Actualizado el martes, 29 agosto, 2023
Dicen que no existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión. Y para una novela, esta primera impresión es sus primeras líneas, su primer párrafo. La forma en la que el autor nos presenta su historia muchas veces ha sido considerada casi tan memorable como la novela en sí. También puedes disfrutar de los mejores audiolibros gratis a través de este enlace
Os presentamos un posible TOP10 de grandes inicios:
1. El nombre de la rosa, de Umberto Eco
En el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios. Esto era en el principio, en Dios, y el monje fiel debería repetir cada día con salmodiante humildad ese acontecimiento inmutable cuya verdad es la única que puede afirmarse con certeza incontrovertible.
«En el año 1327, fray Guillermo de Baskerville, monje franciscano y antiguo inquisidor, llegó a una abadía benedictina en el norte de Italia para participar en un debate sobre la pobreza de Cristo. En la abadía, sin embargo, se encontró con un misterioso laberinto de crímenes que tendría que resolver. Una serie de muertes inexplicables habían ocurrido en los últimos días, y fray Guillermo se encontró rápidamente inmerso en una intriga que incluía a herejes, librepensadores, y un antiguo manuscrito enigmático. A medida que las investigaciones del monje avanzaban, la tensión en la abadía aumentaba y se desarrollaba un mortal juego del gato y el ratón. Esta es la crónica de esas investigaciones, tal como las recordé y las narré algunos años después.»
Así comienza El nombre de la rosa, la aclamada novela del escritor italiano Umberto Eco, publicada en 1980. La historia combina elementos de novela policial, misterio, y drama histórico, y ha sido ampliamente elogiada por su riqueza temática, su complejidad narrativa, y su capacidad para explorar temas como la religión, la filosofía, y el poder político.
2. Historia de dos ciudades, de Dickens
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.
«¡Fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación! Teníamos todo ante nosotros, no teníamos nada ante nosotros. íbamos todos directos al cielo, íbamos todos directos en la otra dirección…».
Así comienza «Historia de dos ciudades» del escritor británico Charles Dickens, publicada en 1859. La novela está ambientada en Londres y París durante la Revolución francesa y cuenta la historia de un hombre que es condenado injustamente a prisión y su posterior liberación y venganza. La novela es considerada como una de las obras maestras de Dickens y ha sido muy popular desde su publicación, con numerosas adaptaciones a teatro, cine y televisión.
3. Anna Karenina, de Tolstoi
Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera.
«¡Felices las familias cuyos conflictos son sólo materia de conversación! Cuando la infelicidad se oculta detrás de los muros de una casa, no hay ni un oído compasivo ni un corazón afectuoso que no sienta simpatía por el dolor ajeno. Pero aquí el sufrimiento era público y notorio. Así, el dolor era doble: el dolor en sí mismo y el sentimiento de vergüenza que éste producía. Todo el mundo sabía que el matrimonio del príncipe Oblonsky con Dolly había sido roto debido a su infidelidad. Y ahora, en el mejor de los casos, sólo podía esperar la simpatía de sus amigos, y lo más probable era que se burlasen de él.»
Así comienza «Anna Karenina» del escritor ruso León Tolstói, publicada en 1878. La novela cuenta la historia de Anna Karenina, una mujer casada de alta sociedad que se enamora de un apuesto oficial del ejército. Ambientada en la Rusia del siglo XIX, la obra aborda temas como la moralidad, el amor, la familia y la sociedad. «Anna Karenina» es considerada como una de las mejores novelas de todos los tiempos y ha sido adaptada en numerosas ocasiones al cine, el teatro y la televisión.
4. El camino, de Delibes
Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.
«Al atardecer, vencido por el hambre y la fatiga, llegó a la aldea el abuelo, con el niño de la mano, cargado con un haz de leña y un saco al hombro. A la entrada del pueblo, donde se encontraba la fragua, el niño se soltó de la mano del abuelo y echó a correr hacia la casa.
-¡Mamá! ¡Mamá! -gritaba el chiquillo, alborozado.
La mujer, que estaba en la cocina, oyó el grito y acudió a la puerta. Al ver a su hijo, se echó las manos a la cabeza y dejó escapar un grito de espanto:
-¡Jesús, mi niño! ¿Dónde está tu padre?»
