vi­dad pue­de bene­fi­ciar­se de la estruc­tu­ra y las limitaciones
  • Pue­de supe­rar los pro­ble­mas hacien­do el tra­ba­jo y hacien­do las pre­gun­tas correctas
  • La crea­ti­vi­dad pue­de pro­ve­nir de una com­bi­na­ción de con­fian­za, duda y man­te­ner­se fiel a sus creencias

Inspírate con las palabras y la sabiduría de los gigantes creativos del diseño

Des­de 2005, Deb­bie Mill­man se ha sen­ta­do regu­lar­men­te con algu­nas de las men­tes crea­ti­vas más bri­llan­tes para hablar sobre sus vidas y su tra­ba­jo. Algu­nas de estas per­so­nas han sido juga­do­res impor­tan­tes en el mun­do del dise­ño grá­fi­co, pero en estos días es tan pro­ba­ble que Mill­man se sien­te con un escri­tor o un direc­tor de Broad­way como con una ilus­tra­do­ra o artis­ta grá­fi­ca. Como pron­to apren­de­rá, el dise­ño está en todas par­tes. Está en la pági­na, está en el esce­na­rio y la pan­ta­lla, está en la ropa que usas y en el empa­que de la comi­da que com­pras. El dise­ño se tra­ta, en últi­ma ins­tan­cia, de comu­ni­car ideas. Es la mate­ria del arte, la crea­ti­vi­dad y la vida.

Si se sus­cri­be al pod­cast de entre­vis­tas de Mill­man, Design Mat­ters , sabrá lo diver­ti­do que es escu­char las ideas de dise­ña­do­res, ilus­tra­do­res, direc­to­res, com­po­si­to­res, fotó­gra­fos, todo tipo de per­so­nas crea­ti­vas. Dis­cu­ti­re­mos muchas de las ideas de los invi­ta­dos de Mill­man aquí. Pero este artícu­lo se deri­va de un libro que se deri­va de un pod­cast. Enton­ces, lo que no podre­mos hacer es repro­du­cir la ale­gría de escu­char a los pro­pios invi­ta­dos. Sin embar­go, lo que pode­mos hacer es dar­le algu­nas ideas cla­ve sobre lo que hace que estos invi­ta­dos sean tan crea­ti­vos. Y para ello, nos hemos segui­do hacien­do estas dos pre­gun­tas a la hora de hacer este artícu­lo: ¿Cuá­les son los temas que tie­nen en común las men­tes crea­ti­vas? Y, por supues­to, ¿por qué impor­ta el dise­ño?

En estos con­se­jos de dise­ño, aprenderás

  • cómo las limi­ta­cio­nes pue­den des­per­tar la creatividad;
  • que el dibu­jo pue­de ser un len­gua­je uni­ver­sal; y
  • por qué debe­rías apren­der a bai­lar con tus miedos.

El diseño importa porque el diseño es una herramienta poderosa para la comunicación

Si sabe algo sobre la his­to­ria del dise­ño grá­fi­co, pro­ba­ble­men­te esté fami­lia­ri­za­do con el nom­bre Mil­ton Glaser.

Gla­ser es, de hecho, una de las leyen­das del nego­cio, ya que cofun­dó la revis­ta New York y dise­ñó algu­nas de las imá­ge­nes más icó­ni­cas de los años sesen­ta y seten­ta, inclui­do el logo­ti­po “I Love New York”. Su nom­bre es sinó­ni­mo de dise­ño. Otra par­te de lo que hace que Gla­ser sea una figu­ra tan legen­da­ria es que tam­bién ha pasa­do mucho tiem­po pen­san­do en por qué es impor­tan­te el dise­ño. De hecho, escri­bió un influ­yen­te artícu­lo titu­la­do “12 pasos en el camino del dise­ña­dor al infierno”.

En él, Gla­ser enu­me­ra muchas de las deci­sio­nes difí­ci­les que los dise­ña­do­res deben tomar en el trans­cur­so de sus carre­ras. Estas son deci­sio­nes tan impor­tan­tes que Gla­ser con­si­de­ra que cada una es un paso hacia o fue­ra del infierno. ¿Por qué? Bueno, todo se redu­ce al sim­ple hecho de que un dise­ña­dor se comu­ni­ca con el públi­co. Todo, des­de un car­tón de leche has­ta una cam­pa­ña pre­si­den­cial, con­tie­ne ele­men­tos de dise­ño que fue­ron pen­sa­dos ​​por alguien. Y, como todos sabe­mos, algu­nos de estos dise­ños están hechos para ter­gi­ver­sar inten­cio­nal­men­te. Tal vez tie­nen la inten­ción de hacer que el pro­duc­to se vea más gran­de en el estan­te o que sean más salu­da­bles de lo que real­men­te son. Tal vez el pro­duc­to pro­me­ta resul­ta­dos que usted sabe que son com­ple­ta­men­te fal­sos. O tal vez el pro­duc­to se crea con tra­ba­jo infan­til o es dañino de otras mane­ras, o inclu­so poten­cial­men­te mor­tal cuan­do se usa inco­rrec­ta­men­te. Así que la pre­gun­ta se con­vier­te en, ¿dón­de está tu línea? ¿En qué nivel de ter­gi­ver­sa­ción se nega­ría a par­ti­ci­par? ¿Qué men­ti­ras no dirás para ven­der una idea o un producto?

En resu­men, el dise­ño impor­ta por­que los dise­ña­do­res saben mucho sobre las herra­mien­tas de comu­ni­ca­ción. El dise­ño pue­de mani­pu­lar las men­tes y ser per­sua­si­vo tan­to para bien como para mal. El tra­ba­jo de un dise­ña­dor pue­de hacer que quie­ras hacer ejer­ci­cio o fumar cigarrillos.

Hoy en día, esto es qui­zás más pro­ble­má­ti­co que nun­ca. En la déca­da de 1960, Gla­ser hizo su carre­ra sien­do un albo­ro­ta­dor de la con­tra­cul­tu­ra. Pero aho­ra, la polí­ti­ca, las cor­po­ra­cio­nes y los medios se han entre­la­za­do tan­to que ser un albo­ro­ta­dor pro­ba­ble­men­te resul­te en el tipo de pro­ble­mas que sim­ple­men­te daña­rán su carre­ra, no la ayudarán.

Sin embar­go, los dise­ña­do­res tie­nen el cono­ci­mien­to y las herra­mien­tas para ayu­dar. Saben cómo comu­ni­car­se de mane­ras que la per­so­na pro­me­dio no sabe. Y la con­clu­sión a la que lle­ga Gla­ser es que deben ser bue­nos ciu­da­da­nos y usar esas herra­mien­tas para publi­car, reac­cio­nar ante lo que suce­de, crear mani­fies­tos, publi­car su tra­ba­jo en las calles, lle­gar al públi­co y cam­biar cora­zo­nes y men­tes para mejor.

Curio­sa­men­te, los pen­sa­mien­tos de Gla­ser se repi­ten en otra leyen­da en el cam­po del dise­ño grá­fi­co, Ste­ven Heller, quien pasó 30 años como direc­tor de arte para el New York Times . Mill­man ha rea­li­za­do 14 entre­vis­tas dife­ren­tes con Heller a lo lar­go de los años. Uno de los momen­tos cla­ve de esas muchas entre­vis­tas es cuan­do Heller expli­ca su filo­so­fía per­so­nal de dise­ño y por qué no siguió una carre­ra en publi­ci­dad o mar­ca. Para Heller, el dise­ño siem­pre debe ser­vir a un pro­pó­si­to social.

Las leyendas del diseño hablan de la importancia de la persistencia y de seguir aprendiendo

Enton­ces, aho­ra que hemos amplia­do nues­tra idea de dise­ño y tene­mos una idea de lo impor­tan­te e influ­yen­te que pue­de ser, cam­bie­mos de mar­cha y vea­mos qué hace fun­cio­nar a algu­nas de las men­tes crea­ti­vas más bri­llan­tes de la actualidad.

Mil­ton Gla­ser es, por supues­to, una de las per­so­nas que Mill­man con­si­de­ra una “leyen­da”. Pero tam­bién lo son per­so­nas como la dise­ña­do­ra Pau­la Scher, la nove­lis­ta grá­fi­ca Ali­son Bech­del, los escri­to­res Eileen Myles, Anne Lamott y Seth Godin, y el fotó­gra­fo Albert Watson.