Así comienza «El camino», del escritor español Miguel Delibes, publicada en 1950. La novela cuenta la historia de una familia de campesinos pobres que vive en una aldea de Castilla en la década de 1940. A través de los ojos de un niño, Daniel, el libro retrata la dureza y la belleza de la vida en el campo, así como las relaciones entre los miembros de la familia y la comunidad en la que viven. «El camino» es una de las obras más destacadas de la literatura española del siglo XX y ha sido muy popular tanto en España como en el extranjero.
5. Asfixia, de Palahniuk
Si vas a leer esto, no te preocupes. Al cabo de un par de páginas ya no querrás estar aquí. Así que olvídalo. Aléjate. Lárgate mientras sigas entero. Sálvate. Seguro que hay algo mejor en la televisión. O, ya que tienes tanto tiempo libre, a lo mejor puedes hacer un cursillo nocturno. Hazte médico. Puedes hacer algo útil con tu vida. Llévate a ti mismo a cenar. Tíñete el pelo. No te vas a volver más joven. Al principio lo que se cuenta aquí te va a cabrear. Luego se volverá cada vez peor.
«Lo que me mató no fue morir. Fue tener que dejar de ser yo. Es sólo que te cambian de sitio, igual que en un espectáculo de magia. Y ni siquiera sabes cuándo ha ocurrido. Ni cuándo tienes que empezar a actuar de manera distinta. Lo que estás es perdido, desterrado, te han expulsado y sólo te queda una sensación extraña. Una sensación de desecho. De despojo. Me daba igual estar muerto. Pero no podía soportar dejar de ser yo mismo.»
Así comienza «Asfixia» del escritor estadounidense Chuck Palahniuk, publicada en 2001. La novela cuenta la historia de un hombre llamado Víctor que sufre una crisis de identidad y comienza a experimentar con diversas formas de autodestrucción. A medida que su vida se va desmoronando, Víctor se une a un grupo de personas que se reúnen en clubes de lucha para escapar de sus problemas cotidianos. «Asfixia» es una novela oscura y perturbadora que explora temas como la identidad, la violencia y la autodestrucción. La obra es considerada como una de las más destacadas de Palahniuk, autor también de «El club de la pelea».
6. Cien años de soledad, de García Márquez
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.
7. El extranjero, de Camus
Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias». Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.»
Así comienza «Cien años de soledad», la obra cumbre del escritor colombiano Gabriel García Márquez, publicada en 1967. La novela cuenta la historia de la familia Buendía a lo largo de siete generaciones en el ficticio pueblo de Macondo, situado en algún lugar de América Latina. A través de un estilo mágico y realista, García Márquez narra las aventuras, amores, desgracias y conflictos de la familia, y refleja los cambios históricos y sociales de la región. «Cien años de soledad» es una obra fundamental de la literatura latinoamericana y ha sido traducida a numerosos idiomas, convirtiéndose en un fenómeno literario y cultural de alcance mundial.
8. La isla del tesoro, de Stevenson
El squire Trelawney, el doctor Livesey y algunos otros caballeros me han indicado que ponga por escrito todo lo referente a la Isla del Tesoro, sin omitir detalle, aunque sin mencionar la posición de la isla, ya que todavía en ella quedan riquezas enterradas; y por ello tomo mi pluma en este año de gracia de 17… y mi memoria se remonta al tiempo en que mi padre era dueño de la hostería «Almirante Benbow», y el viejo curtido navegante, con su rostro cruzado por un sablazo, buscó cobijo bajo nuestro techo.
«Squire Trelawney, el doctor Livesey y varios otros caballeros me pidieron que les hiciera un relato detallado de todas mis aventuras desde que abandoné el navío Hispaniola en la isla del Tesoro. Fue una larga y tediosa historia, y como me ha sido pedido que escriba el relato completo, debo advertir a los lectores que no encontrarán en ella ningún tipo de entretenimiento en las páginas iniciales. Pero esos detalles son necesarios para comprender la situación en la que me encontré en la isla. Si salto los detalles, la historia sería difícil de seguir. Por lo tanto, continuando el relato donde lo dejé, les contaré todos los hechos que puedan interesarnos desde el momento en que abandonamos la isla del Tesoro.»