Todos tie­nen su pro­pia his­to­ria, un via­je úni­co que los lle­vó a encon­trar una voz pode­ro­sa y crea­ti­va úni­ca. Sin embar­go, a menu­do estos via­jes no siguen un camino rec­to. No son las his­to­rias tra­di­cio­na­les de “ir a la uni­ver­si­dad, con­se­guir un tra­ba­jo, tener éxi­to”. En cam­bio, impli­can una crian­za caó­ti­ca, supe­rar el mie­do, correr gran­des ries­gos y un poco de suer­te, el tipo de suer­te que creas al ser per­sis­ten­te y poner­te en el lugar correc­to en el momen­to correcto.

Con­si­de­re al escri­tor Seth Godin. Hoy es un autor de gran éxi­to de ven­tas y uno de los empre­sa­rios más influ­yen­tes de Esta­dos Uni­dos. Como muchos de noso­tros, cuan­do tenía vein­te años, esta­ba pasan­do por perío­dos de des­em­pleo e incer­ti­dum­bre sobre de dón­de ven­dría su pró­xi­mo che­que de pago. En la esti­ma­ción de Godin, en un momen­to tem­prano de su carre­ra estu­vo a dos sema­nas de la ban­ca­rro­ta y vio una pila de 900 car­tas de rechazo.

¿Qué man­tu­vo a Godin en mar­cha? Como él dice, des­pués de dejar la casa, con­ti­nuó crián­do­se “en una cul­tu­ra y un ambien­te de gene­ro­sa per­sis­ten­cia”. Pien­se en eso por un segun­do. Per­sis­ten­cia gene­ro­sa. Lo que Godin es capaz de hacer es sepa­rar sus ideas de sí mis­mo. Si alguien recha­za su idea, no sien­te que lo estén recha­zan­do per­so­nal­men­te. Tam­bién es capaz de ver lo que sea que esté tra­tan­do de ven­der como algo que vale más de lo que cues­ta. De esta mane­ra, nun­ca le está pidien­do un favor a alguien y ser recha­za­do, le está hacien­do un favor al hacer la oferta.

El mie­do es lo que a menu­do se inter­po­ne en nues­tro camino para hacer lo que ama­mos. Tal como lo ve Godin, debe­mos acer­car­nos un poco más a nues­tro mie­do, ideal­men­te a una edad más tem­pra­na. Apren­de a reco­no­cer­lo cuan­do apa­re­ce, reco­nó­ce­lo, date cuen­ta de que no es algo que va a des­apa­re­cer algún día y apren­de a bai­lar con él en lugar de tra­tar de escon­der­te de él. Así es: apren­de a bai­lar con tu mie­do. Sue­na bien, ¿no?

Algu­nas de las Leyen­das tam­bién men­cio­na­ron el tiem­po: el tiem­po que lle­va encon­trar tu voz y tu ofi­cio, y cómo nun­ca dejas de apren­der, siem­pre que ten­gas tiem­po por delan­te. El fotó­gra­fo Albert Watson sal­tó a la fama en la déca­da de 1970, cuan­do tenía trein­ta y tan­tos años, gra­cias a algu­nas fotos icó­ni­cas para revis­tas como GQ y Rolling Sto­ne, y una foto par­ti­cu­lar­men­te memo­ra­ble de Alfred Hitch­cock sos­te­nien­do un gan­so muer­to por el cue­llo para la edi­ción navi­de­ña de El bazar de Har­per . Watson dice que le tomó alre­de­dor de 14 años de esfuer­zo cons­tan­te antes de sen­tir que había domi­na­do su ofi­cio lo sufi­cien­te como para poder tener una idea y lle­var­la a cabo de una mane­ra que se sin­tie­ra bien. Inclu­so aho­ra, cuan­do se acer­ca a su 80 cum­plea­ños, Watson siem­pre está ansio­so por pro­bar cosas nue­vas y seguir aprendiendo.

Algunos artistas trabajan arduamente para tratar de decir la verdad al poder y lograr un cambio social positivo

Pase­mos al segun­do gru­po de suje­tos de la entre­vis­ta: los “con­ta­do­res de la ver­dad”. Este gru­po inclu­ye lumi­na­rias como los auto­res Car­men Maria Macha­do, Tim Ferriss y Bre­né Brown, el perio­dis­ta Anand Giridha­ra­das, el ilus­tra­dor Edel Rodrí­guez y los nove­lis­tas grá­fi­cos Chris Ware y Lyn­da Barry.

Si qui­sié­ra­mos reto­mar ese hilo sobre el dise­ño al ser­vi­cio de un pro­pó­si­to social, qui­zás no haya mejor ejem­plo que el ilus­tra­dor Edel Rodrí­guez. Rodrí­guez lle­gó a Esta­dos Uni­dos des­de Cuba cuan­do era un niño de nue­ve años en abril de 1980. Fue uno de los 120.000 cuba­nos que huye­ron de Cuba en ese momen­to cuan­do Fidel Cas­tro abrió bre­ve­men­te el puer­to de Mariel lue­go de un perío­do de inten­sas pro­tes­tas en La Habana.

Rodrí­guez no habla­ba nada de inglés, pero podía dibu­jar y siguió dibu­jan­do, inclu­so usó sus boce­tos para ayu­dar a comu­ni­car­se con otros niños de la escue­la en Flo­ri­da. Final­men­te, Rodrí­guez dejó Flo­ri­da para asis­tir a la escue­la de arte en Nue­va York, tra­ba­jó para MTV y Pen­guin Books y se con­vir­tió en direc­tor de arte de la revis­ta Time .

Inclu­so si no cono­ce su nom­bre, es pro­ba­ble que haya vis­to sus ilus­tra­cio­nes. Su arte ha apa­re­ci­do en la por­ta­da de muchas revis­tas, inclui­da una ilus­tra­ción para News­week , titu­la­da “Lo que Sili­con Valley pien­sa de las muje­res”, que le valió un Pre­mio Nacio­nal de Revis­ta. Pero más recien­te­men­te, sus por­ta­das para las revis­tas Time y Der Spie­gel , con repre­sen­ta­cio­nes esti­li­za­das de Donald Trump, han pro­vo­ca­do elo­gios y con­tro­ver­sia. En par­ti­cu­lar, está la infa­me ilus­tra­ción de Trump deca­pi­tan­do la Esta­tua de la Libertad.

Para esa ima­gen, Rodrí­guez se ins­pi­ró en los esfuer­zos de Trump para prohi­bir que los musul­ma­nes ingre­sen a los EE. UU., inclu­so aque­llos que solo inten­ta­ban regre­sar con sus fami­lias. Rodrí­guez se pre­gun­tó qué había pasa­do con el país que lo había aco­gi­do a él ya los miles de cuba­nos que bus­ca­ban refu­gio allá por 1980.

Del mis­mo modo, para el nove­lis­ta grá­fi­co Chris Ware, la empa­tía lo es todo. Si sien­te empa­tía por un gru­po de per­so­nas o un país extran­je­ro, es menos pro­ba­ble que los ata­que. Cuan­to más inten­te com­pren­der lo que sien­ten los demás, menos pro­ba­ble será que sea com­ba­ti­vo con ellos. Ware con­si­de­ra que la empa­tía es fun­da­men­tal para la huma­ni­dad, pero en su tra­ba­jo extien­de su empa­tía hacia todo. En su libro Buil­ding Sto­ries , inclu­so el edi­fi­cio de apar­ta­men­tos don­de se desa­rro­lla la his­to­ria es un per­so­na­je, y uno por el que los lec­to­res sen­ti­rán simpatía.

Al igual que Mil­ton Gla­ser, Ste­ven Heller y Edel Rodrí­guez, el tra­ba­jo de Chris Ware está, a su mane­ra, liga­do a un pro­pó­si­to social. Como dice Ware, él sim­ple­men­te tra­ta de refle­jar el sen­ti­mien­to de la vida tal como él la ha expe­ri­men­ta­do. Su empa­tía y amor por sus per­so­na­jes es par­te de un pro­ce­so de tra­tar de com­pren­der cómo las per­so­nas resul­tan de la for­ma en que lo hacen y qué suce­de cuan­do tra­ta­mos, a nues­tra mane­ra, de ser bue­nas personas.

La creatividad puede beneficiarse de la estructura y las limitaciones

En estos con­se­jos de dise­ño, vere­mos algu­nas de las con­ver­sa­cio­nes en la sec­ción “Crea­do­res de cul­tu­ra”. Esta colec­ción inclu­ye char­las con los músi­cos Nico Muhly y Erin McKeown, el cineas­ta Mike Mills, los dise­ña­do­res Michael Bie­rut y Cey Adams, los auto­res Mal­colm Glad­well y Alain de Bot­ton, y la pin­to­ra Amy Sherald.