Así comienza «La isla del tesoro» del escritor escocés Robert Louis Stevenson, publicada en 1883. La novela es considerada una de las obras más representativas del género de aventuras y ha sido adaptada en numerosas ocasiones al cine, televisión y teatro. La historia sigue a un joven llamado Jim Hawkins, quien se ve envuelto en una peligrosa búsqueda del tesoro en una isla remota. A través de un elenco de personajes inolvidables, como el pirata Long John Silver, Stevenson crea una historia llena de acción, emoción y suspense. «La isla del tesoro» es un clásico de la literatura y ha cautivado a generaciones de lectores de todas las edades.
9. Memorias del subsuelo, de Dostoyevski
Soy un hombre enfermo… Un hombre malo. No soy agradable. Creo que padezco del hígado. De todos modos, nada entiendo de mi enfermedad y no sé con certeza lo que me duele. No me cuido y jamás me he cuidado, aunque siento respeto por la medicina y los médicos. Además, soy extremadamente supersticioso, cuando menos lo bastante para respetar la medicina (tengo suficiente cultura para no ser supersticioso, pero lo soy). Sí, no quiero curarme por rabia. Esto, seguramente, ustedes no lo pueden entender. Pero yo sí lo entiendo.
«Soy un hombre enfermo… Un hombre malvado. No soy atractivo. Siempre he sido enfermizo. No puedo ser otra cosa. Mi espíritu se ha debilitado tanto que no puedo soportar más la vida. Siempre me he considerado un hombre inteligente, pero ahora me doy cuenta de que no soy más que un tonto. Apenas puedo escribir estas palabras, y mi mano tiembla mientras lo hago. Ha llegado el momento en que todo el mundo tiene derecho a reírse de mí».
Así comienza «Memorias del subsuelo» del escritor ruso Fiódor Dostoyevski, publicada en 1864. La novela está dividida en dos partes y es narrada por un hombre no identificado que vive en un subsuelo. A través de una reflexión intensa y profunda, el narrador analiza su propia existencia y su papel en la sociedad. La obra es considerada como una de las más influyentes de la literatura rusa y ha sido alabada por su estilo único y su capacidad para explorar temas universales como la soledad, el aislamiento y la identidad. «Memorias del subsuelo» es una obra maestra de Dostoyevski, uno de los más grandes escritores de todos los tiempos.
10. Si una noche de invierno un viajero, de Calvino
Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate. Recógete. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto. La puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre está la televisión encendida. Dilo en seguida, a los demás: «¡No, no quiero ver la televisión!» Alza la voz, si no te oyen: «¡Estoy leyendo! ¡No quiero que me molesten!» Quizá no te han oído, con todo ese estruendo; dilo más fuerte, grita: «¡Estoy empezando a leer la nueva novela de Italo Calvino!» O no lo digas si no quieres; esperemos que te dejen en paz.
«Estás a punto de comenzar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero. Relájate. Concéntrate. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se desvanezca en la indiferencia. Cualquier cosa que esté a tu alcance déjala estar en un segundo plano. Apaga el televisor y acuéstate en un lugar en el que no haya ruido alguno. Haz que los otros en la casa callen. Di a los demás que no te molesten. Levanta el auricular. Llama a la persona que se encuentra al otro lado de la línea y pregúntale si todo está tranquilo. Asegúrate de que lo esté. Escucha el sonido de tu respiración. Aprende a respirar de manera regular. Inspira, exhala. Vuelve a inspirar. Exhala otra vez. Deja que tu mente se vacíe. Deja que tus pensamientos se desvanezcan. Tienes que estar preparado. Estás a punto de leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero».
Así comienza «Si una noche de invierno un viajero» del escritor italiano Italo Calvino, publicada en 1979. La novela es una obra metaficcional, es decir, una novela que trata sobre la propia naturaleza de la ficción y la lectura. A través de una estructura innovadora, Calvino crea una historia en la que el lector es el protagonista y que lo lleva a través de una serie de narraciones inacabadas, que van desde la ciencia ficción hasta el thriller, y que están unidas por un misterioso hilo conductor. «Si una noche de invierno un viajero» es una obra compleja e ingeniosa que desafía las convenciones literarias y que ha sido aclamada como una de las obras más importantes de la literatura contemporánea.
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