A Deb­bie Mill­man le fas­ci­na la músi­ca. Para ella, crear una obra musi­cal es un pro­ce­so mis­te­rio­so, como hacer algo de la nada. Esto sur­ge en la mayo­ría de sus char­las con músi­cos. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo te sien­tas y sacas una can­ción del éter?

Nico Muhly hace todo tipo de músi­ca: pie­zas de cáma­ra, obras orques­ta­les, así como músi­ca para ópe­ras, ballets y pelí­cu­las. Una de las ins­pi­ra­cio­nes de Muhly es la músi­ca de igle­sia. La músi­ca de la igle­sia en reali­dad no lla­ma la aten­ción sobre sí mis­ma. No es auto­rre­fe­ren­cial. Cuan­do ter­mi­na una pie­za musi­cal que se toca en una igle­sia, el eje­cu­tan­te no hace una reve­ren­cia, el públi­co no aplau­de. Tan­to el com­po­si­tor como el intér­pre­te des­apa­re­cen esen­cial­men­te. A Muhly le gus­ta esta idea. Quie­re que su músi­ca enca­je per­fec­ta­men­te y com­ple­men­te un entorno, no que se destaque.

Al mis­mo tiem­po, le gus­ta tra­ba­jar den­tro de una estruc­tu­ra que le per­mi­ta ser aven­tu­re­ro. Como él dice, cuan­do cuel­gas tu arte en una estruc­tu­ra fami­liar y sóli­da, tie­nes más espa­cio para ser “extra­ño y esti­li­za­do”. Para ayu­dar a expli­car, hace una ana­lo­gía con la comi­da. A algu­nas per­so­nas les gus­ta seguir una rece­ta estric­ta. Cor­tan y miden 100 ingre­dien­tes dife­ren­tes con anti­ci­pa­ción y siguen todos y cada uno de los pasos para lograr un resul­ta­do ambi­cio­sa­men­te impre­sio­nan­te y deli­cio­so. No hay nada de malo en ese enfo­que, pero a Muhly tam­bién le gus­ta com­prar seis ingre­dien­tes que se ven bien, lle­vár­se­los a casa y des­cu­brir qué cosas nue­vas y emo­cio­nan­tes pue­des crear con ellos.

En cier­to modo, el dise­ña­dor Michael Bie­rut se hace eco de algu­nas de estas ideas. Como socio de la fir­ma de dise­ño Pen­ta­gram, Bie­rut ha esta­do a la van­guar­dia del dise­ño moderno, tra­ba­jan­do para clien­tes tan diver­sos como Har­ley-David­son y la revis­ta Atlan­tic . Des­de su pers­pec­ti­va, una de las peo­res asig­na­cio­nes que pue­de obte­ner es “haz lo que quie­ras”. Nece­si­ta pará­me­tros, limi­ta­cio­nes. En otras pala­bras, pre­fe­ri­ría ver­se obli­ga­do a tra­ba­jar con unos pocos ingre­dien­tes que con cien. Si no hay un desa­fío diver­ti­do invo­lu­cra­do, recha­za­rá el proyecto.

Bie­rut inclu­so ofre­ce una ana­lo­gía musi­cal para des­cri­bir su filo­so­fía. Real­men­te admi­ra al equi­po de com­po­si­to­res de Motown for­ma­do por Lamont Dozier, Eddie Holland y Brian Holland. En las noches y los fines de sema­na, este trío toca­ba músi­ca de jazz des­preo­cu­pa­da en los clu­bes noc­tur­nos. Duran­te el día, eran com­po­si­to­res asa­la­ria­dos que pro­du­cían melo­días para Motown Records. Esta­ban hacien­do lo que podría lla­mar­se tra­ba­jo de “hac­keo”. Tal vez no fue tan expe­ri­men­tal y crea­ti­vo como que­rían ser: tenían que tra­ba­jar den­tro de los pará­me­tros de la mar­ca Motown. Pero even­tual­men­te, crea­ron una nota­ble serie de éxi­tos entre los diez pri­me­ros, como “Dan­cing in the Streets”, “Stop In the Name of Love” y “You Keep Me Han­ging On”. Todas estas son can­cio­nes que con­ti­núan encan­tan­do a los oyen­tes déca­das des­pués e ins­pi­ran­do a per­so­nas como Bierut.

Tam­bién como Nico Muhly, el dise­ña­dor Cey Adams no hace el tra­ba­jo para parar­se bajo un foco y hacer una reve­ren­cia. Fue el direc­tor de arte fun­da­dor de Def Jam Recor­dings, crean­do por­ta­das de álbu­mes icó­ni­cos para Public Enemy y Beas­tie Boys, antes de con­ti­nuar su carre­ra con com­pa­ñías como Nike y HBO. Des­de el prin­ci­pio, ha defi­ni­do un tra­ba­jo exi­to­so como algo que ayu­da a los músi­cos o al pro­duc­to a bri­llar. No se tra­ta de él, se tra­ta del tra­ba­jo y de poder pasar feliz­men­te al siguiente.

Puede superar los problemas haciendo el trabajo y haciendo las preguntas correctas

Hemos alcan­za­do el con­se­jo de dise­ño núme­ro cin­co, lo que sig­ni­fi­ca que es hora de sumer­gir­se en la cate­go­ría de “Ten­den­cias”. Una vez más, este es un gru­po ecléc­ti­co de artis­tas que inclu­ye a la músi­ca Aman­da Pal­mer, los dise­ña­do­res Chip Kidd y Emily Ober­man, el repor­te­ro grá­fi­co Bran­don Stan­ton, el dra­ma­tur­go Michael R. Jack­son y la chef Chris­ti­na Tosi.

La pala­bra crea­dor de ten­den­cias impli­ca hacer algo nue­vo, arries­gar­se, arries­gar­se, ser dife­ren­te. Lo con­tra­rio de ir a lo segu­ro. Enton­ces, sí, seguir a tu musa y usar tu voz, a veces pue­de dar mie­do. En el segun­do con­se­jo de dise­ño, habla­mos un poco sobre esa pala­bra de cua­tro letras “mie­do” y cómo apren­der a bai­lar con ella en lugar de escon­der­se de ella. Esto es algo que el repor­te­ro grá­fi­co Bran­don Stan­ton tuvo que apren­der a hacer, y hacer­lo en el tra­ba­jo, nada menos.

Stan­ton es el hom­bre detrás del sitio web Humans of New York y los libros pos­te­rio­res. Bási­ca­men­te, Stan­ton encuen­tra a alguien en la calle, habla con él, le toma una foto y le cuen­ta su his­to­ria a su audien­cia. Comen­zó en Nue­va York, pero des­de enton­ces se ha tras­la­da­do a otras ciu­da­des y otros paí­ses, inclui­do Pakis­tán. Deli­be­ra­da­men­te, Stan­ton ha bus­ca­do vecin­da­rios con mala repu­tación para demos­trar que en estos luga­res vive gen­te que no es dife­ren­te a usted y a mí. ¿Este chi­co? ¿El tipo con tatua­jes cubrien­do com­ple­ta­men­te su ros­tro? Tam­bién tie­ne una rica vida inte­rior, un cora­zón roto y espe­ran­zas y sue­ños para el futuro.

Abor­dar a extra­ños en la calle no es algo fácil para Stan­ton. De hecho, la idea lo ate­rro­ri­za­ba. Pero como cual­quier otra cosa, supe­rar este mie­do, o apren­der a bai­lar con él, por así decir­lo, resul­tó ser una habi­li­dad apren­di­da. Algo que pue­de domi­nar sim­ple­men­te hacién­do­lo, ganan­do expe­rien­cia posi­ti­va y, final­men­te, ganan­do un nivel de comodidad.

Stan­ton apren­dió foto­gra­fía por sí mis­mo de una mane­ra simi­lar. Al prin­ci­pio, sim­ple­men­te lo abor­dó des­de una pers­pec­ti­va prác­ti­ca. Toma­ba 20 fotos de sus suje­tos des­de 20 ángu­los dife­ren­tes. Supu­so que al menos un par de ellos resul­ta­rían úti­les más tar­de. Con el tiem­po, al obser­var los resul­ta­dos y ele­gir sus favo­ri­tos, comen­zó a reco­no­cer una pre­fe­ren­cia esté­ti­ca per­so­nal. Enton­ces se con­vir­tió en 15 ángu­los dife­ren­tes. Enton­ces diez. Lue­go cin­co. No suce­dió de la noche a la maña­na, pero even­tual­men­te domi­nó su mie­do y su ofi­cio, hacien­do retra­tos sor­pren­den­tes y com­par­tien­do his­to­rias poderosas.

Pero, ¿qué es una his­to­ria? ¿Cómo reco­no­ces uno bueno cuan­do lo tie­nes? El dra­ma­tur­go Michael R. Jack­son encuen­tra útil redu­cir­lo a su esen­cia. El pro­fe­sor de dra­ma­tur­gia y escri­tu­ra de guio­nes de Jack­son le ense­ñó una taqui­gra­fía útil: una his­to­ria es un per­so­na­je que quie­re algo. Se les ponen obs­tácu­los y logran, aban­do­nan o no con­si­guen lo que quie­ren. Enton­ces, cuan­do el blo­queo del escri­tor comien­za a esta­ble­cer­se, Jack­son da un paso atrás y pre­gun­ta, ¿qué es lo que quie­ren? ¿Cómo van a tra­tar de con­se­guir­lo? ¿Gana­rán? ¿Per­de­rán? ¿O cam­bia­rá el carác­ter y ya no ten­drá ese deseo ini­cial? No es un mal con­se­jo, ¿ver­dad?

La creatividad puede provenir de una combinación de confianza, duda y mantenerse fiel a sus creencias

Aquí esta­mos, en el sex­to y últi­mo con­se­jo de dise­ño, en el que vemos algu­nos de los gran­des nom­bres, los “Visio­na­rios”. Per­so­nas como el músi­co David Byr­ne, los artis­tas Mari­na Ambra­mo­vić y She­pard Fai­rey, la ilus­tra­do­ra Mai­ra Kal­man, el pro­duc­tor de radio y pod­casts Ira Glass y la cura­do­ra cul­tu­ral de Inter­net Maria Popo­va. Todas estas per­so­nas, de una for­ma u otra, han cam­bia­do el jue­go. Byr­ne y sus com­pa­ñe­ros de ban­da en Tal­king Heads cam­bia­ron el rock and roll. Ambra­mo­vić cam­bió el arte moderno empu­jan­do los lími­tes del arte escénico.

She­pard Fai­rey tam­bién está ponien­do a prue­ba los lími­tes, aun­que de una mane­ra dife­ren­te. En la déca­da de 1980, a Fai­rey le gus­ta­ba el ska­te y el punk rock. Pero siem­pre tuvo inte­rés en el arte y cuan­do comen­zó a tomar cla­ses de dise­ño grá­fi­co y seri­gra­fía, fue como si hubie­ra encon­tra­do su ver­da­de­ra voca­ción. Esto lle­vó a Fai­rey a hacer de las calles su gale­ría pre­fe­ri­da, colo­can­do cal­co­ma­nías y car­te­les hechos a mano.

Para Fai­rey, el arte calle­je­ro ape­la­ba a su éti­ca punk rock DIY. Pero tam­bién admi­te que no tenía la con­fian­za sufi­cien­te para enviar mues­tras de su tra­ba­jo o asis­tir a reunio­nes, ni que­ría com­pla­cer a la gen­te eli­tis­ta den­tro del mun­do de las bellas artes. De hecho, a pesar de que aho­ra es uno de los nom­bres de más alto per­fil en el mun­do del arte, eso es algo con lo que toda­vía no se sien­te cómo­do. Esto ha cau­sa­do cier­ta con­tro­ver­sia ya que Fai­rey insis­te en man­te­ner su tra­ba­jo ase­qui­ble para aque­llos que toda­vía le impor­tan: ska­ters, punk roc­kers, uni­ver­si­ta­rios. Enton­ces, ade­más de tra­ba­jar para mar­cas como Coca-Cola y Dewa­r’s Scotch, toda­vía gana dine­ro ven­dien­do cami­se­tas y seri­gra­fías de $35. Algu­nos podrían lla­mar­lo un ven­di­do, otros podrían lla­mar­lo un rebel­de que sigue jugan­do con sus pro­pias reglas.

Fai­rey lo ve como un equi­li­brio deli­ca­do: deci­dir si acep­tar un pro­yec­to en fun­ción de sus pro­pios méri­tos. No es dife­ren­te a con­sul­tar con los 12 pasos de Mitch Gla­ser. Tomó algu­nos con­cier­tos de Coca-Cola y recha­zó otros. Depen­de. Lo que impor­ta es que tie­ne que ser capaz de res­pal­dar la idea, al 100 por ciento.

Eso no sig­ni­fi­ca que no pue­das tener dudas. La dise­ña­do­ra Mai­ra Kal­man ha escri­to e ilus­tra­do doce­nas de libros céle­bres, inclui­dos En bus­ca de la feli­ci­dad y Los prin­ci­pios de la incer­ti­dum­bre . Pero ella toda­vía con­si­de­ra que dudar e inquie­tar­se es par­te del pro­ce­so coti­diano. Como ella dice, “Creo que lo que hago es terri­ble. Estoy cons­tan­te­men­te ator­men­ta­do”. Pero para Kal­man, es la dua­li­dad del artis­ta: ser increí­ble­men­te inse­gu­ro y feroz­men­te moti­va­do. De ahí vie­ne su crea­ti­vi­dad: gene­ra una espe­cie de exci­ta­ción fre­né­ti­ca que pro­du­ce un gran trabajo.

A Kal­man, como a otros artis­tas que hemos cubier­to, tam­bién le gus­ta una bue­na tarea. Ella no tie­ne el tipo de men­te crea­ti­va que pue­de sim­ple­men­te entrar al estu­dio y, de nue­vo, sacar una idea fan­tás­ti­ca del éter. Esta es la razón por la que Kal­man dis­fru­tó tra­ba­jan­do para publi­ca­cio­nes como el New Yor­ker y el New York Times . Podría ver su tra­ba­jo como perio­dis­mo: mirar el mun­do, obser­var y enviar un infor­me ilus­tra­do a la oficina.

En cier­to modo, es como dijo el com­po­si­tor Nico Muhly: tener una estruc­tu­ra reco­no­ci­ble en la que col­gar tu arte ambi­cio­so y esti­li­za­do. Qui­zás ten­ga sen­ti­do, enton­ces, que Kal­man y Muhly cola­bo­ra­ran en una ópe­ra titu­la­da The Ele­ments of Sty­le .

Con suer­te, estos frag­men­tos de las con­ver­sa­cio­nes de Mill­man le darán algu­nas ideas sobre cómo desa­rro­llar su pro­pio esti­lo, su pro­pio sen­ti­do del dise­ño y la crea­ti­vi­dad. Tal vez las ideas aquí te ayu­den a encon­trar tu voz y bai­lar con tu miedo.


Mere­ce ser compartido:

Filed Under: Arte y Cultura

¿TENEMOS LO QUE BUSCAS? ¡PRUEBA!

Footer

¿Tenemos lo que estás buscando?

RECOMENDADO

Muchas de las mara­vi­llo­sas ilus­tra­cio­nes que encon­tra­rás en muhi­mu per­te­ne­cen a la ins­pi­ra­do­ra web de info­gra­fis­tas PICTOLINE.COM

Si ade­más de estas emo­cio­nan­tes his­to­rias quie­res seguir apren­dien­do, apues­ta por la for­ma­ción onli­ne de cali­dad y dis­fru­ta de un mes gra­tis de los cur­sos de PLATZI con este códi­go pro­mo­cio­nal de descuento.

NO OLVIDES COMPARTIR

Publi­ca­mos noti­cias de refle­xión que hacen de este mun­do un lugar mejor pero TE NECESITAMOS.

¡Ayú­da­nos com­par­tien­do esta noti­cia entre tus ami­gos y tus redes sociales!

:::::::::::::::::::::::::

Con­tac­to para Publi­ci­dad y Promocionados:

Click para con­tac­to por email

INNOVACIÓN SOCIAL

Esta guía te hará reír, refle­xio­nar, cues­tio­nar, avan­zar, regre­sar, cre­cer, con­ta­giar… pero sobre todo, te hará sen­tir incó­mo­da. Te remo­ve­rá del asien­to. Si le das la opor­tu­ni­dad, se trans­for­ma­rá en una herra­mien­ta esen­cial de comu­ni­ca­ción efi­caz y transformadora:

Cur­so de Inno­va­ción Social

Desde aquí puedes acceder a juegos de apuestas.
Y recuerda: ¡juega con responsabilidad y solo si eres mayor de edad!

Copyright © 2022 · Genesis Sample on Genesis Framework · WordPress · Log in · María Hidalgo Rudilla & Diseño Social · Email: contacto[x]muhimu.es

  • LO MÁS COMPARTIDO
  • facebook
  • instagram
  • linkedin
  • | SUSCRIPCIÓN GRATUITA |